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A Grecia se viaja por dos motivos: por el sol y la playa (en este caso el destino principal son las islas) o bien para disfrutar de los restos de la civilización griega clásica, origen de nuestra cultura (en cuyo caso, hay que visitar principalmente el continente).
A nosotros nos interesaban las dos cosas y para intentar entender mejor lo que ibamos a ver, nos preocupamos de conocer la historia, la arquitectura y la mitología de la Grecia clásica. Hacer un repaso sistematico de todo ello ocuparía demasiado espacio pero al menos voy a intentar hacer un escueto resumen de estos temas. Si no estais interesados, podeis saltaros esta etapa tranquilamente
HISTORIA DE GRECIA
A pesar de que hablamos de la historia de Grecia como país, la verdad es que a lo largo de su historia los griegos o bien han estado divididos luchando entre ellos o bien dominados por potencias extranjeras. La moderna Grecia apenas tiene dos siglos de existencia. Sin embargo, al compartir un idioma y una religión común, siempre se han considerado a sí mismos griegos, distintos a los extranjeros o bárbaros y parte de una misma entidad denominada la Hélade.
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CULTURA MINOICA (3000 – 1450 A.C.)
En Creta se desarrolló una de las civilizaciones más antiguas del planeta, contemporantea de los egipcios. A partir del 2700 a.C. surgió en la isla una rica y floreciente cultura comercial perteneciente a la Edad del Bronce. Alrededor del año 2000 a.C. se desarrolló fuertemente el comercio marítimo y se empezaron a construir palacios como el de Knosos. Inicialmente tenían una escritura jeroglífica y luego desarrollaron una escritura silábica llamada Lineal A y Lineal B. Los cretenses conocían la alfarería y la metalurgia del bronce. En su religión eran importantes los toros y las diosas de la fertilidad.
Alrededor del 1628 a.C la civilización minoica fue destruida por la erupción del volcán de Santorini y posteriormente Creta pasó al dominio micénico.
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Palacio minoico de Knossos en Creta
LOS AQUEOS: CIVILIZACION MICENICA (1500 – 1100 A.C)
En torno al año 1600 a.C. los aqueos, un pueblo de habla griega y de origen indoeuropeo, irrumpió en el territorio de la Grecia continental, estableciéndose en el extremo noreste de la península del Peloponeso y formando varios estados, de los que el más importante fue Micenas que alcanzó su máximo desarrollo entre 1350 y 1200 a.C. El régimen de gobierno era una monarquía. Las ciudades micénicas estaban fortificadas rodeadas de murallas ciclópeas y tenían un palacio en su interior. La religión micénica es el gérmen de la griega y algunos de los dioses clásicos griegos ya eran venerados por los aqueos. En Micenas los reyes fueron enterrados en impresionantes estructuras semisubterraneas llamadas tholos.
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Puerta de los leones de Micenas
LOS DORIOS: LA EDAD OSCURA (1100-800 A.C.)
Hacia el año 1200-1100 a.C., otro pueblo de origen griego, los dorios, que utilizaban armas de hierro, se apoderó de Grecia destruyendo la civilización micenica. La guerra de Troya, descrita por Homero en la Iliada, fue probablemente, uno de los conflictos bélicos que tuvieron relación con esta invasión. Esparta y Corinto se transformaron en las principales ciudades dóricas. Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se conoce con el nombre de Edad oscura.
EPOCA ARCAICA (800-494 A.C.)
Durante la época arcaica, Grecia sufrió una gran recuperación política, económica y cultural gracias a la organización en ciudades Estado (polis) que estaban constantemente guerreando entre sí. La población que sobraba emigró y fundó colonias en las costas de Asia Menor y el mar Negro, en Sicilia, en el sur de la península itálica, en el sur de Francia y las costas del levante de la península ibérica (Ampurias). Las nuevas colonias se convirtieron en polis políticamente independientes de sus respectivas metrópolis pero mantuvieron con ellas estrechos vínculos religiosos, económicos y culturales.
Originalmente cada polis era gobernada por un rey (basileos) junto a una aristocracia dominante. Progresivamente fueron sustituidos por magistrados elegidos por el pueblo (arcontes), origen de la democracia, a los que en periodos de crisis se les daba poderes absolutos (tiranos).
La religión griega se desarrolló completamente y se definió el panteón griego que todos conocemos. En toda Grecia se fundaron santuarios dedicados a diferentes divinidades que eran territorio neutral común a todos los griegos. Los más famosos eran Olimpia, Delfos y Delos. En estos santuarios se comenzaron a celebrar periódicamente competiciones atléticas en honor a los dioses, de las que las Olimpiadas fueron las más conocidas. La primera Olimpiada se celebró en el año 776 a.C.
En este periodo se establecieron las formas del templo griego clásico que se contruían en las acrópolis de las ciudades y en los santuarios panhelénicos.
En filosofía destacaron Tales de Mileto y Pitagoras y durante este periodo Homero escribió La Iliada y la Odisea
La escultura arcaica tenía influencia egipcia. Tipicamente se representaban varones (Kuros) y mujeres (Kore) en posturas muy rigidas, pintadas de colores y con una característica expresión llamada "sonrisa arcaica".
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La Koré del peplum
GRECIA CLASICA (494 A.C – 359 A.C)
Los siglos V y IV a.C. corresponden al apogeo de las grandes ciudades-estado independientes, entre las que destacan Atenas y Esparta.
Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus débiles vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta, estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de conquistas y gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo la dirección de Atenas.
