Desayuno Buffet en el hotel: todo muy rico y variado: platos calientes y fríos, ensaladas, bollería, zumos naturales...
Comenzamos la mañana con una Visita guiada por Reims con parada en varias pastelerías. En muchas de ellas venden los pasteles típicos con forma de tapón de botella de champán, otros pasteles son rosados y con forma de ladrillo.
Pasteles con forma de Tapon de botella de Champán en Reims
Camino al mercado, paramos a admirar el ayuntamiento, aunque no entramos porque hay boda.
Pasamos por un mercadillo, antes de llegar al Mercado de Abastos muy animado a estas horas y cuyas cristaleras amarillas le dan calidez al ambiente. Es increíble la cantidad y la calidad de las frutas y verduras, pero también del pescado, pese a que estamos en una región interior.
Mercado de Abastos de Reims
Pasamos por varias plazas muy bonitas, la casa fundacional de la organización de San Juan Bautista de La Salle (teólogo y educador, fundador de los Salesianos) y acabamos en la Catedral, obra maestra del barroco, bella, ligera para su época y con el segundo mayor número de esculturas de las catedrales europeas. La catedral sufrió un tremendo bombardeo y su incendio durante la I guerra Mundial. Durante el incendio se llegó a fundir el plomo de su tejado y caía por las bocas de las gárgolas.
Catedral de Reims - Interior
Muchas de las cristaleras estallaron por el calor. Actualmente hay vidrieras de varias épocas, desde el Siglo XIII, pasando por las del vidriero local Jacques Simon, hasta las modernas de Marc Chagall, colocadas en 1974. Nos llama la atención que estas aunque se pueden fotografiar, no se pueden publicar sin pagar, porque aún tienen derechos de autor. Yo sinceramente prefiero las del siglo XIII, tenga o no derechos de autor.
Al final de la guerra, la Catedral estaba en tan mal estado que se planteó su completa demolición. Sin embargo, los que intentaban salvar el edificio encontraron un mecenas al otro lado del Atlántico: la familia Rockefeller, que financió gran parte de su reconstrucción. Los trabajos se finalizaron en 1938, justo para comenzar la siguiente guerra.
Por cierto, el que a muchas estatuas les falte la cabeza, no es por los bombardeos de ninguna guerra, sino porque durante la Revolución Francesa, le dio por decapitarlas (muchas eran cabezas de reyes). Los iconoclastas hicieron un trabajo "concienzudo".
No nos da tiempo a ver el Palacio de Tau y sus tesoros, porque tenemos una nueva cita con la mesa, que en parte compensará al pobre Thomas el haber estado escuchando reiteradas veces esta mañana: “esto lo destruyeron los alemanes”.
Lo cierto es que los alemanes dieron tres “pasadas” a la ciudad en no muchos años: la guerra Franco-Prusiana y las dos guerras mundiales, pero fue la primera guerra mundial la que fue tremendamente destructiva para la ciudad.