[align=justify]8 de Noviembre del 2015
Nos levantamos con muchísima energía, tanto que salto de la cama con tanta emoción nada más abrir los ojos y saber que voy a ir al templo de los monos y que vamos a ver la puesta de sol en el Taj Mahal.
Desayunamos de nuevo tostadas con nutella y un batido de helado de vainilla, hay que aprovechar, que esto no se encuentra cada día. Estoy super hiper mega emocionadísima por ir a Galta, pero a la vuelta de la esquina del hotel nos encontramos con un accidente y me vuelve a mi estado emocional más relajado, hemos visto como un coche ha tirado a un motorista, pero por suerte el motorista se ha levantado y se encuentra bien. Nuestra sorpresa es cuando le preguntamos a Hukam como solucionan aquí los accidentes y si existen los seguros, que damos por hecho que no, y así nos lo confirma. Cuando hay un accidente, el culpable debe llevar al médico a la persona accidentada sin embargo si se encuentran bien los dos y tienen un mal día el equivalente a hacer un parte es liarse a tortazos y gana el más fuerte, después cada uno a su casa. This is India.
Nos levantamos con muchísima energía, tanto que salto de la cama con tanta emoción nada más abrir los ojos y saber que voy a ir al templo de los monos y que vamos a ver la puesta de sol en el Taj Mahal.
Desayunamos de nuevo tostadas con nutella y un batido de helado de vainilla, hay que aprovechar, que esto no se encuentra cada día. Estoy super hiper mega emocionadísima por ir a Galta, pero a la vuelta de la esquina del hotel nos encontramos con un accidente y me vuelve a mi estado emocional más relajado, hemos visto como un coche ha tirado a un motorista, pero por suerte el motorista se ha levantado y se encuentra bien. Nuestra sorpresa es cuando le preguntamos a Hukam como solucionan aquí los accidentes y si existen los seguros, que damos por hecho que no, y así nos lo confirma. Cuando hay un accidente, el culpable debe llevar al médico a la persona accidentada sin embargo si se encuentran bien los dos y tienen un mal día el equivalente a hacer un parte es liarse a tortazos y gana el más fuerte, después cada uno a su casa. This is India.
Al llegar a Galta, la entrada está llena de vacas y monos, muchísimos monos, no sé cómo describiros lo que siento, porque para mí es uno de los mejores días de mi vida. Ver a los monos en total libertad en un templo dedicado a ellos, comiendo tranquilamente, dándose besos y limpiándose unos a otros es algo tan gratificante. Además, la ubicación del lugar es ideal, en medio de unas montañas, sin ningún tipo de lujo, todo muy natural con un pequeño estanque donde se bañan los monos y las mujeres hacen sus rituales. De hecho, hemos visto a una mujer que se ha quitado el sari y se ha quedado desnuda para entrar al agua y nos hemos quedado alucinando, primero porque no nos esperábamos el acontecimiento sabiendo que se bañan en los ríos y en las playas con ropa y segundo porque nos hemos dado cuenta de que David era el único hombre que había, para él ha sido un poco incómodo, no nos han dicho que no pudiera estar pero no se sentía bien tampoco. Otra cosa que me ha impactado bastante es ver a una mujer fumando, es la primera que vemos. No sé cuánto rato hemos estado pero me hubiese quedado todo el día con los monos.