En un principio, los griegos se unieron para derrotar a los temidos persas (o medos) en las llamadas guerras médicas. En la primera Guerra Médica en 490 a.C los griegos derrotaron a Darío I en la batalla de Maratón. En la segunda, aunque los espartanos perdieron en la épica batalla de las Termópilas (narrada en la película 300), de nuevo vencieron a los persas de Jerjes en las batallas de Platea y Salamina (478-9 a.C.).
Tras la victoria, Atenas se convirtió en la gran potencia político-militar de la Hélade y fundó la Liga de Delos, lo que les acarreó gran número de enemigos. Este período es denominado como la 'Edad de Oro de Atenas', o 'siglo de Pericles' en honor al gobernante que llevó a Atenas a su máximo esplendor. Durante el mandato de Pericles se consolidó la democracia, se construyeron el Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios e hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin rival. El teatro griego alcanzó su máxima expresión con las obras trágicas de autores como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y el autor de comedias Aristófanes. Tucídides y Heródoto fueron famosos historiadores. Tambien destaca la figura del filósofo Sócrates.
Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la Guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró desde el 432 hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.
En 403 a.C. las ciudades sometidas a la rígida tiranía espartana se levantaron capitaneadas por Tebas que tras multiples batallas paso a ejercer la hegemonía en Grecia.
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El Partenón
ÉPOCA HELENÍSTICA: ALEJANDRO (359 – 146 A.C.)
Aprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en la guerras del Peloponeso, el rey Filipo II de Macedonia, un reino del norte, de habla y cultura griegas, pero considerado de inferior categoría, se anexionó por la fuerza Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, en 336 a.C., su hijo Alejandro Magno, consolidó el dominio macedonio sobre Grecia y conquistó en apenas 13 años todo el imperio persa, Egipto e incluso la India, formando el mayor imperio de la antigüedad.
Tras su muerte en Babilonia (323 a.C.) sus generales se repartieron sus posesiones formando varios imperios independientes: Antigónida en Grecia, Seléucida en Asia, Ptolemaico en Egipto, etc que pervivieron batallando entre sí muchos años. Con Alejandro desapareció el antiguo poder de los griegos, pero no su cultura que, fusionada con la oriental, dio origen al mundo helenístico. La prosperidad y riqueza que trajo el imperio de Alejandro, permitió el desarrollo y expansión del arte griego por todo el mundo conocido. El arte de esta época denominado helenistico, se caracteriza por su barroquismo y expresividad. En arquitectura se desarrollaron grandes complejos urbanísticos de una riqueza extraordinaria.
ROMA (146 A.C. – 476 D.C)
Tras la victoria romana en la batalla de Corinto en el 146 a.C. Grecia paso a ser de facto un protectorado romano que pagaba tributo a Roma. En el 88 a.C. los griegos se sublevaron y el general romano Sila aplastó la rebelión. Augusto convirtió a Grecia en la provincia Aquea del imperio en el 27 a.C. Pero los conquistados finalmente conquistaron a sus vencedores sin necesiad de armas. Los romanos adoptaron con entusiasmo el arte, la arquitectura y la religión griegas lo que ha servido para conservar la cultura griega hasta nuestros días, de tal forma que se habla de cultura greco-romana en general.
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Puerta de Atenea Arquegetis (Atenas)
EDAD MEDIA, MODERNA Y CONTEMPORANEA
Tras la división del imperio romano en el 395 d.C., Grecia pasó a formar parte del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino. Constantinopla se erigió como la Segunda Roma y como el centro de la civilización greco-romana que perduraría hasta el siglo XV. Durante este periodo los cristianos bizantinos se separaron de Roma y fundaron su propia iglesia denominada ortodoxa.
En el siglo VII los árabes se apoderaron de Chipre y Rodas. En el siglo XIII Grecia fue conquistada por los francos y en el siglo XIV por Venecia y Génova.
Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos en el siglo XV y pasó a llamarse Estambul y durante los siglos XVI, XVII y XVIII Grecia formó parte del imperio turco otomano.
Los griegos se independizaron en 1821 y se constituyó el moderno Estado Griego. Durante el siglo XIX los griegos continuaron batallando contra los turcos liberando territorios hasta entonces sometidos, como Tesalia o el Epiro. Durante las Guerras Balcánicas, Grecia logró también liberar Macedonia y Tracia. Aprovechando la derrota turca en la Primera Guerra Mundial, Grecia invadió Asia Menor pero esta aventura acabó en derrota y en la expulsión de 1.500.000 griegos, acabando así 4.000 años de ininterrumpida presencia griega al Este del Mar Egeo.
Durante la década de los años 30, Grecia se vio arrastrada al fascismo de la mano del dictador Ioannis Metaxas. En la Segunda Guerra Mundial, Grecia fue ocupada por la Alemania nazi y gobernó un régimen colaboracionista. Siguió a la ocupación nazi una Guerra Civil Griega, que concluyó en 1949. En 1952, Grecia ingresó en la OTAN, y en 1981, en la Unión Europea. Hoy Grecia es una república parlamentaria democrática bien asentada.
ARQUITECTURA GRIEGA
Si queremos interpretar correctamente las ruinas griegas es conveniente hacer un pequeño repaso de la arquitectura clásica
Los templos griegos se situaban en la zona sagrada de las ciudades-estados (el témenos) mientras que la zona civil de la ciudad albergaba el teatro y el ágora o plaza principal. Entre otros edificios públicos, en el ágora había stoas o pórticos, construcciones rectangulares abiertas flanqueadas por columnas que servían para descansar, reunirse, comerciar o para realizar juicios.
