Hoy, siguiendo la rutina de despertar muy pronto por el jet lag, nos fuimos a hacer la subida al volcán Diamond Head, en donde aparcamos a las 7:45 am, ¡y ya estaba el parking casi lleno para variar! En unos 30-35 minutos, sin prisa pero sin pausa, y con el calorcete ya presente, nos plantamos en la cima, tras superar las cuestas, escaleras, tuneles y demás grupitos de japoneses taponando el camino (conviene llevar un par de botellas de agua pero se hace muy fácil y sin mucho esfuerzo)

Las vistas bien merecen la pena:


La zona de Waikiki viene a ser el Benidorm Hawaiano


Bajamos a las 9 del cráter y nos tomamos unos batidos (smoothies) de piña y fresa, sentados a la sombra en un pequeño merendero junto a la tienda de recuerdos.
De camino a Waikiki paramos en el Amelia Earhart’s point, que viene a ser un monolito con vistas a la playa que recuerda a ésta famosa aviadora de trágico final (su avión desapareció en el Pacífico) que fue la primera persona en volar sola desde Hawai hasta Oakland (donde aterrizamos nosotros) en 1935.
Concretamente la inscripción del Monolito dice: "Amelia Earhart. First person to fly alone from Hawaii to North America. January II. 1935."

Habiendo aparcado el coche en el parking del piso nos fuimos caminando al siguiente punto del día: Excursión en Catamarán con la compañía Maitai (efectivamente, de Groupon también jajaja, 36$ ambos). A las 11 embarcamos y nos dimos un paseo de una hora y cuarto aproximadamente, viendo tortugas, peces voladores, pescar un atún con las cañas del catamarán y hasta salir un submarino a flote; todo ello amenizado por la música de Bob Marley, un coctel Mai tai en la mano (5$), el impresionante Diamond Head y las verdes aguas de Waikiki , ¿qué más se puede pedir? Mereció la pena totalmente



Volvimos a la playa, a pasar el día y de paso comer en nuestro querido bar, el Waikiki Beachside Bistro.
Tras pasar el día por la playa bañándonos sin parar (me olvidé mencionar que teníamos un flotador que nos trajo el aire el día anterior y que adoptamos al no aparecer dueño



Echamos gasolina para llenar el depósito para devolver el coche al día siguiente y nos volvimos a Waikiki a cenar cerca del piso en el Surf N Turf Tacos, un mejicano sin muchas pretensiones, donde nos pedimos unos nachos vegetales y una ensalada de pollo, cenando en una terraza al aire libre tan ricamente.
