A la mañana siguiente teníamos un MasWings a primera hora (7:45) desde KK a Sandakan (19€ por persona con maleta). El plan era llegar muy prontito, coger un taxi a Sepilok para llegar a ver el feeding de las 10:00, y a eso de las 12:30 nos recogerían los del Kinabatangan Nature Lodge para llevarnos a sus instalaciones, ya que teníamos contratado el paquete de 3 días + 2 noches con traslados desde Sandakan. Aunque hubiéramos preferido poder ver orangutanes en libertad, decidimos parar en Sepilok porque no teníamos ninguna certeza de que los veríamos en el río. Después de mucho leer, llegamos a la conclusión de que Sepilok es lo menos malo dentro de las opciones de “semi libertad” (habíamos descartado Semenggoh en Kuching por ese motivo).
Pues bien, llegamos al aeropuerto a la hora pero una vez allí, después de facturar y estando ya esperando a embarcar, pasaron dos cosas que nos torcieron el día: nuestro vuelo iba con retraso y a mí me dio una diarrea que me dejó doblada. No sé si fue la cena en el mercado nocturno o la comida en Manukan, pero eso me pasa por confiarme. Toda la medicación que habíamos llevado estaba ya facturada (sí, sí, tenía que haberlo dejado en la de mano, pero tened en cuenta que esto era un viaje de una hora con mínimas posibilidades de pérdida de maleta…) y os voy a ahorrar los detalles, pero de verdad que me llegué a alegrar de no tener que meterme en un avión inmediatamente. Al final el avión salió con mucho retraso por un fallo eléctrico, y tuvimos que llamar a los del Lodge para decirles que no iríamos a Sepilok y que por favor nos recogieran en el aeropuerto. Cuando llegamos a Sandakan eran ya las 11 así que lo único que pudimos hacer fue rescatar las pastillas de la maleta y comer algo en el aeropuerto (menos mal que en Asia no les parece raro que pidas un plato de arroz blanco sin más…).
Así que, con mucha pena, nos perdimos Sepilok y fuimos directamente al Lodge. Encima, por el camino recogimos a una pareja en un hostal que sí que habían podido ir al feeding esa mañana y nos dijeron que habían visto un montón de orangutanes… Qué mala suerte! Nos quedaba la esperanza de poder verlos en el río, pero ya nos olíamos que nuestra visita a Borneo se iba a quedar muy coja.
Después de 2 horas y pico, incluyendo una parada en un supermercado para que compráramos agua y snacks (las comidas estaban incluidas en el paquete que teníamos pero siempre vienen bien unas galletas y unas patatas fritas), llegamos al Lodge. Tengo que decir que en las fechas en las que fuimos habían decretado toque de queda (desde al anochecer hasta el amanecer) en toda la zona costera del noreste del Borneo malayo por los ataques a turistas que había habido en los meses anteriores. Por lo visto eran milicias filipinas que habían llegado a secuestrar y matar a turistas (y guardias de seguridad) en un complejo turístico en Semporna, pero por si acaso habían extendido la zona de seguridad hasta Sandakan. Yo estaba un poco preocupada, pero como no nos quedábamos en la costa sino en medio de la selva decidimos seguir adelante con los planes. Eso sí, nos aseguramos de que nuestro seguro de viaje no quedaría anulado por visitar una zona considerada “de riesgo” y a la que los gobiernos tanto de España como de Nueva Zelanda recomendaban no viajar, ya que habíamos leído que muchas compañías anularían directamente el seguro por ese motivo. No tuvimos ningún problema ni vimos nada extraño, únicamente mucha presencia militar en la carretera que no sé si era normal o algo puntual.
El Nature Lodge es un lugar sencillo, sin grandes lujos, a la orilla del río. Quien va allí no es por el alojamiento en sí sino por el programa tan completo de actividades que ofrecen: 4 paseos por el río, 2 paseos por la selva nocturnos y un paseo diurno en el paquete de 3 días y 2 noches. Era la opción más completa y con mejor relación calidad-precio, y después de leer todas las opiniones positivas que hay en internet decidimos cogerlo. No nos equivocamos. La habitación era muy básica, posiblemente el sitio más cutrecillo donde hemos dormido en mucho tiempo, pero la experiencia mereció la pena. Hay varios tipos de habitación, incluso dormitorios compartidos. Nosotros cogimos una privada con baño y ventilador, pero las había también con aire acondicionado. Era pequeña y el baño podría haber estado mucho más limpio, pero nos sirvió.
Nuestro Superior Agamid Chalet
Al llegar te dan una charla de bienvenida donde te explican los horarios y cómo funciona lo de los cruceros por el río. De hecho, lo primero que haces cuando te han explicado todo es dejar las cosas en la habitación y dar tu primer paseo por el río. Son barcos alargados donde entran unas 10 personas. En este primer paseo vimos ya muchos animales, incluso elefantes pigmeos, que son endémicos de Borneo y están en peligro crítico de extinción y son bastante difíciles de ver. Las plantaciones de palma que destruyen su habitat se han extendido tanto tanto en esa zona que les han dejado un espacio muy pequeño a lo largo del río, y esa es la triste razón por la que se ven tantos animales en Kinabatangan. Con las barcas te puedes acercar bastante, pero si hay muchas barcas juntas al final pierde gracia. Vimos varios grupos de monos Proboscis y Silver Leaf, pero están siempre en las partes altas de los árboles y es difícil sacar buenas fotos desde una barca en movimiento y con la luz del atardecer. Unos buenos prismáticos son imprescindibles!