La entrada a la zona sagrada se hacia por un edificio llamado propileos. Además del templo, en el área sagrada había otros edificios: los tesoros, que guardaban los regalos votivos ofrecidos por la ciudad o por simples ciudadanos a los dioses, salas para banquetes rituales (hestiatòria), stoas...
El templo puede ser considerado la más lograda realización de la arquitectura griega. El templo griego era una estructura construída para albergar la imagen de un dios. Los templos en sí no solían servir como lugar de culto ya que la veneración del dios y los sacrificios a él dedicados se realizaban fuera de ellos aunque sí se usaban tambien para almacenar ofrendas votivas generalmente de gran valor.
La mayor parte de los templos griegos estaban orientados astronómicamente en dirección este-oeste, con la entrada hacia el este a diferencia de los templos romanos que se orientan de norte a sur.
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El templo se erige sobre una plataforma llamada crepidoma formada por escalones llamados estereóbatos los inferiores y el superior llamado estilóbato que sirve de base a la construcción.
La cella o naos era la nave interior del templo que albergaba la estatua del dios y a la que únicamente podía acceder el sacerdote. El culto se desarrollaba sobre un altar alzado frente al templo. La cella estaba cerrada con paredes y habitualmente sólo tenía una puerta de entrada.
El espacio frente a la entrada a la cella es el pronaos o prodromos, y normalmente estaba delimitado por columnas. El opistodomo era el espacio opuesto al pronaos en la parte trasera de la cella y podía o no tener comunicación con la cella
El edifico de la cella, pronaos y opistodomo podía estar rodeado de columnas en mayor o menor medida. La columna, formada por capitel, fuste y eventualmente basa, tenía en lo alto un entablamento, compuesto por arquitrabe, friso y cornisa.
Según el número y disposición de las columnas hay varios tipos de planta:
• templo in antis: en la fachada del pronaos hay dos columnas entre dos tramos de muro que prolongan por delante las paredes laterales de la cella
• templo en doble antis: es un templo in antis con otras dos columnas en el opistodomo
• templo próstilo: el frente de la cella presenta enfrente una columnata completa
• templo anfipróstilo: con columnata delante y detrás de la cella.
• templo períptero: la columnata rodea los cuatro lados de la cella creando un pórtico cuadrangular (peristilo).
• templo pseudoperíptero: las columnas de los laterales no son completas sino pilastras adosadas a las paredes de la cella.
• templo díptero: es un templo períptero con una doble fila de columnas.
• templo pseudodíptero: es un templo pseudoperiptero con un peristilo exterior
• templo monóptero: templo circular que carece de cella.
• tholos: templo circular provisto de cella.
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«Greek temples-es» de B. Jankuloski - File:Greek_temples.svg. Disponible bajo la licencia CC BY-SA 3.0 vía Wikimedia Commons - commons.wikimedia.org/ ...les-es.svg
Según el número de las columnas presentes en la fachada del templo, este es definido como:
• áptero: sin columnas.
• dístilo: con dos columnas en el frente.
• tetrástilo: con cuatro columnas en el frente.
• hexástilo: con seis columnas; la mayoría de los templos griegos clásicos eran hexástilos.
• octástilo: con ocho columnas; un ejemplo es el Partenón.
• decástilo: con diez columnas.
• dodecástilo: con doce columnas.
Aunque los griegos conocían el arco, no lo usaban. Los techos tenían cubierta a dos aguas y en los extremos formaban un arquitrabe con forma de triángulo llamado frontón. El espacio interior del frontón se llama tímpano y solía decorarse con esculturas. Sobre el vértice y los angulos inferiores del frontón se situaban adornos llamados acroteras.
En cuanto a los materiales usados, se usó al principio el «poros», que podía ser un conglomerado o piedra arenisca (como en el templo de Zeus en Olimpia). Luego se uempezó a utilizar piedra caliza dura de mejor calidad. El mármol no se empleó hasta mediados del siglo V a. C., pues ofrecía dificultades para trabajarlo (usado en el Partenón y en el templo de Apolo en Delfos).
Los templos griegos estaban pintados con colores vivos. La piedra estaba pintada de blanco mientras que los triglifos se pintaban de azul y las metopas de rojo. La policromía hacía resaltar el templo sobre el paisaje. En algunos templos las metopas estaban esculpidas representado historias mitológicas. Las terracotas arquitectónicas del techo también estaban pintadas con vivos colores.
A lo largo de la historia se sucedieron varios ordenes constructivos. El dórico y el jónico son considerados los estilos clásicos. El orden corintio se añadió en el siglo V a. C. y el capitel compuesto apareció durante el períoco helenístico.
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ORDEN DÓRICO
El templo dórico es el prototipo de templo griego. Aparece en su forma canónica en el siglo VII a. C.. Intenta imitar la construcción de madera de los templos antiguos. Por ejemplo los triglifos parecen derivar de la cabecera de las vigas de la cubierta, mientras que las metopas no serían otra cosa que la evolución de los paños de cierre entre una viga y la otra.
El templo dórico es armonioso ya que todas sus medidas son proporcionales al módulo.
• El módulo es la medida del diámetro de la columna en su base.
• La altura de la columna es 4 o 5 veces el módulo.
• El entablamento es 1/3 de la columna y tiene la misma altura que el frontón.
• El arquitrabe y el friso son cada uno 1/6 de la altura de la columna.
• La base del templo con las gradas es la mitad del entablamento, esto es, debería ser la misma altura del arquitrabe o del friso.
