Madrugamos sobre las 7h y subimos a desayunar algo. Concretamente, un zumo que me imagino que era Tang, jeje, y un yogurt de beber con caducado del día anterior con una magdalena, pero que queréis, es una pensión en el centro de Lisboa por 42€, jeje.
De aquí para el aeropuerto. Primera hora de la mañana y ya había un follón terrible para pasar los controles, incluso andaban los del equipo olímpico de Nueva Zelanda para embarcar a Río de Janeiro.
Pasamos los controles, sí, el de toda la vida, el de pasaportes y el extra que te meten en la puerta de embarque cuando viajas a USA.
El avión salió con unos 20 minutos de retraso peroooo, bien por la TAP que traía en la web que llegaríamos a Miami sobre las 15:10h hora local e íbamos a llegar una hora antes lo cual nos viene muy bien para pasar los controles de inmigración, ya sabéis: pasaporte, toma de foto y de las 10 huellas dactilares. Ahora sólo quedaba ir a por el equipaje. ¿Llegarían las maletas desde Asturies?. Pronto lo sabríamos, aunque he de decir que por suerte, nunca se nos han perdido.
Y sí, continuamos nuestra racha y hubo suerte, llegaron las dos maletas :).
Las recogimos y como cohetes a salir del aeropuerto para coger el tren gratuito (MIA Mover) que te lleva hasta el centro de alquiler de coches donde están todas las empresas. Para coger el MIA Mover es muy fácil, sigue las señales que hay cada nada en el aeropuerto y es imposible perderse. La estación, de todas maneras, esta en el nivel 3 del aeropuerto.
Una vez allí nos fuimos a Budget a coger nuestro coche, un ford focus con las opciones de seguro de asistencia en carretera y coger el coche con el tanque de gasolina lleno y devolverlo vacío. Hay que decir que a diferencia del año pasado con Alamo en la costa oeste, aquí no nos dejaron escoger el coche entre los disponibles en la categoría, sino que nos dieron el contratado directamente.
Cogemos el coche, nos metemos en medio del brutal tráfico de Miami y camino de Cayo Hueso en donde tenemos nuestro hotel con parada primero en el Walmart para comprar una nevera, no había la mítica de corcho y alguna provisión.
Ya en la carretera de los cayos se nos hizo de noche y nos pilló una tormenta con accidente y retención incluido que podéis ver perfectamente en el vídeo que acompaña a estas líneas.
Respecto al hotel, El Patio Motel, no esta mal como podéis ver, pero no es nada del otro mundo aunque es de lo más barato que hay aquí y con aparcamiento porque aparcar en Key West es cosa más que difícil.
Y hasta aquí el relato de hoy. A ver si mañana hay más suerte con la tormenta y nos deja tranquilidad para explorar.
Muchas gracias por leernos y cualquier cosa no dudéis en preguntar en los comentarios. Nos vemos en la siguiente etapa.