Seré breve con los preparativos ya que las aerolíneas van cambiando tarifas y destinos asi que para cuando leáis esto igual la info esta desfasada.
Los vuelos los reservé con Ryanair ya que era con diferencia la más barata, de hecho, yo tenía un viaje programado a Praga, pero como los vuelos allí eran tan caros acabé completando el viaje llegando a Budapest y saliendo por Cracovia, entre ellas me desplacé en tren.
El hotel me dio más quebraderos de cabeza, porque terminé arrastrando a mi hermana en mi viaje y tuve que unir mis imprescindibles a los suyos, los míos son hoteles céntricos y baratos, los suyos pulcritud y baño propio. Al final lo conseguí casi todo, el casi se debe a que elevé un poco el presupuesto pero como el nivel de vida allí es más barato no fue un gran despilfarro. Reservamos el hotel Gold Basilica a traves de Booking, nos salió a 102,60€ tres noches para las dos, es decir a 17€ por persona y noche.
Lo pagué muy a gusto porque el lugar estaba en el mismo corazón de Pest, la dueña fue amabilísima, además estaba todo nuevo y limpio, no se oía ningún ruido y había hasta cafetera con capsulas (a 50 ct. la cápsula) , levantarme y poder tomarme un buen café estando de viaje es un lujo. Eso si, advertir que es un apartamento privado sin recepción, pero la dueña vive al lado y es todo muy facil, no olvideis que hay que ponerse en contacto previamente con ella para que te dé las indicaciones de cómo entrar o acabaréis como yo, teniendo que activar los datos del teléfono y llamándola al verme frente a un portal sin ninguna pista de adonde tenía que timbrar.
Y vamos ya con el viaje, el vuelo y la llegada sin contratiempos, aunque no se encuentra en el top ten de los aeropuertos tampoco está tan mal como había leído, eso sí, armaros de chaquetas, guantes, y bufandas al salir del avión si vais en invierno porque hay que andar, los finger o los autobuses para acceder a la terminal brillaban por su ausencia.
Saqué del cajero el equivalente a 50€ y así tener florines para el bus, NO lo hagáis, la máquina de tickets acepta tarjetas de crédito y no conviene, las casas de cambio en la ciudad son una opción infinitamente mejor. El bus que hay que buscar es el 200E, está bien indicado desde la terminal, la máquina expendedora esta frente la parada del bus y tiene la opción de español
pero a mitad de operación pasaron unos chicos y nos regalaron sus billetes porque ya se iban y aún les quedaban unas horas de validez, así que subimos por la cara.El bus al contrario que el aeropuerto es muy moderno, con una pantalla que te indica la próxima parada, aunque no hay perdida, es la última, donde se baja todo el mundo. De ahí al metro, es una estación enorme que hay justo en frente, y de nuevo se sigue a los demás.
Y aquí un inciso para daros información, se puede sacar: billete sencillo, abono de 10 billetes (no os asustéis, salen 10 billetes en vez de un abono, a nosotras nos dió la risa floja cuando no paraban de salir papelitos) y sino el abono de 72h (pone la hora a la que finaliza, son 72 horas reales). El transporte no es barato, a 1€ el viaje, con el de 10 billetes te ahorras un poquito y con el de 72h depende de lo que lo utilices. Nosotras acabamos comprando el abono de 10, porque al ahorrarnos los del aeropuerto, que hubieran sido 4 billetes (dos para cada una, el del bus no sirve para el del metro) como estábamos en pleno centro y nos gusta caminar usamos el poco transporte público, pero como esta todo en español barajar opciones es fácil. Os advierto que hay revisores por todas partes, colarse voluntaria o involuntariamente es difícil.
Continuo, dejamos los bártulos en el hotel y nos fuimos a cenar al Hummus bar, que estaba a pocos minutos caminando del hotel y había leído buenas críticas. Es como una especie de fast food pero con comida de oriente medio, cenamos bien, rápido y barato (3610Ft, unos 11€ entre las dos) un plato variado de ensaladas, un humus, claro está, con muchas cosas alrededor, una cerveza y un agua. La única pega es que la música estaba demasiado alta y los camareros un tanto secos, pero ya nos daríamos cuenta que es la tónica general de los jóvenes húngaros, la gente mayor, en cambio, es bastante amable.
Y con la panza llena nos fuimos a dormir que al día siguiente teníamos la agenda muy apretada.