• La relación entre longitud y anchura del templo es en general de 1:2 (aunque puede llegar a 2/5).
• El número de las columnas laterales es proporcional al de las columnas de la fachada, y puede ser igual al doble, el doble + 1, o el doble + 2: por ejemplo un templo hexástilo podía tener doce, o más frecuentemente trece o catorce columnas en los lados largos; raramente más.
La columna dórica no tenía basa y se apoyaba directamente en el estilóbato. Su fuste estaba formado por bloques cilíndricos llamados tambores y tenian entre 16 y 20 estrías de arista afiladas. El capitel estaba formado por collarino, equino y un ábaco cuadrado.
Para lograr una mayor armonía visual, los griegos emplearon otros trucos ópticos:
• las columnas eran ligeramente cónicas (se estrechaban hacia lo alto)
• las columnas tenían a lo largo de todo el fuste acanaladuras con aristas agudas que, creando juegos de luces y de sombras, daban cuerpo a la columna
• el éntasis, esto es, el leve abombamiento de la columna a alrededor de 1/3 de su altura era una forma de enfatizar su función estructural, como si se deformase visiblemente bajo el peso de la estructura arquitectónica
• desigual distancia de los intercolumnios, siendo mayor entre las columnas de entrada a la cella, y más reducida en las columnas laterales.
• curvaturas del entablamento y del estilóbato hacia arriba, para evitar el efecto de pandeo, de vencimiento por el centro.
• inclinación de las columnas hacia adentro para impedir la sensación de caída y crear el llamado efecto piramidal.
• mayor anchura de las columnas de los ángulos, anulando cualquier presión de debilidad en ese punto.
El entablamento estaba formado por tres franjas:
1) el arquitrabe, liso sin adornos
2) el friso, de la misma altura y longitud que el arquitrabe y dividido en paneles cuadrados llamados metopas, lisas o decoradas, separadas por triglifos, elementos con tres estrías, de los que cuelgan gottae, pequeños elementos decorativos.
3) la cornisa saliente, con pequeños taquitos o mútulos.
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Templo dórico: Hefestion (Atenas)
ORDEN JÓNICO
El templo jónico aparece a mediados del siglo VI a. C., siendo originario de Asia Menor. Además de la forma, más ligera y armoniosa que la del templo dórico, se caracteriza por algunos elementos innovadores:
• la columna es más esbelta y fina que la dórica y va dotada de basa. Se trata de una pieza de apoyo compuesta por tres molduras: dos boceles circulares o medios toros y una escocia intercalada entre ambos. En ocasiones, esta basa se apoya a su vez sobre un plinto, pieza prismática de planta cuadrada de poco espesor. Tiene numerosas estrías y aristas descantilladas.
• El fuste es de sección circular. Posee 24 acanaladuras o estrías separadas entre sí por finos filetes longitudinales. El tamaño total de la columna suele ser de dieciocho módulos y el del propio fuste de dieciséis. Frecuentemente, el fuste acaba en un collarino, y a la separación entre ellos se le llama astrágalo.
• El capitel es el elemento más representativo de este orden y se reconoce por las dos volutas o espirales con que se adorna. Forman parte del equino que se completa con otros ornamentos en forma de ovas y dardos. El capitel se remata con un estrecho ábaco rectangular.
• El entablamento mide generalmente un quinto del orden total. Está formado por:
a) El arquitrabe, que se muestra usualmente descompuesto en tres bandas horizontales superpuestas y escalonadas llamadas platabandas, cada una de ellas sobresale hacia el exterior respecto a la inferior, y está coronada en lo alto por molduras.
b) El friso es una banda continua adornada con una sucesión de metopas solamente sin triglifos que carga directamente sobre el arquitrabe.
c) La cornisa coronada por el alero forma un saledizo que generalmente cuenta con una moldura de tipo cimacio
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Templo jónico: Templo de Atenea Niké (Atenas)
ORDEN CORINTIO
El orden corintio es el más elegante y ornamentado de los órdenes arquitectónicos clásicos. Se atribuye su creación al escultor griego Calímaco en el siglo IV a. C.
Se caracteriza por las siguientes peculiaridades:
• La basa y el fuste de las columnas y el entablamento son similares al orden jónico
• El capitel es el elemento más representativo de este orden y se reconoce por su apariencia de campana invertida o cesta de la que rebosasen las hojas de acanto, cuyos tallos dan lugar a una especie de volutas o espirales (caulículos) en las cuatro esquinas.
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Edificio corintio: Biblioteca de Adriano (Atenas)
La mayoría de los templos griegos clásicos son sobre todo de orden dórico y algo menos jónico. Templos enteramente corintios se encuentran sólo en la época helenística y especialmente tendrán una enorme difusión en la arquitectura romana.
MITOLOGÍA GRIEGA
El arte griego es un arte eminentemente religioso. Para entender mejor las obras de arte de los museos es conveniente conocer someramente lo principal de la mitología griega
LOS DIOSES GRIEGOS
La mitología griega empieza con el Caos, un profundo vacío. De éste emergió Gea (la Tierra). Sin ayuda masculina, Gea dio a luz a Urano (el Cielo), que entonces la fertilizó. De esta unión nacieron primero unos dioses llamados Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Tetis y Cronos. Tras nacer éste último, Gea y Urano decretaron que no nacerían más titanes, de forma que los siguientes hijos de la pareja fueron los Cíclopes, gigantes de un solo ojo y los Hecatónquiros.
