MIÉRCOLES 7 OCTUBRE DE 2015
Volvimos a bajar a desayunar a las 09:00, pero esta vez se veía más gente y tuvimos que esperar algo de cola. Nos tocaba ver Walt Disney Studios y, tras asegurarme por lo menos 20 veces de que llevaba las entradas conmigo, salimos en coche hacia allí. De nuevo, no tuvimos ningún problema para aparcar, ya que había muy pocos coches. Queríamos ir a Ratatouille, pero como nos imaginábamos que ya habría bastante cola, fuimos sin ningún tipo de prisa.




Primero, probamos nuestra capacidad pulmonar con unos gritos para abastecer de electricidad a monstruópolis, y después nos subimos en las Alfombras Voladoras a petición expresa de Paula, y continuamos hasta Cars Race Rally, donde justo enfrente estaban Mickey y Buzz Lightyear firmando y haciéndose fotos. La niña alucinó con el ratón, y nosotros con su cara de felicidad. En cuanto a la atracción, da muchas vueltas y, aunque se parece a las Tazas, en esta ocasión la peque no salió muy convencida.
Con esto tendrán para unos días


Yuuupi!!!!

Continuamos con el paseo y, a lo lejos, podíamos ver RC Racer (que estaba descartada porque nos apetecía subir a cosas donde Paula pudiese montar) y la de los paracaídas, que no sabíamos si le haría demasiada gracia y que al final acabamos descartando.
La cola para Ratatouille era de 35 minutos y eso era lo que más miedo nos daba, ya que era lo que peor llevaba la peque, peor no habíamos ido hasta allí para quedarnos en la puerta. Nos sorprendió que aguantara todo el trayecto con las gafas puestas (porque al principio nos costó ponérselas) y, aunque dijo unas cuantas veces que se quería salir, al bajarnos le preguntamos si le había gustado y contestó que sí con una sonrisa, así que nos quedamos con eso. De camino de vuelta volvimos a pasar por donde nos habíamos hecho las fotos con Buzz, y nuestra sorpresa llegó cuando vimos que ahí estaba en ese momento Woody!!!


Ya se había hecho la hora de comer, así que nos acercamos hasta la entrada principal y almorzamos unos hamburguesas en Coulisse. Paula se resistió un poco a la siesta, pero un par de vueltas alrededor del recinto bastaron para que cayese en el carrito y nosotros aprovechamos para recorrer el Village, tomar un café en el Starbucks y descansar un poco.


Sobre las 17:00 entramos en Disneyland para ver si veíamos a Minnie, porque el día anterior nos habíamos quedado con las ganas, pero no había nadie y, como el desfile estaba a punto de comenzar, nos quedamos en esa esquina para verlo pasar. La peque seguía profundamente dormida (iba ya para 3 horas) y no se enteró de nada, pero se despertó justo cuando pasaban Mickey y Minnie por delante y la chiquilla alucinó al verles ahí tan cerquita.
Como dice Paula, FRUUUSEN
Estábamos reventados, así que decidimos volver al hotel, haciendo una breve parada en el Auchan para comprar algunas cositas de comida para Paula y nos fuimos a la piscina hasta la hora de cenar, que nos comimos un sándwich que habíamos comprado en la habitación.
Chapuzón
Sin miedo a nada