Ese dia nos levantamos tempranito y ya lucia el sol... un alivio, porque la noche anterior hacía bastante fria.... pero por fin llegaba el buen tiempo que nos acompañaría el resto del viaje.
Despues de desayunar en el hotel, salimos hacia la catedral, para después recorrer karl Johans hasta el Palacio real. El ambiente ya no tenia nada que ver con el dia anterior, habia bastante gente en las terrazas y paseando... Dimos un paseo por los jardines del palacio, unos jardines sin mas, y nos dirigimos hacia Damstrede, una coqueta calle con casitas de madera de colores, muy cuidadas.
Desde ahí nos dirigimos a Vulkan, un barrio nuevo, que en realidad es una calle,con arquitectura moderna y que resulta curioso porque no tiene nada que ver con el entorno. Lo atravesamos y fuimos a salir al rio "Akerselva" y las zonas verdes que lo rodean.
Esta parte de Oslo me encantó. Parece que estás realmente en el campo, no en el centro de una ciudad. Tiene numerosos senderos y puentes y es un paseo muy agradable.... el tiempo que te apetezca, ya que son varios km.
Nosotros salimos de ahí por la parte alta del barrio de Grunerlokka, que es un barrio "bohemio", con gente joven y muchos restaurantes y cafeterias. Me gusto bastante, tenia un ambiente interesante. Recorrimos la calle principal, Thorvald Meyers, y paramos en comer en un café que ya llevaba yo apuntado, Fru Hagen. Pedimos una ensalada y un sandwiche de pollo y dos coca-colas. Estaba todo muy bueno, la verdad y nos salio unos 400 nok, no estaba mal para Oslo. El sitio muy agradable, lo recomiendo.


Tras comer, pillamos el tranvía y nos fuimos para el parque Vigenland. No estaba segura si se podía comprar el billete en el mismo tranvia... asi que al entrar pregunte al conductor.... que, según yo entendí, me dijo que normalmente si, pero hoy tenia la maquina estropeada.... total que nos dejo pasar gratis. jeje
El parque la verdad que es bonito. No ya por las estatuas en si, que al final te parecen todas lo mismo.... si no por lo planificado y cuidado que está cada rincón. Eso si, está super masificado.... pero para mí merece la pena.
Tras el largo paseo recorriendo el parque volvimos al centro paseando, por Bogstadveien, la típica calle comercia, que llega al Palacio... dimos otra vuelta por Karl johans y nos fuimos a la zona de la estación central para atravesar el Akrobaten hasta el "codigo de barras".



Ya se estaba empezando a vaciar la ciudad.... y aun no eran las nueve! asi que nos fuimos a buscar un sitio donde cenar y terminamos en un Burger king. Después, como empezó a llover nos fuimos al hotel, que al dia siguiente comenzaba realmente el viaje.