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Cronos (el Saturno romano), el dios del tiempo, con ayuda de su madre Gea, derróco a su padre Urano le castró con una hoz para evitar que tuviera más hijos (no se andaban con tonterías). Así Cronos se convirtió en el gobernante de los dioses con su hermana Rea (Cibeles), la diosa de la Tierra, como consorte y los otros Titanes como su corte.
De la espuma del mar surgida después de que Cronos castrase a Urano, nació Afrodita (Venus), la diosa del amor y la belleza. De la sangre que Urano derramó sobre Rea nacieron los Gigantes, las Erinias y las Melíades
Cronos temía que su descendencia hiciera lo mismo que él hizo con su padre (ay, la mala conciencia...), por lo que cada vez que Rea daba a luz un hijo, él lo devoraba. Estos hijos deglutidos fueron:
• Hestia (la Vesta romana), diosa del hogar y protectora de la familia
• Hera (Juno), diosa de la fidelidad y el matrimonio
• Hades (Plutón), dios del inframundo y de los muertos
• Deméter (Ceres), diosa de la agricultura.
• Poseidón (Neptuno), dios de los océanos, representado blandiendo un tridente con el cual podía, a su antojo, desencadenar las tempestades.
Su mujer, cansada de esta actitud tan poco edificante cambio a Zeus, el último de sus hijos recién nacidos por una roca, Cronos se la tragó y así se salvo. El niño Zeus fue criado secretamente en el monte Ida de la isla de Creta por coribantes y ninfas, y alimentado con leche de la cabra Amaltea (uno de sus cuernos rotos se transformó después en el “Cuerno de la Abundancia”). Cuando Zeus creció, dio a su padre una droga que lo obligó a vomitar, primero la piedra (llamada Onfalos y que se cedió a la serpiente Pitón que vivía en Delfos) y luego a sus hermanos que habían permanecido en el estómago de Cronos todo el tiempo cual Caperucita Roja. Zeus y sus hermanos, con la ayuda de los Cíclopes, vencieron a Cronos y le condenaron junto a los Titanes a prisión en el Tártaro (el infierno). Esta guerra se denominó la Titanomaquia.
Zeus, el "padre de todos los dioses", se casó con su hermana Hera, mujer agradable pero de carácter irascible y extremadamente celosa. De la unión de Zeus con Hera nació un hijo tan feo que Hera lo arrojó desde lo alto del Olimpo hasta la isla de Lemnos. Esa tremenda caída provocó al pobre Hefaistos (Vulcano) una cojera eterna. Arrojado de la comunidad de los dioses se hizo herrero y se estableció bajo el volcán Etna en Sicilia. El fuego que brota de esa montaña es el de la fragua de Hefaistos, a quien Zeus encargó forjar el rayo. Los compañeros de Hefaistos allí eran los Cíclopes. Zeus pidió también a Hefaistos que edificara la morada olímpica y como recompensa le concedió la mano de la más bella de todas las diosas: Afrodita
Los otros dos hijos de Zeus y Hera fueron Ares (Marte), el dios de la Guerra y Hebe (Juventus), la diosa de la juventud.
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Para defender el Olimpo, Zeus tuvo que sostener terribles combates. Según la leyenda, los gigantes habían sobrepuesto montañas —Pelión y Osa— una encima de otra, formando una escalera para asaltarlo pero fueron rechazados por Zeus mediante rayos. Esta guerra se llama la Gigantomaquia.
Zeus era un poco casquivano y tuvo numerosas relaciones forzadas llamadas raptos (hoy en dia las llamaríamos violaciones) con otras diosas y mortales de las que nació una numerosa progenie.
Con Leto, la hija de unos titanes, tuvo dos hijos mellizos: Apolo y Artemisa. Cuando Hera descubrió que Leto estaba embarazada de su esposo se enfadó un poco y le prohibió que diera a luz en tierra firme. Leto encontró la isla flotante de Delos, que no era ni el continente ni una isla real, y allí nacieron los hermanos. Después, Zeus aseguró Delos al fondo del océano y más tarde esta isla fue consagrada a Apolo.
Apolo, el dios de la música, la poesía y el sol, era además el más hermoso de los dioses. Cuando era un niño estranguló con sus manos a la serpiente Pitón que vivía en Delfos. Tuvo un hijo con la ninfa Arsinoe llamado Asclepios (Esculapio, dios de la Medicina) que fue fulminado por Zeus. En venganza, Apolo mató a los Cíclopes forjadores del rayo y Zeus lo desterró un año como pastor. Tiempo después, en compañía de Poseidón, exiliado como él por el simpático Zeus, edificó las murallas de Troya. Al fin fue llamado al Cielo por su padre, quien le confió el Carro del Sol acompañado de las Horas. A Apolo le gustaba descansar en el monte Parnaso acompañado por las nueve Musas, inspiradoras de las artes y las ciencias y de cuyo nombre derivan las palabras música y museo.
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El Apolo del fronton occidental del templo de Zeus (Olimpia)
Su hermana Artemisa (Diana), era la diosa de la luna, de los bosques y la caza.
Zeus con Demeter tuvo como hija a Perséfone (Proserpina) que fue raptada por Hades que la convirtió en la reina del inframundo
Dioniso (Baco) era el hijo de Zeus y Perséfone (Zeus se acostaba con la madre y con la hija, que tío). La celosa Hera envió a los Titanes a descuartizarlo y aunque Zeus les hizo huir con sus rayos, éstos ya se habían comido todo el cadaver salvo su corazón. Zeus puso el corazón en el vientre de la princesa Sémele, de donde volvió a nacer. Dioniso es el dios del vino y su resurrección inspiró un culto mistérico que se extendió por toda Grecia y luego Roma en el que se celebraban grandes orgias (“bacanales”).
