Hoy madrugamos porque a través del hotel hemos reservado una excursión en barco, así que tras desayunar nos vamos rumbo al punto de encuentro para disfrutar de las playas del sur a las que sólo se accede por este medio. Cuando llegamos al lugar donde se coge el barco, el viento es tan fuerte que parece que nos va a volar, así que nos lo pensamos mejor y tras consultar la previsión de los próximos dias, decidimos dejarlo para el viernes por la tarde. No es muy agradable hacer una excursión de este tipo y estar pasando frío por el viento, porque te da pereza hasta tirarte al agua.
Nos vamos a buscar una playa en la que podamos estar sin que el viento nos amargue el día, pero hay que reconocer que hoy es complicado conseguirlo. Primero nos acercamos a Tsigrado, una pequeña cala famosa porque se accede a ella a través de una escala de cuerda.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La cala es preciosa, pero pequeña y tranquila, y como somos ciento y la madre decidimos acercarnos a Firiplaka, que está pegada a la anterior, y que tiene fácil acceso y es bastante más amplia.
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Esta playa también es maravillosa, tranquila y con aguas cristalinas, y pasamos una estupenda mañana sin que el viento nos moleste y disfrutando de sus aguas.
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Como hoy el día ha empezado pronto y hemos tenido mucho tiempo de playa, decidimos subirnos a Plaka para verla de día y comer en alguna taberna de la zona alta. Nos damos un paseo por el pueblo y entramos en una taberna donde nos comemos una buenísima Mousaka, por supuesto con nuestra frasquita de vino blanco. Luego damos un paseo y nos asomamos a un mirador donde va todo el mundo a ver la puesta de sol.
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Nuevamente nos vamos a descansar a la piscina del hotel y leer un ratito, y por la noche volvemos a Pollonia a dar un paseo y a cenar algo informal.
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Al día siguiente continúa el viento y nos vamos en busca de playas del sur que estén resguardadas. De esta forma llegamos a una de las más bonitas de la isla, Agia Kiriaki, preciosa playa con algunos árboles y al fondo una zona de rocas donde nos instalamos ya que era la parte más resguardada del viento.
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Aquí pasamos un día maravilloso de playa, aunque a veces el viento da un poco de guerra, pero los baños en la zona de rocas llena de peces de colores, merecen realmente la pena. Además, al fondo hay una taberna donde también comemos buen pescado y frasquita de vino, y estamos tan a gusto en esta playa que pasamos el día entero en ella.
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Por la tarde, nos vamos a Pollonia a ver la puesta de sol, que resulta ser una de las más bonitas que vimos en este viaje.
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Después nos vamos a Tripiti, un pequeño pueblecito pegado a Plaka, donde hoy celebran una fiesta muy tradicional en la que los niños saltan una hoguera. El pueblo está lleno de gente y muy animado, y aunque en la plaza dan gratuitamente algo de comida y vino, nosotros nos compramos unos souvlakis que estaban haciendo a la parrilla y unas cervecitas y cenamos tan ricamente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Hace un frío que pela, así que tras vivir la experiencia de una pueblo griego en fiestas, nos vamos a nuestro hotelito sabiendo que al día siguiente es nuestro último día de vacaciones.
