Nos esperaban tres días en Nilaveli. Ahí habíamos reservado una bonita habitación en el Oceanfront Condominiums con la idea de descansar mucho, difrutrar la piscina y la playa y como único objetivo hacer la vista a Pigeon Island y quizás algun templo o buda cercano. En ese hotel se nos fue la mitad del presupuesto de los alojamientos: 293,67 USD.
La habitación del hotel era un lujoso apartamento con cocina, dos habitaciones y salón, y era justo lo que buscábamos. La única pega es que quedava alejada de Trincomalee, que era el sitio civilizado más cercano y eso nos complicó bastante la compra, ya que nuestra idea era desayunar, comer y cenar en el apartamento. El pueblo más cercano, Nilaveli, carecía de un supermercado donde comprar cosas básicas como carne, fruta o huevos. Bueno, huevos sí, pero si ibas por la tarde ya no quedaban. El único día que conseguimos algunos, nos los dieron en una bolsa de plástico, y como iba solo en el tuk tuk las pasé moradas para que llegaron sanos y salvos al apartamento.

Pigeon Island es una isla deshabitada ubicada en el noreste de Sri Lanka, a unos pocos quilómetros de Nilaveli. Es un Parque Nacional donde se puede ir a bañarse en sus playas pero sobretodo sobretodo a hacer snorkel para ver peces, algún tiburón y corales.
La mayoría de hoteles gestionan excursiones hacia ahí, pero claro, a precios prohibitivos. Lo mejor es acercarse a la playa y tratar directamente con los barqueros; el precio del traslado es realmente ridículo (a nosotros nos cobraron unas 7000 LKR), pero de lo que no te puedes escapar es de la entrada al parque, que sube a unos 50 USD por persona. Todo lo pactamos de palabra y lo pagamos el mismo día de la excursión: en mano al jefe de los barqueros y en un chiringuito de las entradas del Parque Nacional, que está en la misma playa.
La excursión dura una mañana entera y os recomiendo encarecidamente llevar escarpines ya que la playa está repleta de fragmentos de corales que pueden hacer cortes dolorosos y sangrantes. También os irán de perlas máscaras de snorkel. A mi se me hizo un poco largo, pero Laura lo disfrutó muchísimo.