Hermes (Mercurio) era hijo de Zeus y la pléyade Maya. Era el dios de los viajes y el mensajero de los dioses. Se le representa con un sombrero de viaje, alas en los pies y un bastón alado en las manos con dos serpientes enroscadas llamado caduceo.
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Hermes con el niño Dioniso, obra de Praxiteles (Olimpia)
Hermes tuvo un hijo llamado Pan, el fauno, un dios con cuerpo y patas de macho cabrío y permanentemente salido que se conviertió en el dios de los pastores y de la fertilidad y de la sexualidad masculina.
A Zeus le habían profetizado que su primera esposa, la titán Metis, daría a luz un dios «más grande que él», así que la devoró mientras estaba embarazada de Atenea. Un día Zeus se levantó con dolor de cabeza. Como no se calmaba se fue a la fragua de Hefaistos y le pidió que le abriera el cráneo con un hacha (
) de donde brotó Atenea (Minerva), la diosa de la Guerra y de la Sabiduría y la protectora de Atenas. LA CENTAUROMAQUIA
Cuenta la mitología griega que en los boscosos montes de la región de Tesalia vivía una raza de seres fabulosos y salvajes, mitad hombres y mitad caballos, los centauros, cuyo origen se perdía en la noche de los tiempos. En cierta ocasión, algunos de ellos fueron convidados a la boda de su primo Piritoo, rey de los lapitas. Hasta ese momento, los centauros jamás habían consumido vino, de forma que durante el banquete nupcial acabaron borrachos. La ebriedad terminó por desatar en ellos las más bajas pasiones (lo normal, vamos) y trataron de violar y raptar a la propia novia, Hipodamía y a algunas de las mujeres que asistían al banquete. Se desencadenó así una cruenta lucha entre los lapitas que acabaron triunfantes, y los centauros, muchos de los cuales perdieron la vida en el combate. Este épico combate se representa en muchas obras de arte griegas.
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La Centauromaquia en el fronton occidental del templo de Zeus (Olimpia)
MITO DE HÉRCULES
Hércules o Heracles es un semidios o héroe, hijo de Zeus y Alcmena, reina de Micenas y caracterizado por tener una fuerza sobrehumana. La celosa Hera retrasó el parto de Alcmena para que su sobrino Euristeo naciera antes y fuera proclamado rey de Micenas mientras que Heracles fue nombrado rey de Tirinto. Hera también mandó dos serpientes a matarlo pero el supervitaminado bebé Hercules las estranguló. Zeus engañó a Hera para que amamantase a Heracles. Al descubrir quién era, lo apartó bruscamente de su pecho, escapándose un chorro de leche que formó la Via Láctea.
En un ataque de locura provocado por Hera, Heracles mató a su mujer Megara y a sus hijos. Al despertar se horrorizó y huyó a tierras salvajes. Su hermano Ifilces le encontró y le convenció para que fuera al Oráculo de Delfos. En penitencia, la sibila délfica le dijo que tenía que llevar a cabo una serie de doce trabajos dispuesta por Euristeo, el hombre que había usurpado su legítimo derecho a la corona y a quien más odiaba.
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Hércules Farnesio, Museo Arqueológico Nacional de Nápoles
El primer trabajo consistió en conseguir la piel del león de Nemea. Este león era una bestia que aterrorizaba la Argólida. Hércules intentó matarle pero el animal era invulnerable a las flechas Entonces le atacó con su maza y aunque hirió al animal, la maza se partió en dos. Finalmente Hércules se enzarzó en una pelea cuerpo a cuerpo hasta que consiguió ahogar al león. Hércules le desolló y se cubrió con su piel.
Como segundo trabajo, Eristeo le encargó matar a la hidra de Lerna. En la laguna de Lerna habitaba una gigantesca serpiente de agua con numerosas cabezas y si se le cortaba una cabeza nacían otras dos. Este monstruo se dedicaba a asolar los campos y devorar a todos los seres vivos de la zona. Mientras Hércules iba cortando cabezas de la hidra, su sobrino Yolao iba cauterizando los muñones para que no volviesen a nacer. Acabó con su vida cuando sólo le quedaba una cabeza y mojó sus flechas con su sangre para dotarlas de un poderoso veneno.
El tercer trabajo que le encomendó Euristeo fue que le llevase viva la cierva que moraba en el monte Cerineo. Esta cierva estaba consagrada a la diosa Artemisa y poseía pezuñas de bronce y astas de oro y era tan veloz que nadie había podido cazarla. Hércules estuvo persiguiéndola durante un año hasta llegar al país de los Hiperbóreos. La cierva terminó tan cansada que al cruzar un río Hércules la alcanzó y la apresó sin apenas resistencia.
Cuando la llevó ante Euristeo, éste le encomendó capturar el jabalí de Erimanto, animal que estaba diezmando los campos de Arcadia. Hércules tuvo que perseguir constantemente al jabalí hasta lograr encerrarlo en un desfiladero sin salida. Allí gracias a su fuerza superior logró reducirlo.
Cuando Hércules acudió a la corte con el cuerpo del jabalí, Euristeo se escondió en una tinaja. Desde ahí le ordenó a Hércules exterminar a los pájaros de la laguna Estinfalia. Estos pájaros tenían el pico y las alas de bronce y se alimentaban de carne humana y se escondían entre los juntos y maleza que se encontraban alrededor de la laguna. Para poder acabar con las aves, las espantó para que salieran de sus escondrijos y una vez en el aire las abatió a base de flechas.
