Tras nuestro paso por la sala de equipajes de tan pintoresco aeropuerto, nos dirigimos hacia la salida (previo paso por el pasillo de venta de lavadoras y frigoríficos

Efectivamente no habíamos contactado previamente a ningún conductor ya que estábamos interesados en realizar los trayectos más largos en transporte público a pesar del calor (y muy a mi pesar); nada más traspasar la puerta de llegadas teníamos sin embargo ya a alguien esperando para ofrecernos sus servicios, así que nos acercamos a su oficina, negociamos el precio del taxi y tiramos hacia Negombo Centro (digamos que este pueblo es como el Barajas de Sri Lanka pero con mar ).
El trayecto es corto, la pérdida de tiempo la causó la imposibilidad de encontrar la dichosa guest house que habíamos contratado a través de este conocido website de reservas de hotel.
No estaba en la calle que nos habían indicado y decidimos bajar del taxi y caminar y preguntar en uno de los hoteles si nos podían ayudar. Nadie conocía el Travellers Home Negombo y esto a 40 y pico grados bajo el sol pues hace de todo menos gracia, al final un chico nos dijo que podía llamar con su móvil y preguntar, la verdad es que este sería uno de los muchos gestos de amabilidad y cortesía gratuíta que recibiríamos a lo largo de todo el viaje
Una vez localizado el alojamiento nos personamos allí pero ¡sorpresa! nadie hablaba inglés y tuvieron que avisar a un vecino para que nos ayudase, al parecer el check in no era hasta las 12 y eran todavia las 10 de la mañana así que le rogamos por favor que nos dejase entrar para asearnos un poco y dejar las bolsas a lo cual accedieron, el edificio por fuera no estaba mal: fachada blanca con uno de esos balconcitos de madera ornamentados, parecía agradable hasta el momento en que traspasamos la puerta y nos encontramos con un espacio enorme abierto con una sóla mesa que tenia un papel en inglés con las horas del check in, precios y clave wifi (que no funcionaba por cierto) se veían al fondo unas escaleras en obras y un piso de arriba que parecía que también estaba en construcción
Pasamos a la que sería nuestra habitación en la cual había espacio solamente para una cama y una cómoda, no había mosquitero, la electricidad no funcionaba, el wifi tampoco como había dicho antes y cuando me dispuse a buscar el baño me encontre con la sorpresa número 2 y es que estaba al otro lado de la casa y hasta aquí puedo leer ya que el estado del baño era simplemente lamentable.
¿De dónde habían sacado esta gente una puntuación de 8.1???? Yo no me esperaba una mansión tan sólo una habitación limpia (eso sí lo estaba, todo hay que decirlo) y unos servicios mínimos para pasar una noche y en su lugar me encontré un antro infecto. No me quiero imaginar donde habrán dormido antes las personas que han puntuado positivamente este alojamiento.
Me lavé la cara, salí del baño y fui a la habitación de nuevo donde David me estaba esperando para confirmar lo que yo estaba a punto de pedirle...Nos vamos de aquí YA.
Así que les dijimos Hastaluego Lucas y salimos con nuestras mochilas rumbo a yoquesédonde pero teniendo en cuenta que a cada paso había alojamientos, malo sería que no encontrasemos algo un poco mejor (nuestra reservaen el antro había sido pagada por adelantado así que pensamos eso de...que les cunda)
Apenas a 5 min andando y frente a la playa había dos Guest Houses con su jardin y todo, bastante apañadas y decidimos preguntar, en una no había sitio y en la otra sí

El alojamiento lo recomendaría: gente muy amable y muy habladora y buena cocina, nos hicieron un pescado de mar en salsa delicioso (literalmente nos vendieron un SeaFish porque a ver quien es valiente que se come un pescado del canal sin miedo a sufrir mutaciones)
El Dephanie Beach Guest House, es así como se llamaba, se encontraba a pie de la famosa y kilométrica playa de Negombo. Las vistas desde el jardin eran impresionantes, el Indico tiene un color y es especial

Pero todas las expectativas quedan reducidas a nada cuando te das cuenta de que una playa que a priori podía ser paradisíaca, no es más que una escombrera
Culpa de todos un poco, supongo, ya que podías encontrar botellas de cerveza y colillas que seguramente habrían dejado allí unos turistas y por otro lado veías como los locales ni limpiaban, ni se preocupaban por tirar sus desechos en un lugar habilitado al efecto, quizás porque no lo había ya que apenas he visto contenedores y papeleras en todo el viaje, o por simplemente por desidia,ya que les daba exactamente igual.
En Sri Lanka no existe la conciencia ambiental y es difícil hacerla llegar a un pueblo que hace apenas 6 años que salió de una guerra civil y que ha sufrido más que ningún otro país los devastadores efectos del tsunami en 2004; a diferencia de sus vecinos asiáticos, los srilankeses no tienen un plan de evacuación en caso de que una catástrofe similar vuelva a producirse.
Toda esta maraña de pensamientos surgían durante un paseo, a medida que recogía plásticos y botellas vacías del suelo y me daba cuenta de que al final la falta de Aircon en el aeropuerto o la presencia de animales sueltos no eran más que la punta del iceberg, y que en Sri Lanka hacía falta que TODOS, los que ya están y los que venimos de visita, pusiésemos un poquito más de nuestra parte

A lo de las cruces en la playa no le puedo dar explicación, aunque me puedo imaginar que es algo así como un camposanto improvisado y efectivamente haya gente enterrada en la playa
Negombo es una de las zonas donde se nota más la influencia Holandesa, Portuguesa e Inglesa ya que la mayoría de su población es cristiana y se me hace bastante raro ver símbolos religiosos de este tipo ornamentados con las luces y colores que generalmente usan los asiáticos para adornar sus deidades!



