Nos levantamos pronto para ir a Flam y hacer el recorrido por el fiordo. Lo llevaba ya comprado, con la vuelta a Flam en bus incluida. Lo compre en la página de visit flam y me salio unos 45 euros por persona.
Llegamos al muelle de Flam con tiempo para coger el barco... mejor ir pronto porque no está bien señalizado para mi gusto... y además asi puedes pillar buen sitio. Nos sentamos arriba del todo. Eso si, mejor llevar ropa de abrigo... porque alli arriba hace mucho frio!! El paseo espectacular. Son dos horas y media pero se hace corto. Unos paisajes espectaculares, sobre todo cuando pasas por los tramos más estrechos.... Además al principio habia mucha gente sacando fotos.... empujando... pero a la media hora la mitad se fueron a la parte de dentro a sentarse (cosa que no entiendo.... ) y el resto del trayecto fue mucho más agradable. Una delicia. La pena es que estaba nublado y las fotos no hacen justicia a tanta belleza.


Al llegar a Gudvagen, el bus está en el parking de al lado del muelle (aunque nos costo localizarlo) y en 20 minutos de nuevo en Flam.
De Flam nos fuimos a Voss, donde habíamos decidido comer. Este pueblo esta bastante bien. tiene una calle principal con varios restaurantes, tiendas... y al final la iglesia y un lago enorme rodeado de cesped. No es ninguna maravilla... pero para hacer parada me gustó. Comimos en Pepe´s pizza. La verdad que no me gusto mucho porque son pizzas tipo americano... con mucha salsa barbacoa... y demás, pero bueno, pasable. Dos pizzas y dos coca-colas unos 60 euros. Caro para lo que son, aunque es verdad que las pizzas son grandes, yo ni me la terminé.
Y por fin pusimos rumbo a Bergen. Por cierto que en el camino, casi por casualidad, nos encontramos con la cascada tvindefossen, con la correspondiente parada para hacer fotos... jeje
Nos alojamos en Olle Bull hotel & apartaments. 95 euros con desayuno. Era un apartamento estudio. No estaba mal y muy bien situado, pero debajo habia un pub y la música parecia estar en la habitacion Afortunadamente cerró a la 1.30. El desayuno más bien malo. Dejamos el coche en un parking cercano (23 euros el dia).
Lo primero que hicimos, por supuesto fue ir directamente al Bryggen. La verdad que es bonito, aunque como ya esta tan conocido.... no impresiona. Pero realmente merece la pena.
Después subimos en el funicular. Las vistas son realmente bonitas y hay mucho ambiente, con mucha gente sentada en las escaleras.... me gustó mucho. Además hay muchos senderos señalizados para pasear, con figuritas de trolls, un lago.... parece que estás en un bosque de cuento!


Después del paseo volvimos al apartamento a descansar un poco y hacernos un picoteo con nuestro surtido de ibéricos... jeje. Y volvimos a salir para ver el Brygge con el sol poniéndose (a eso de las 11 de la noche) ya que tiene una luz super especial. Después de vuelta a casa, que necesitábamos un descanso, ya al dia siguiente seguiriamos visitando Bergen.

