Ese día tocaba madrugar porque a las 7:30 habíamos quedado con un barquero para hacer una excursión privada corta en Longtail (1500Bath por 4 horas). Nuestro barquero nos estaba esperando puntual y comenzamos uno de los días más esperados del viaje, la excursión a Maya Bay .
Según nos íbamos acercarnos a la isla pudimos disfrutar de las formaciones rocosas de PhiPhi Leh. Esta isla es un paraíso, un lugar que merece el viaje en ferry, en avión, en barco o lo que haga falta .
Llegamos a Maya Bay cerca de las 8 a.m. y ya había bastantes turistas, no estaba llena como he visto en algunas fotos, pero ya habían llegado unos cuantos barcos, dimos un paseo por la playa, unas fotos y un bañito, después de una horita tocaba abandonar el paraíso.
El barquero nos llevo a la parte de atrás de Maya Bay , el lugar se llama Loh Sama Bay , es una zona algo protegida de las corrientes marinas y con unos 4 metros de profundidad, ideal para hacer snorquel porque el agua es muy clara, aquí hicimos el mejor snorquel de todo el viaje ( y no dejamos la gopro en el barco así que no hay fotos ) ,vimos peces payaso, peces loro y un pez globo entre otros .
La siguiente parada fue Phi Phi Leh Lagoon, un entorno precioso, es en realidad una Bahía solo abierta el mar por un pequeño paso rodeada de naturaleza y con aguas turquesas, aunque no cristalinas ni transparentes, el snorquel no es bueno porque la visibilidad es de medio metro a causa de la arena , aún así vimos una barracuda .
La última parada fue Monkey Beach, al principio parecía que no estaban pero al acercarnos se tiraron al agua, uno de ellos se subió al barco y otro se quedo cerca sin llegar a subir, le robaron un mango al barquero y se fue con su premio encantado de vuelta a la playa.
Después de la excursión fuimos a la piscina del hotel a hacer tiempo hasta que saliera nuestro ferry a Ao Nang, comimos unas pizzas en un restaurante en la zona de Tonsai.
Esperamos a las 15:30 porque era la única hora a la que salían ferry a Ao Nang y compramos los billetes (350 Bath por persona), nos llevamos una sorpresa cuando nos dimos cuenta que el barco iba a Krabi y desde ahí a Krabi nos llevaba un "autobús" , es decir, un camión con dos bancos de madera; la verdad que esto nos molesto bastante porque ni siquiera nos avisaron , llegamos mucho más tarde de lo que esperábamos y encima podíamos haber cogido un ferry , ya que hacia Krabi salen 5 al día. Encima al llegar al puerto de Krabi te intentan vender la moto porque llegas desubicado y se aprovechan , a mi hasta me intentaron quitar los billetes de la mano para que tuviéramos que coger un taxi en lugar del autobús, en fin ... .
Llegamos por fin a nuestro último hotel Aonang Orchid Resort, un hotel bonito y asequible, con una piscina que aprovechamos mucho y unas vistas de las formaciones rocosas de Railay espectaculares .
Dimos un paseo por la parte izquierda de la playa hacia Railay, esta todo lleno de resorts con terrazas ambientadas, cenamos en una de ellas, justo al lado de la playa, un arroz en piñas y un curry verde (muy rico todo); y a descansar que el día había sido muy largo .