Seguimos con el coche hacia Agra y entre coches, motos, autobuses, camiones y vacas vemos un vehículo por llamarlo de alguna manera, porque se lo fabrican ellos mismos con el motor de un tractor, el asiento, un volante, unos hierros más y ya lo tienes, sin chasis ni nada, encima al no llevar matricula ni siquiera pagan peajes, que apañados estos indios, tu! Por si fuera poco durante el trayecto el coche que va “delante” nuestro (y digo delante entre comillas porque aquí no hay líneas que marquen los carriles, aquí mandan las vacas) abre las puertas, conductor y copiloto a la vez, escupen el tabaco y las vuelven a cerrar. ¿?¿Pero bueno que locura es esta?¿? ¡!¡Que estamos en medio de una autopista!¡! Hukam se muere de la risa y va diciendo “This is India” jajajajajaja
Antes de llegar a Agra paramos en Fatehpur Sikri, la ciudad fantasma, dicen que fue abandonada por falta de agua, nos esperábamos encontrar algo más tranquilo y abandonado pero nada más bajar del coche el calor nos da un “zasca” en toda la cara y la cantidad de vendedores ambulantes que hay nos vuelven a dar otro “zasca” en toda la cara que hacer que llegar a coger el autobús que nos lleva hasta la ciudad fantasma sean los 100m más eternos que hemos hecho jamás, nos subimos al autobús agotados como si hubiéramos hecho una maratón de obstáculos para sortear a los vendedores, pero lo peor no termina aquí sino que al bajar del autobús otros tantos vendedores te vienen, encima aquí son niños y nos agobian muchísimo, nos sabe mal pero es que no se puede ni caminar, es horroroso, a uno de los niños le digo que debería estar en la escuela y me responde que él es musulmán y los musulmanes no van a la escuela. ¿Hola? ¿Qué mentira es esa? Estoy agobiada, indignada y sobretodo con un sentimiento de impotencia que es uno de esos momentos en los que odias la India tras haberla amado hasta las entrañas en el templo de los monos.
Por fin conseguimos llegar, pero antes nos tenemos que descalzar y a David le hacen ponerse un pareo que le tapa menos que el pantalón que lleva (por las rodillas, no os vayáis a pensar que va en shorts jajajaja) pero es una manera de cobrarte después por el pareo y por guardarte las zapatillas, que le vamos a hacer, yo me tapo los hombros con mi pañuelo y entramos. Al entrar se nos acerca un chico, dice que está estudiando y que nos quiere hacer de guía que no nos va a cobrar nada, literalmente nos dice: “Yo money, you kill me” nos hace gracia la frase así que dejamos que nos haga de guía gratuito, cosa que nos extraña mucho porque desde que hemos puesto un pie en esta ciudad solo nos han intentado vender cosas. Nos hace el “tour” y nos explica 4 cosas intentando practicar su español como por ejemplo que la puerta de entrada de 54 metros de altura es una de las más altas de Asia. Entramos a la mezquita de mármol blanco es pequeña y muy bonita, después caminamos entre las tumbas y para finalizar nos explica que él y su familia hacen artesanía de mármol como por ejemplo porta velas y que sin compromiso vayamos a verlas, ha sido tan educado y nos ha explicado la historia del lugar tan bien que vamos a verlo (que buen vendedor es), pero todo lo que tiene es grande y pesa bastante, no podemos llevarnos nada aunque tiene piezas muy bonitas. Nos despedimos de ellos, él y su familia han sido muy amables.
Antes de irnos damos una vuelta por la plaza Pachisi de donde se cree que proviene el nombre del juego parchís, el cual es originario de la India. Cuando parece que nadie nos viene a vender nada, se nos acerca un chico con una cámara que quiere hacernos una foto, imprimírnosla aquí mismo y vendérnosla. Al final salimos huyendo de la ciudad fantasma hacia nuestro destino.
Al llegar a Agra hay carteles donde está escrito “Green Agra, Clean Agra” debe ser que tienen buenas intenciones pero no las practican, que ciudad tan sucia, si no fuera porque tienen una de las Maravillas del Mundo, nadie pisaría esta ciudad, os puedo asegurar que es más sucia y nos resulta mucho más caótica que Delhi.