Kinabatangan: monitor lizard
Kinabatangan: pygmy elephants
Kinabatangan: pygmy elephants
Kinabatangan: hornbills
Kinabatangan: proboscis monkey
Kinabatangan: silver leaf monkey
Después del primer crucero volvimos al Lodge, cenamos y al rato teníamos nuestro primer paseo nocturno. Te recomiendan que alquiles unas botas de esas de goma hasta las rodillas, porque hay mucho barro y vienen muy bien (hay sitios donde nosotros acabamos de barro hasta los tobillos, y eso que no había llovido mucho). Como es zona de mucho mosquito y riesgo de malaria, hay que forrarse bien de antimosquitos y llevar manga larga. Nosotros llevábamos Relec tropical. La manga larga con el calor que hacía se hacía bastante insoportable, pero no quedaba otra. Esa noche pudimos ver varios pájaros durmiendo y algunos insectos, pero poco más. Nuestra ilusión era poder ver un tarsier, una especie diminuta de mono nocturno, carnívoro y cazador conocido como mono fantasma por los malayos, pero esa noche no tuvimos suerte.
Kinabatangan: daddy long legs
Al día siguiente tocaba madrugar mucho, puesto que el primer paseo por el río era a las 6 de la mañana, antes de desayunar. Pudimos ver un cocodrilo, algún pájaro y también algunos monos. Vimos también huellas de elefantes donde habían cruzado el río durante la noche, así que sabíamos que ahora estaban en “nuestro” lado del río.
Kinabatangan: kingfisher
Kinabatangan: saltwater crocodile
Después de desayunar teníamos el trek por la selva. No te alejas mucho del lodge, simplemente es un paseo hasta un meandro del río donde hay una especie de embarcadero. La verdad es que este paseo casi que sobra, porque entre el calor que hacía y que a esas horas no se ve ni un puñetero bicho… Pero bueno, el paisaje es bonito:
Kinabatangan: Ox-bow lake
A la vuelta, comida y siesta, que con ese madrugón y el calor que hacía no apetecía otra cosa. Antes de cenar dimos nuestro tercer paseo en barco, y esta vez nos tocó sacar el chubasquero porque estaba chispeando. Menos mal que no llegó a diluviar, pero sí llovía lo suficiente para que hacer fotos sin que se mojara la lente se convirtiera en toda una odisea. Vimos muchísimos monos. Todos los proboscis que no vimos en Bako los vimos aquí!
Kinabatangan: Proboscis monkey
Kinabatangan: Proboscis monkey con cría
Kinabatangan: Proboscis monkey con cría
Kinabatangan: Proboscis monkeys
Kinabatangan: Proboscis monkey
Kinabatangan: Long tail macaque
Kinabatangan: Long tail macaques
Kinabatangan: Hornbill
Después de cenar tuvimos nuestro segundo paseo nocturno, y este sí que fue más productivo:
Kinabatangan: rana (?)
Kinabatangan: rana (?)
Kinabatangan: araña (?)
Kinabatangan: Western tarsier
El tarsier es un bicho monísimo que aguantó estoicamente la cola de pesados armados de linternas que querían hacerle fotos. Eso sí, cuando se le hincharon las narices pegó un salto impensable para su tamaño y se largó.
A la mañana siguiente tuvimos nuestro último crucero, de nuevo a las 6 de la mañana. Desde nuestra experiencia son más productivos los cruceros a última hora de la tarde, pero por la mañana también se ven algunos bichos, como este gigantesco cocodrilo:
Kinabatangan: saltwater crocodile
Kinabatangan: saltwater crocodile
Al terminar el paseo fuimos a desayunar y con esto terminó nuestra experiencia Kinabatangan. No pudimos ver orangutanes pero vimos un montón de animales, así que nos fuimos con buen sabor de boca. Como teníamos el vuelo de vuelta a KK a las 14:30 y nos sobraba tiempo, decidimos hacer un último intento de ir a Sepilok y les pedimos que nos dejaran allí en lugar de en el aeropuerto si llegábamos a tiempo del feeding de las 10. Poco después de las 10 estábamos en la puerta de Sepilok, pero para nuestra sorpresa había un cartel diciendo que ese día el santuario estaba cerrado. El conductor preguntó a la gente de por allí y le dijeron que el día anterior se había escapado un oso del santuario que hay justo al lado (el Bornean Sun Bear Conservation Center) y todavía lo estaban buscando, así que por seguridad habían cerrado temporalmente ambos recintos. Definitivamente, el destino no quería que viéramos orangutanes en este viaje! Esta es la segunda cosa que si pudiera cambiaría de nuestro viaje: deberíamos haber volado a Sandakan la noche anterior y haber dormido en las inmediaciones de Sepilok, sobre todo porque en KK no teníamos grandes planes y era más bien un lugar de paso obligado, y porque no puedes confiar en que los horarios de vuelos se van a cumplir a rajatabla! (aunque este fue el único vuelo que se nos retrasó en todo el viaje) Pero bueno, otra vez será. Tendremos que volver a Borneo algún día a buscar orangutanes…
Kinabatangan River Cruise
Nuestro vuelo a KK transcurrió sin problemas (AirAsia, 30€ por persona con maleta) y desde allí empalmamos con otro AirAsia directo a Bali (76€ por persona con maleta).
Próxima etapa: Bali - Lembongan