Nos vamos a desayunar a Shea Schat's Bakery. Por fin unos donuts!!!!! Con medio litro de café!!!!!


Bueno, después de haber arrasado un poco en la tienda de Ralph Lauren, cogemos nuestros coches y vamos hacía Yosemite. El día había amanecido bastante gris lo que lamentablemente deslució todo.



Entramos por la Tioga Pass Entrance, y nos dan los mapas y comienz el ascenso con las vistas de las montañas hasta los 2600 metros de altitud. Los tímpanos se vuelven un poco locos, pero nada grave.
A partir de aquí el paisaje por Dana Meadows es muy bonito. En Toulumne Meadows había un supermercado y nos lo pasamos (error ya que luego teníamos mucho hambre y el camino se nos hizo muy largo).
Paramos en Lago Tenaya con una playa de arena dónde había puestos para hacer picnic y para hacer barbacoa y nos quedamos con las ganas…



Pasamos al Yosemite Valley

La siguiente parte del camino nos condujo lentamente por un paisaje abrumador. Es una carretera de dos carriles. Tampoco paramos en Swinging Bridge. Había que salir fuera y caminar por este puente. Hay buenas vistas del Half Dome, Yosemite Falls y el Capitán.
Finalmente llegamos a Yosemite Village. Allí hay área de servicios, restaurantes, tiendas, aseos, etc. Fuimos al supermercado y compramos lo necesario para el picnic. Nuestro amigo compró un pan realmente seco y estuvimos con la coña el resto del día. También compramos galletas Oreo. Las había con relleno de fresa, choco, menta, melo, …. Nosotros pillamos las de menta y choco, mmmhhhh.
Una vez que teníamos la tripa llena fuimos a ver las cascadas Lower Yosemite Falls desde aquí (ida y vuelta 45 min.). No cayó mucho agua pero algo había. Un paseo agradable por el bosque.

Al final vimos menos cosas que estaban planeadas pero de todos modos estuvo muy bien.
Arrancamos y nos fuimos hacía el hotel: Yosemite Bug Mountain Resort. Como sabíamos que estaba en medio del bosque pues tampoco no queríamos llegar de noche y nos faltaba todavía una horita.
Teníamos mucha curiosidad de lo que nos iba a tocar hoy para dormir. En la página web no quedó muy claro. Cuando llegamos allí vimos un montón de cabañas… Hicimos el check-in y nos dieron dos cabañas separadas. Vimos que todas las cabañas son siempre 2 alojamientos. El sitio parecía un poco rancio pero cual fue nuestra sorpresa que tras la fachada mega rústica nos encontramos una habitación bien montada, limpia y cada una ambientada con otro temario. La nuestra era oriental, de hecho se encontró Sofia una chaqueta roja de china en el armario…. La de nuestros amigos era como barroca.
Al ser ya hora de cenar, nos fuimos al “restaurante” que tenían allí: Café at the Bug. Era como un salón grande con una barra para pedir la comida (tipo self-service). Todo solo regular pero bueno, mejor que nada.
Finalmente hoy por fin íbamos a tomarnos un Gin Tónic. Pedimos unos vasos con hielo y nos sentamos en el porche de la cabaña a tomárnoslo. Las niñas mientras tanto dentro jugando a las cartas y haciendo tonterías.