Muy buenas amigos lectores. Espero que os vaya enganchando el relato. El segundo día amanece soleado y con unos 38 grados. Comenzamos con un plato fuerte. Hoy haremos la visita al Burj Khalifa, el edificio más emblemático de los EAU y quizás del medio Oriente. 828 metros de altura que culminan en una fina punta que parece rasgar el cielo.
Cogemos un taxi y nos dirigimos hacia el edificio en cuestión. El taxista es una mujer, lo cual nos sorprende. Posteriormente comprobaremos que la mayoría de taxistas son de India, pakistan o Bangladesh, pero en ese momento aún no lo sabemos. Nos estamos adaptando al país.
En el aeropuerto el día anterior habíamos procedido a sacar dinero del cajero en divisa local, los dirhams de los emiratos árabes. Siempre lo hacemos así, es lo más cómodo, y suelen aplicar mejor cambio que las casas de cambio. Así que pagamos a la taxista y nos dirigimos a la entrada del Burj Khalifa.
Llevo las entradas ya compradas con antelación. No suelo planificar tanto los viajes, pero en este caso es una excepción. Llevo contratadas todas las actividades y excursiones desde España. En este caso las he obtenido a través de la web www.burjkhalifa.ae/en/.
Llevamos los pasaportes porque se supone que nos los pueden pedir a la hora de recoger las entradas en la taquilla. Al final no piden nada. En seguida, después de una breve cola, pasamos al ascensor, uno de los muchos ascensores del Burj Khalifa. Creo que es el edificio con más ascensores del mundo.
La subida es un espectáculo en sí misma. Es tan rápida que se te taponan los oídos. En segundos pasas de estar al nivel del mar a estar a casi 1 km. de altura. Vamos haciendo fotos de la pantalla digital del ascensor con los pisos aumentando rápidamente.
Ya estamos arriba. Hemos escogido la franja del sunset, que es más bonita porque puedes ver el crepúsculo desde arriba. Lo primero que llama la atención es el buen olor de la estancia. Hay aromas perfumando el mirador exterior. Salimos afuera y el viento es fortísimo. Comenzamos a disfrutar de las espectaculares vistas. No hay límite de tiempo. Puedes estar hasta que te canses, aunque se echa de menos que haya un bar o algo así. Supongo que de haberlo, la gente se "apalancaría" y no querrían bajar


El niño está alucinado. Existe la posibilidad de hacer unos fotomontajes muy graciosos, haciendo que estás escalando estilo spiderman, y otras fotos graciosas de ese estilo. Pregunto el precio y es una pasada. Aunque como iréis viendo, Dubai es caro, y yo he venido preparado para eso. Ya meteremos la tijera cuando volvamos a España, que es lo que siempre digo yo.
Pero bueno, el caso es que no nos decidimos a hacer lo del fotomontaje. No lo creemos necesario.
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Vistas fabulosas desde el mirador
Después de estar cerca de tres horas arriba, y de haber contemplado la puesta de sol es hora de ir bajando de nuevo a pie de calle. Las fuentes que hay delante del Burj Khalifa están a punto de comenzar el siguiente pase.
Es muy espectacular, parecido a lo que son las fuentes del Bellagio, para que os hagáis una idea. Un magnífico show de agua, luces y música que deja maravillados a pequeños y mayores.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Algunas instantáneas del espectáculo
Después del show, mi hijo empieza a jugar con un amiguito improvisado, un niño filipino cuyos padres, no sé si turistas o trabajadores expatriados de Dubai, están cenando en una terraza de las inmediaciones. Diría que son turistas. Los niños no hablan el mismo idioma pero parecen entenderse de maravilla.
Bueno, es hora de ir volviendo. En el hotel hay un restaurante que me ha parecido bueno y vamos a cenar allí esta noche. Esperemos acertar.
Bueno, y nos os he puesto aún ninguna imagen de nuestro auténtico protagonista. Qué despistado soy. Ahí van un par.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***