Teníamos contratada la excursión a las 11 de la mañana, la verdad que bastante tarde teniendo en cuenta que hay poco que hacer en Paracas, pero no había excursiones más pronto excepto las islas Ballesta. Así que como nos levantamos temprano (todavía estábamos con el efecto del jet lag) estuvimos paseando un rato por el pueblo y tomando unos zumos. Hasta las 11 se me hizo un poco largo, de haber sabido antes que no haríamos las líneas de Nazca, podríamos haber salido el día anterior más tarde de Lima sin pegarnos el madrugón y llegar para hacer la reserva, así este día hubiéramos hecho las islas Ballesta por la mañana y después hacia Ica.
A las 11 nos recogió una furgoneta para ir a Ica y hacer el city tour, después de una hora de camino, llegamos al oasis de Huacachina, una laguna en medio del desierto con palmeras muy bonito, lleno de restaurantes y de lugares para dormir. Sobre la 1 empezamos el city tour, que consistía en recorrer unos lugares de Ica y después llevarnos a un par de bodegas para ver la elaboración del Pisco y catarlo. El tour por Ica me pareció bastante flojo, nos llevaron a ver la palmera de 7 cabezas, una palmera con 7 troncos muy largos en el suelo que estaba curioso de ver, y luego a un parque donde nos contaron una historia de las brujas de cachiche. Después nos llevaron a un par de bodegas donde nos ensañaban como se hace el Pisco y había cata, eso estuvo divertido ya que además nos dieron Pisco de todas las clases para catar

Sobre las 3 de la tarde llegamos al oasis otra vez para hacer el tour de los buggies, pensábamos comer algo ya que no habíamos comido nada y además estábamos medio mareados de tanto pisco (mareados pero contentos :lol:) Pero nada más llegar nos dijeron que salíamos ya, así que nos subimos al buggie y pal desierto.
La excursión por el desierto fue la excursión más divertida que hicimos en el viaje. Íbamos en un un buggie por las dunas a toda leche, el vehículo iba pegando votes y se tiraba por las pendientes de las dunas. Después nos paramos en lo alto de una duna y nos dieron una tabla como de snowboard con la que tirarnos. Eso también estuvo genial, te tumbabas en la tabla y te tirabas cabeza abajo por las dunas. En total hicimos 3, subimos al coche y otras 3, después paramos justo para ver atardecer en las dunas. Lo del desierto fue una experiencia increíble y recomiendo a todo el mundo que vaya a Perú que lo haga, junto con la excursión a las islas Ballestas.
Teníamos un autobús a Arequipa desde Nazca a las 11 de la noche (como ya he dicho, no sabía si haríamos lo de las líneas) así que quedamos con la chica de la excursión que nos conseguiría un transporte para ir hasta Nazca, que está a unas 2 horas y pico de Ica. Nos llevó a Ica y allí nos consiguió un coche colectivo. Un colectivo, para quien no lo sepa, es un coche particular que va a un destino y según se llena sale, vamos como un Blablacar peruano

A las 11 y pico, muy cansados, sudados y llenos de arena salimos dirección Arequipa, nos esperaba un viaje de unas 9 horas. Como íbamos a pasar la noche en el autobús, reservé asientos VIP, que por lo que había oído era lo mejor de lo mejor, y la verdad que me esperaba algo más, los asientos eran muy cómodos, eso si, y se inclinaban bastante sin que el de delante te aplastara, pero no tenían mucho espacio para estirar las piernas, así que el viaje no se me hizo del todo cómodo.