LOCALIZAMOS AL ESQUIVO KIFARU Y NO UNO … SINO CUATRO ✏️ Diarios de Viajes de Kenia

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De nuevo otro día nos levantamos con la idea de encontrar al rinoceronte negro, Kifaru, y nos dirigimos hacia la zona del Triángulo, tras cruzar el río que cada día estaba más caudaloso.


Esta vez sí, al poco de pasar la puerta de Oloololo , estábamos distraídos mirando el paisaje cuando Makallah para el coche y dice : Rhino. Miramos a la izquierda y nos quedamos pasmados, allí están, junto a nosotros, y no uno sino cuatro maravillosos ejemplares de rinoceronte negro. Y estaban en su hábitat natural, en terreno abierto, sin vallas ni animales reintroducidos.


Como es un animal esquivo y bastante agresivo, temíamos que al llegar nosotros desapareciesen, pero no, por suerte estuvimos un buen rato allí parados, observándoles y haciéndoles fotos completamente solos, disfrutando de la posibilidad de contemplar en completa libertad a cuatro ejemplares de una especie tan amenazada por los furtivos, actualmente están al borde de la extinción.
Uno de ellos, de pie, también nos observaba, no ven muy bien pero tienen un buen sentido del olfato y un oído agudo.


Es de un tamaño algo menor que el rino blanco, en realidad los dos son de color gris, lo que les diferencia es la forma del labio superior, el rino negro lo tiene más estrecho y picudo, le sirve para alimentarse de arbustos o arboles bajos, sin embargo su pariente blanco lo tiene ancho y cuadrado, para pastar hierba a ras de suelo. Estos animales lucen dos cuernos, el primero es el más prominente, las hembras lo utilizan para proteger a sus crías y el macho para atacar a sus rivales.





Con algún picabueyes encima


Se alimentan durante la noche y, cuando cae con fuerza el sol africano, se protegen de él tumbándose en la sombra, gracias que ese día no había un sol fuerte y estaban en una zona abierta, perfectamente visibles.

Sólo con esto ya dábamos el día por bien empleado, pero como todavía era muy pronto, Makallah nos preguntó qué queríamos hacer después y le dijimos que … aunque ya habíamos visto alguno ese día, queríamos ver más leones y a ello nos dispusimos.

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