Ela mañana cuando he ido a la Hauptbahnhof de Leipzig he comprado el Sachsen-Ticket, que por 22€ permite viajes ilimitados en trenes y transporte público de todo el Land de Sajonia occidental.
El tren regional de Leipzig a Dresde sale cada hora (a y :03) y tarda hora y media en llegar a Dresde. Esta vez he reservado en el Ibis Budget Dresden City, un hotel de 2 estrellas de la cadena Ibis, pero económico (no me gusta demasiado, pero para dos noches podré sobrevivir, o eso espero). Lo bueno del hotel es que está en la Altmarkt Galerie, un enorme centro comercial situado justo al lado del Zwinger (es decir, en pleno centro). Para llegar desde la Hauptbahnhof he cogido el tranvía número 9 (también pasa el 8 y el 11).
Nada más dejar las cosas en el hotel (he llegado a las 12:45) he salido a recorrer el Altstadt por fuera (los museos los reservo para mañana). Ya había leído las bondades de Dresde, una ciudad completamente devastada por los bombardeos de la II Guerra Mundial, pero cuya reconstrucción le ha valido ser nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad. También había leído que si era la Florencia del Norte, que si era el París alemán, ... Pues bien, es cierto. El Alstadt de Dresde es de lo mejor que he visto en cualquier ciudad europea (incluida Praga y París).
Empiezo por el Zwinger, obra maestra del barroco, construida a principios del siglo XVIII y destruida parcialmente en 1945. Hablaré de los museos que contiene mañana (que es cuando los visitaré). Esta obra maestra (de acceso gratuito) es una de las cosas más bonitas, armónicas y perfectas que haya visto nunca. Os pongo unas cuantas fotos para que juzguéis por vosotros mismos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Tras estar una media hora embobado (también he subido a la parte superior, de forma gratuita), doy unos pasos y me encuentro con la espectacular Theater-Platz. A un lado, el Zwinger, a otro lado el Sächsiche Staadoper Semper Oper (considerado junto a la Scala de Milan mejor teatro de ópera del mundo), a otro lado la Hofkirche (de estilo barroco romano, y que visitaré mañana, a otro lado el Residenzschloss (palacio real que contiene una de las mejores exposiciones de joyas del mundo) y a otro lado el Angustusbrucke, puente de acceso a la parte norte de la ciudad sobre el Elba, y que me recuerda enormemente al puente Carlos de Praga.
Esta es una de las plazas más bonitas donde haya estado. Os dejo fotos de:
El Semper Oper:
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La Hofkirche (a la izquierda) y el Residenzschloss (a la derecha):
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Sigo andando. Entre la Hofkirche y el Residenzschloss, se encuentra el Fürstenzug, un mosaico de 102 metros de longitud, compuesto por azulejos de porcelana de Meissen que representa una procesión de príncipes de Sajonia a lo largo de los últimos 500 años.
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Sigo andando, y llego a la maravillosa Frauenkirche, la iglesia más antigua de Dresde, construida en el siglo IX, destruida completamente en 1945, y reconstruida en 2005 (usando más de 2000 fragmentos originales) a escasos 2 metros de su ubicación original. Patrimonio de la Humanidad.
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Sigo andando, subo al mirador sobre el Elba, y me encuentro (además de con las maravillosas vistas del Neustadt y edificios magníficos varios) con el Albertinum, palacio renacentista que contiene la Galería Moderna (una de las pinacotecas dedicadas a los siglos XIX y XX más importantes del mundo).
En fin, todo el Alstadt de Dresde, por muy reconstruido que esté, es una obra maestra de la arquitectura. En ello influyeron enormemente las pinturas de Canaletto, con las que los arquitectos encargados de la reconstrucción se basaron para hacer semejante obra. Os recomiendo (y mucho) que visitéis, y si no podéis busquéis por google fotos, de toda esta zona. Como digo, para mí nada que envidiar a ciudades como Praga o París.
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Como no quiero entrar en ningún sitio (para ello he reservado el día de mañana), he cruzado el puente sobre el Elba, hacia la parte norte de la ciudad, el Neustadt. El cambio es bastante radical. Pese a haber resultado menos dañana por los bombardeos, tantos años de gobierno soviético quedan reflejados en su arquitectura. He subido por la calle principal (Hauptstrasse) hasta llegar a Albertplatz. De aquí me he dirigido a la zona de la calles Louisenstrasse, Alaunstrasse y Görlitzerstrasse, zona de cultura alternativa, con multitud de tiendas de vinilos, bares, pubs, locales de arte alternativo, alguna casa okupada, y un ambiente genial. Aquí he visto el maravilloso Kunsthofpassage, un pasaje en un patio interior entre las calles Görlitzerstrasse y Alaunstrasse, plagado de preciosa fachadas y con una tienda de cervezas artesanas (también es bar), Craft Beer Store, donde he catado una estupenda doble IPA, y luego he bajado hacia el Lebowski Bar, bar que como su nombre indica está inspirado en la gran película El Gran Lebowski (si vais, fijaros en la tapa del wc

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De aquí he vuelto a la zona del hotel con el tranvía número 8 (habiendo cenado antes un enorme Bratswurt más una cerveza Staropramen por 4,50€ en uno de los numerosos biergartens de la zona del Neustadt.
Y todo esto por hoy. Han sido más de 9 horas sin parar (salvo un descanso de 30 minutos).
Mañana más!!