Para el siguiente trabajo Euristeo le encargó limpiar los establos de Augias. Estas instalaciones pertenecían al rey de la Elide y llevaban sin limpiarse más de treinta años. El olorcito debía ser fino. A grandes males, grandes remedios y Hércules decidió cambiar el curso del río Alfeo para que el agua corriese a través de los establos y quedasen limpios.
Viendo que conseguía realizar todos los trabajos, Euristeo decidió enviar a Hércules más allá del Peloponeso. Por ello le pidió que le trajese el Toro de Creta. Este toro iba a ser sacrificado en honor al dios Poseidón por Minos, el rey de Creta pero permitió a Hércules que le doblegara con sus propias manos. Hércules lo trasladó hasta Tirinto, donde lo presentó ante Euristeo. Éste soltó al toro, que moriría tiempo después a manos de Teseo en Maratón.
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El toro de Creta. Metopa del templo de Zeus en Olimpia
El siguiente trabajo consistió en llevar hasta Tirinto las yeguas de Diomedes. Se caracterizaban por su salvajismo producido debido a que su delicado amo las alimentaba con carne humana. Para domarlas, Hércules, que ya no estaba para bromas, les dio de comer la carne de su propio amo.
Para el noveno trabajo Hércules tenía que ir al reino de las amazonas y conseguir el cinturón de Hipólita, la reina. Hércules acudió hasta el mar Negro, habló con la reina y ella aceptó dárselo, pero la diosa Hera quiso complicar las cosas haciendo correr el rumor de que Hércules quería secuestrar a Hipólita. Esto hizo que las amazonas se enfrentaran contra el héroe y su ejército. Hércules consiguió el cinturón tras un sangriento enfrentamiento en el que consiguió el cinturón pero a costa de muchas vidas, incluyendo la de Hipólita.
Euristeo siguió encargándole trabajos cada vez más difíciles. El décimo fue que le llevase los toros rojos de Gerión, un rebaño que se encontraba en una isla en los confines del mundo conocido. Además, allí se encontraba un monstruo gigante que tenía tres cuernos y contaba con la ayuda de un temible pastor, Euritión, y de Orto, un perro de dos cabezas y con cola de serpiente. Hércules logró llegar gracias a la ayuda de Helios que le dejó la copa que usaba para poder trasladarse por el firmamento. Cuando llegó a la isla terminó con la vida de Euritión y Orto. En cambio, la batalla con Gerión fue larga hasta que logró acabar con él gracias a una flecha y luego llevó parte de los toros hasta Euristeo en la copa de Helios.
El undécimo trabajo consistió en llevarle manzanas del jardín de las Hespérides. Estas manzanas eran de oro y según se decía otorgaban a los dioses la eterna juventud. Este jardín se encontraba alejado donde se ocultaba el sol aunque se desconocía su localización exacta y estaba vigilado por las Hespérides, unas ninfas, y por una serpiente. Después de mucho tiempo buscando, Hércules consultó a Nereo, ya que él conocía todos los secretos. Hércules, que estaba ya un poco tenso de tanto trabajo, le encadenó y le obligó a confesarle la localización del jardín. El héroe pidió ayuda a Atlas, que sostenía la bóveda celeste sobre sus espaldas, que decidió ayudar a Hércules matando a la serpiente que vigilaba el jardín si él sostenía un rato el cielo; el héroe aceptó y Atlas mató a la serpiente y le consiguió las manzanas.
Como duodécimo y último trabajo, Euristeo le encargó enfrentarse a la mismísima muerte y que le llevase ante su presencia al Can Cerbero, un perro con tres cabezas y cola de serpiente que se encargaba de custodiar la entrada al Inframundo. Para ello debía reducir al animal únicamente con la fuerza, sin arma alguna. Euristeo desconocía por completo que Hércules guardaba amistad con varios humanos y dioses. Hércules acudió a Hermes para que le ayudase a bajar al Inframundo. Allí pidió a Perséfone y al mismísimo Hades que le prestaran a Cerbero, a lo que accedieron. Euristeo, atemorizado y viendo que era capaz de todo, decidió finalmente concederle la libertad al héroe tebano.
A Heracles también se le atribuyen otras hazañas como matar a varios gigantes y fue él quien instauró los juegos olímpicos. Tambien participó en la búsqueda del vellocino de oro con Jasón.
LA GUERRA DE TROYA
Esta historia se nalla en La Iliada de Homero.
A la boda de Peleo, rey de los mirmidones y Tetis, ninfa marina, fueron invitados todos los dioses menos Eris, diosa de la discordia que en venganza envió una manzana con la inscripción “para la más hermosa”. Hera, Afrodita, y Atenea discutieron por ser la mas bella. Pidieron a Zeus que fuera el juez de su disputa pero este, para no complicarse la vida, le pidió a Hermes que buscara a alguien sin importancia para que fuera el juez.
Paris era el hijo de Príamo, rey de Troya. Antes de nacer, su hermana Casandra, que tenía el don de la adivinación profetizó que sería la causa de la destrucción de la ciudad de Troya. Por eso su padre lo abandonó en un monte para que muriera. En cambio un pastor lo recogió y lo crió.
Hermes llevó la manzana a Paris pensando que era un simple pastor. Las tres diosas le intentaron sobornar, Hera con riquezas y poder, Atenea con la gloria de la guerra y las victorias y Afrodita con la mujer más hermosa del mundo: Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Paris escogió a Afrodita. Como premio a Paris, Afrodita provocó que Helena se enamorase de él y durante una fiesta, aprovechando la ausencia de Menelao, los dos huyeron a Troya.
