JUEVES DÍA 14. VIAJE Y LLEGADA TURIN ✏️ Travel Journeys of Italy

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Salimos desde Huelva en dirección a aeropuerto de Sevilla, para no cansaros omitiré las distintas etapas hacia el mismo, solo deciros que fue en bus hasta Sevilla y taxi hasta el aeropuerto. Una vez allí almorzamos un par de bocatas que llevábamos, el horario del vuelo no permitía florituras, y una vez en e interior pasamos la zona de control por suerte sin sorpresas.

El avión salía con algo de retraso pero no nos preocupaba en exceso teníamos tiempo y, por nuestra experiencia, siempre se aterriza un poco antes de horario establecido. Una vez en Malpensa me sorprendió porque no me pareció un aeropuerto con tanto pasajero pero, claro, estaba en la zona de salida y nada que ver con lo que nos encontramos a la vuelta, aun así resultó un aeropuerto bastante cómodo y, a decir verdad, el traslado hacia Milán es bastante accesible, se puede ser en tren o bien en bus, siempre prefiero el tren por aquello de que el equipaje va conmigo pero al encontrarnos un bus dispuesto para salir optamos por tomarlo, son bastantes las compañías que realizan ese servicio por lo que en todo momento hay autocares. El traslado se indica de una hora de duración, y no es tanta la llegada a Milán sino luego el tráfico que existe hasta llevar a la Estación Central de Milán, extremadamente caótico incrementando el tiempo del traslado hasta que, por fin, vislumbramos la arquitectura de esa gran mole que es la principal estación de trenes de la capital lombarda.

El bus aparcó en un lateral de la estación, estaba lleno de autobuses uno detrás del otro, y todos realizaban el servicio hasta Malpensa, algo que nos daba seguridad para la vuelta puesto que a la hora que quiera irte siempre habrá autobuses, y eso es siempre una garantía.

Una vez dentro de la estación pues todo marchaba lento, llegamos como hora y media antes de la salida de nuestro tren y aun no se anunciaba en los paneles y cuando lo hizo era para anunciar que llegaba con 15 minutos de retraso, por lo que continuamos dando vueltas por la gran estación que más parece un gran centro comercial al mismo tiempo, realmente lo es, pero la incertidumbre se apoderaba porque llegaba la hora y aun no se anunciaba en los paneles nuestro tren, hasta que ¡por fin! apareció el anden tren rojo de Italotreno que nos llevaría hasta nuestro destino final: Turín.

El trayecto hasta Turin fue rápido, en 40 minutos como estaba previsto, por estar más próxima al hotel nos bajamos en Porta Susa una de las estaciones de ferrocarriles más modernas de Europa, estaba absolutamente vacía debido a lo avanzada de la hora; al salir de la estación emprendimos el camino hacia el hotel, era largo pero estaba totalmente controlado y tras cruzar la plaza XXVIII de septiembre, nos dirigimos hacia el hotel por vía Cernaia donde ya observamos los característicos arcos de Turín, para girar a la izquierda y tomar corso Palestro, corso Valdocco, cruzar la avenida Regina Margherita, y tras tomar la via Francesco Gigna llegar a la via Strada del Fortino donde se encontraba el hotel Pacific Hotel Fortino, un cuatro estrellas altamente recomendable por todos los aspectos, sobretodo el económico.

Por lo avanzada de la hora, salimos del hotel buscando algo abierto para cenar, por fortuna localizamos un restaurante cercano, una pizzeria, estaban a punto de cerrar pero nos atendieron amablemente y pudimos degustar unas ricas pizzas, de hay ya al hotel, una ducha y a descansar deseando despertar para comenzar a patear Turín, el mejor modo de conocer una ciudad desde mi opinión.

Hasta aquí las dos etapa que han constituido los preparativos y el viaje en si, a partir de las próximas ya nos centraremos en lo ha dado la inabarcable capital del Piamonte, poniendo fotos para una mayor comprensión de lo que decimos. He realizado bastante hincapié en determinados aspectos a la hora de llegar a los destinos para que sirva de guía a alguien que lo necesite, es algo que cuido mucho de leer en esta misma página a la hora de cuadrar la ruta establecida.

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