Después de otro estupendo desayuno, hacemos el check out y estamos un buen rato conversando con uno de los responsables del hotel. Resulta que tiene una casa en Las Terrenas y nos da bastante información sobre la zona, además de decirnos que el hotel Alisei es uno de los mejores y que el destino es el mejor que podíamos haber elegido, así que nos vamos tan contentos. El traslado nuevamente lo hacemos con Dominicanquest que nos recoge puntualmente a las 10,15 y sobre las 12,30 llegamos a nuestro destino. En cuanto al traslado, todo fue correcto, pero hay que comentar que los últimos kilómetros fueron una pesadilla porque en lugar de ir por la autopista y pagar el peaje, nos llevó por "la loma", a través de Sánchez, y son todo curvas y subidas, así que llegamos medio mareados.
El hotel Alisei es estupendo, sus dueños son un italiano y una holandesa y la verdad es que es un alojamiento de muchísima calidad. Tiene una preciosa piscina con barra húmeda y unas zonas comunes muy cuidadas.
![Traslado a Las Terrenas y llegada al hotel Alisei - Santo Domingo y Samaná a nuestro aire. (1)](https://lh3.googleusercontent.com/-HT5Ytz3XOrU/VeWGWDu_j9I/AAAAAAAAEfE/m1WcmxgNTtw/s640-Ic42/20150821_201251.jpg)
De vez en cuando nos tomábamos alguna cerveza y piñas coladas que nos preparaba el camarero de la barra húmeda y que estaban de muerte.
![Traslado a Las Terrenas y llegada al hotel Alisei - Santo Domingo y Samaná a nuestro aire. (3)](https://lh3.googleusercontent.com/-1yTjn8NdR98/VeWGxkFrQKI/AAAAAAAAEfo/beDmWy03rZU/s640-Ic42/IMG-20150827-WA0013.jpg)
Los apartamentos son enormes y muy bien equipados. Los nuestros tenían dos dormitorios, dos baños, cocina equipada, aire acondicionado en las habitaciones, 3 televisiones y una preciosa terraza en la que nos juntábamos los 8 cuando comíamos o cenábamos allí.
![Traslado a Las Terrenas y llegada al hotel Alisei - Santo Domingo y Samaná a nuestro aire. (4)](https://lh3.googleusercontent.com/-I-PN6W4M0qU/VeWGsljhP_I/AAAAAAAAEfg/kzgDuFIoRao/s400-Ic42/20150821_144659.jpg)
Una vez deshechas las maletas y con todo ya organizado, nos vamos al pueblo de pescadores y comemos en el restaurante italiano La Vita e Bella, donde probamos unas pizzas y pastas estupendas contemplando el Mar Caribe.
Tras pasar la tarde disfrutando de la playa, nos damos unos baños nocturnos en la piscina que estaba preciosa iluminada.
Después de la ducha, nos vamos a explorar el pueblo de Las Terrenas y decidimos cenar en una restaurante más local, que no sea en el pueblo de los pescadores donde todos los restaurantes tienen dueños extranjeros, así que tras dar una vuelta nos decidimos por Mi Cocinita Dominicana, donde cenamos pescado al coco, algunos piden langosta, chivo guisado, jugos de chinola... Pero en este restaurante nos pegaron el único palo de todo el viaje: nos ofrecen la guarnición que podemos elegir, como en todos los restaurantes, entre arroz, tostones, papas, etc., y cuando nos traen la cuenta nos cobran por ella ¡casi 20 €! Además le suman el 18% de impuesto y el 10% de servicio, sin que estuviera especificado en la carta, con lo que la cuenta sube hasta ser casi una de las más caras del viaje. Pedimos hablar con el dueño, que no nos quería ni atender, y le dijimos que no nos parecía normal, pero no estuvo dispuesto a modificar ni un peso de la cuenta, así que nos fuimos con un cabreo monumental y teniendo claro que a partir de ahora iríamos a restaurantes más serios donde todo esté especificado en la carta. Volvimos dando un paseo por la playa y a las once ya estábamos durmiendo.