Cuando Menelao se enteró, reunió un gran ejército con ayuda de su hermano Agamenón, rey de Micenas. En el ejercito también estaba Aquiles, el mejor guerrero griego, Ulises, el astuto rey de Itaca y Ajax un gigante de gran fortaleza. En el ejercito también iba Patroclo, primo y amigo íntimo de Aquiles.
Los griegos pusieron sitio a la ciudad de Troya e intentaron tomarla durante diez años pero los troyanos resistieron bajo el mando de Héctor, el hijo más fuerte y capaz de Príamo. Los griegos atacaron y saquearon pueblos de alrededor y en una escaramuza tomaron prisionera a una hermosa doncella, Briseida, de la que se enamoró Aquiles. Agamenón, que había perdido su parte del botín, se la arrebató a Aquiles que montó en cólera y decidió no combatir contra Troya.
Patroclo, para animar a sus tropas y asustar a los troyanos, se vistió como si fuera Aquiles pero en la batalla Héctor le mató creyendo que era el héroe. Lleno de odio, Aquiles volvió al combate y mató a Héctor ultrajando su cadáver aunque Príamo consiguió que Aquiles le devolviera el cuerpo de su hijo.
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Aquiles luchando con Héctor con Patroclo muerto a sus pies (Tesoro de los Sifnios, Delfos)
Los griegos, aconsejados por Ulises, idearon un plan para tomar Troya. Construyeron un caballo de madera y lo dejaron como ofrenda ante las puertas, retiraron las naves y los hombres y se escondieron en una isla cercana. Dentro del caballo iban los griegos más valerosos al mando de Aquiles y Ulises. Cuando los troyanos introdujeron el caballo en la ciudad y se hizo de noche salieron del caballo y abrieron las puertas de la ciudad para que sus compañeron la conquistaran.
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Finalmente Paris consiguió, con la ayuda de Apolo, matar a Aquiles hiriéndole con una flecha en el talón, su único punto vulnerable. El accidentado retorno de Ulises desde Troya hasta su isla natal, Ítaca, es el argumento de La Odisea de Homero.
JASÓN Y LOS ARGONAUTAS
La historia comienza cuando Teónana, convertida en carnero y Poseidón, convertido a su vez en cordero, procrearonn a un carnero con lanas de oro. El carnero rescató a Hele y Frixo, príncipes de Orcóneno, de las malas intenciones de su madrastra Ino, que los quería sacrificar a Zeus para acabar con las malas cosechas.
Pasando por la península trácica Hele se cayó en las aguas del Ponto, que desde entonces se llamó Helesponto (el mar de Ponto). Frixo llegó solo a Cólquide donde sacrificó al carnero y ofreció su piel (el Vellocino de Oro) al rey Eates que le dio la mano de su hija Calciopea. El rey lo colgó de un roble en el bosque de Ares y puso un dragón y una enorme serpiente que nunca dormía para vigilarlo día y noche.
Pelias, rey de Jolcos, había usurpado el trono a su hermano Esón. Su sobrino y legitimo heredero, Jasón, le reclamó sus derechos. Pelias le dijo que si le conseguía el Vellocino de Oro le devolvería el trono. Jasón se embarcó en el Argos en compañía de héroes y príncipes helenos, entre los que destacan Heracles, Teseo, Orfeo, Hilas, Meleagro, Peleo, Pólux, Anseo, Tifis y muchos otros.
Antes de llegar a la Cólquida, pasaron mil aventuras: llegaron a la isla de Lemnos, habitada sólo por mujeres porque habían asesinado a sus infieles esposos; después llegaron a Samotracia y más tarde a la Costa de Troada donde Hilas fue apresado por las Ninfas y más tarde murió ahogado en el río Ascanio; cuando llegaron al país de los dolios lucharon contra piratas; en la tierra de Misio Heracles se perdió; cuando llegaron a Salmideso lucharon contra las furias para liberar al adivino Fineo quien, en agradecimiento les indicó el camino más seguro para evitar las rocas Simplegadas. Finalmente y después de varias luchas y la muerte de algunos de los argonautas, Jasón llegó a la Cólquida donde el Rey Eates lo sometió a varias pruebas antes de devolverle el Vellocino. Medea, hija de Eates y hechicera, que se había enamorado perdidamente de Jasón, le ayudó con magia a pasar las pruebas: venció a dos toros de cascos de bronce y los hizo labrar el campo de Ares donde sembró los dientes del dragón que cuidaba el Vellocino y mató a los gigantes nacidos de estos dientes.
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Jasón regresa con el Vellocino de Oro (Louvre)
Sin embargo el Rey Eates se negó a darle el Vellocino; así que Jasón, robó el Vellocino y huyó con él y con Medea; quien, para ayudar a los argonautas, asesinó a su hermano Absertes y esparció sus restos por todo el camino, retrasando a su padre que les perseguía. Jasón pasó por el Danubio, el Po y el Ródano, volvió al Mediterraneo, sobrevivió a los cantos de las sirenas, luchó con otro gigante en Creta y finalmente llegóa Jolco donde entregó el Vellocino a Pelias. Pero éste se negó a devolverle el trono. Con ayuda de su magia, Medea convenció a las hijas de Pelías para que asesinaran a su padre creyendo que de este modo le devolvería la juventud perdida. Jasón recuperó el trono y reinó con Medea muchos años.
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