Como ya habia comentado, dedicamos la mañana a recorrer Stavanger, tiempo más que suficiente, ya que es un sitio pequeño, pero con mucho encanto. Nos toco otro dia soleado... la verdad que tuvimos mucha suerte.
Comenzamos por el famoso Gamle, el bonito casco antiguo de casitas blancas. La verdad que es un lugar muy bonito, muy cuidado, con sus casas perfectamente conservadas y decoradas con flores, sus calles empedradas....tiene un encanto muy especial.
De ahí bajamos al puerto y la catedral, que está al lado, junto a un cuidado parque con su correspondiente lago.
Y después nos dedicamos a callejear. Comenzamos por Ovre Holmegate, la famosa calle de las casas de colores y seguimos por los alrededores, un entramado de callejuelas empedradas, con casas de madera y mucho ambiente de gente, tiendas y restaurantes.



Como ya era la hora buscamos un sitio donde comer y nos sentamos en un café frances que nos dio buena pinta. HORROR. Este fue el punto negativo del viaje. Para empezar la camarera, super antipática, nos dijo que teniamos que pedir dentro. Tenian una carta de bocadillos en Noruego que pasaban de traducir. Teniamos que habernos ido en ese momento, pero entre el cansancio y las pocas ganas de estar buscando.... pedimos dos bocadillos de pollo que parecían normales. Estaban malísimos..... no se que tenian pero yo no me lo pude ni comer. Entre eso y los malos modos.... Desde luego, recomiendo no ir jamas a ese sitio. Por cierto, el nombre Cafe Francoise. 30 euros tirados a la basura porque allí quedaron los bocatas, y acabamos en un super comprando unos bollos y unas chocolatinas.
Pero bueno, olvidamos el incidente y cogimos de nuevo el coche, rumbo a Kristiansand.
Al salir de Stavanger hicimos parada en las famosas espadas, Sverd y Fjell. lo malo es que se nubló de repente y empezó a gotear justo al llegar, asi que foto de urgencia y al coche.



Para ir hacia el sur seguimos la carretera turística de Jaaren. Unos paisajes muy diferentes a los anteriores. Campos llanos con cultivos y el mar al lado, faros.... lo malo es que llovía y asi no se aprecian tan bien las cosas. Pero pronto volvió a salir el sol y el resto del camino pudimos volver a disfrutar de paisajes espectaculares, con una mezcla de lagos, mar y como no, pueblos de casitas de madera.
Hicimos una parada para estirar las piernas de Flekkerfjord... un autentico pueblo fantasma! nadie en la calle... dimos un pequeño paseo y al coche.
Y llegamos a Kristiansand, ciudad de vacaciones de los Noruegos. Justo ese fin de semana había un festival de música, con lo que los hoteles estaban llenos, asi que no pudimos elegir mucho y eso que hicimos la reserva meses antes!! pero al parecer es un festival anual muy famoso..... y ya estaba bastante lleno todo. Nos quedamos en el hotel Norge. Típico hotel enorme, de 4* pero antiguo.... eso si, la habitacion muy amplia... y el desayuno super variado y muy bueno! Tenía parking, otra razón para reservar alli... de pago, eso si, peor siempre es más cómodo. En total nos salio unos 170 €, con desayuno y parking.
Esa noche cenamos en el Mcdonals y nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, que estaba muy animado, con mucha gente joven debido al festival. No es un sitio maravilloso, peor no está mal. Tiene toda la parte del puerto, muy cuidada y como tiene ambiente de vacaciones, no está nada mal.


Después de un largo paseo, nos fuimos a dormir con mucha pena. Ya solo nos quedaba un dia más de viaje....