De camino al Pizza Hut, pasando entre la muchedumbre por si fuera poco el tráfico se escuchan sirenas y tenemos que dejar pasar a un coche escoltado por la policía que suponemos que es alguien importante, porque no se les ve con problemas…
En fin, hoy tenemos clarísimo que vamos a comer en el Pizza Hut, que ver uno se agradece, tardemos lo que tardemos en llegar aunque estamos con un hambre voraz, ese tipo de hambre que te hace estar de mal humor y encima con la cantidad de tráfico que hay con su banda sonora permanente de cláxones y niños que te pican en las ventanas para venderte cosas pues te hace odiar la India, suerte que recuerdo la gran mañana que hemos tenido con los monos y me vengo arriba, por suerte vemos el Pizza Hut, ya estoy saboreando la pizza y una cocacola muy fría, antes por eso nos tenemos que jugar la vida cruzando solamente una calle jajaja “This is India” como dice Hukam.
Entramos y me siento mareada, supongo que debe ser entre hambre, calor y agobio, el chico que nos atiende no entiende muy bien el inglés, cosa que nosotros tampoco, así que lo llevamos claro, llama a su compañero y entre todos finalmente nos entendemos, pensábamos que iba a ser el sitio más fácil donde pedir una pizza y está resultando el más difícil, nos preguntan varias cantidades y con el hambre que tenemos le decimos que si a todo, no pone precios, pero tampoco creo que sea un gran extra, nos traen las pizzas, enormes y dos jarras de coca cola grandes, anda di que sí, como si fuéramos americanos, voy a necesitar toda la tarde para terminarme la pizza y la coca cola, pero sé que me la acabaré con el hambre que tengo no necesito ayuda. La sorpresa viene ahora 2200Rs, vaya clavada, eso nos pasa por decir que sí a todo y comer como si no hubiera un mañana, pues nada, esperemos que nos siente bien, al menos!
Al entrar al coche Hukam nos pregunta si queremos ver el Taj y evidentemente nuestra respuesta es SI, tenemos unas ganas de verlo ya, aunque sea de lejos, quiero saber que se siente ante tal maravilla. Cruzamos al otro lado del río Yamuna, el mayor afluente del río Ganges. Hukam nos aconseja que no entremos a los jardines porque están muy feos y dejados y que si seguimos el camino que lleva hasta el río veremos el Taj y sin vallas, es genial, no podemos pedir más, las vistas son fabulosas y el Taj es realmente grande, tengo ganas de verlo de cerca mañana. Supongo que querréis saber que se siente cuando te encuentras delante de una de las maravillas del mundo mientras ves caer el sol, pues bien, desde donde nos encontramos además de ver cómo el sol se va y deja paso a la luna, vemos de lejos los crematorios en un ghat, donde la vida de esas personas se va con el sol y nos quedamos allí mucho rato en silencio, solo pensando…
Hukam nos acerca al hotel The Retreat, Luxury Hotel, woooow, habíamos visto fotos, pero es que es realmente espectacular, nos impresiona sobretodo porque nosotros no vamos nunca a este tipo de hoteles y sobretodo porque estamos en la India, en una ciudad caótica y sucia, muy sucia. La habitación es muy grande y con una luz muy íntima, la decoración es europea y la ducha… ¡Ojala tuviera una así en casa!
El hotel tiene piscina, así que nos ponemos el bañador y a disfrutarla, pero que decepción nos llevamos, ya es de noche y el agua está fresquita, eso no sería problema tampoco, porque te tapas al salir y ya está pero es que nos están comiendo los mosquitos, así que volvemos a la habitación a disfrutar de la ducha, no problem (moviendo la cabeza de un lado a otro).
Nos ponemos más o menos guapos para bajar a cenar, eso es lo que no me gusta de este hotel, en todos los que hemos estado el restaurante está en la terraza sin embargo en este está en el hall del hotel, bueno por si solo no hay nada perfecto en esta vida, pero sí que se puede hacer perfecto si tú lo quieres. ¿Cómo? Fácil, pidiéndonos para cenar un brownie con helado de vainilla y un milkshake de chocolate. Ahora sí que es perfecto.
Así terminamos un día más en la India, amándola, odiándola y volviéndola a amar.
Nos vamos a dormir temprano que mañana nos tenemos que levantar a las 5:00 am para ver una de las Maravillas del Mundo. Bona nit!
[/align]