8 de Diciembre. Hoy me levanto con el sol, me había planteado intentar ir a la subasta del pescado pero entre que son plazas limitadas y que luego tienes un largo espacio de tiempo hasta que abren los restaurantes y sobretodo que logísticamente era complicado cuadrarlo todo decido ir pronto para ver el ambiente, desayunar por la zona y luego ir a Ginza y el palacio Imperial. Con el itinerario claro bajo a la calle, voy al metro y me busco la combinación para llegar al mercado de Tsukiji y tras un par de trasbordos me planto a la entrada del mercado.
No me cuesta mucho encontrar el acceso, solo he de seguir a la gente y me adentro en un mundo de olores, ruido, gente y carretillas brutal. Me flipa el ambiente que hay, gente por todos los lados, cajas de pescado, carretillas tan llenas hasta arriba que con cada giro parece que vayan a perder su carga. De hecho casi me atropellan un par de veces por no mirar, como veo que hacer fotos y vigilar al mismo tiempo es difícil me resguardo en una zona de fumadores que está un poco elevada y de allí puedo ver toda la plaza del mercado. Es como ver los toros desde la barrera, además de seguro hay un momento que me siento mal por ir por allí paseando y con toda esa gente currando, así que para no molestar mucho me quedo en mi refugio un rato.
Con todo el pescado vendido (chiste del año), ha llegado el momento de ir a desayunar sushi. Me muero de ganas por comerlo en uno de los lugares más emblemáticos de este tipo de cocina. Lo difícil es decidir dónde, ya que hay mucho restaurantes y todos parecen muy buenos. Callejeo un poco para ver opciones y de paso merodear por el mercado que hay al lado, al final veo uno que tiene bastante cola y cuando me acerco a ver si tienen menú en inglés un señor que hay en la puerta me pregunta si voy solo, le digo que si y me dice que si quiero puedo entrar que sitio para uno tienen. El destino ha decidido.
Me siento en la barra y me presentan al que sera mi sushiman, o sea el que me prepara la comida, me entregan la carta y me decido por un combo de varios tipos de nigiris. Es toda una experiencia ver como te van preparando las piezas una a una delante tuyo y para cuando tengo el plato delante ya estoy salivando. Llamarme exagerado pero el sushi bueno en Japón es de otra liga. Menuda delicia de desayuno, cada pieza es perfecta pero cuando llego al atún.... el atún.... muero. Quedo tan alucinado con el sabor del atún que sin pensar me pido un combo solo de atún... y vuelvo a morir.
Con la felicidad del desayuno le doy las gracias al sushiman por la comida y salgo a la calle, ahora hay más gente que antes ya que todas las paradas tienen genero a rebosar y me dedico a dejarme llevar por el mercado que hay en los callejones hasta que sin quererlo doy a parar con una gran avenida donde veo un letrero que pone Ginza y como hoy decide el destino pues a Ginza que voy.
Con mis primeros pasos en Ginza enseguida me doy cuenta que aquí se mueven billetes, varios hoteles de alto standing, tiendas de marca, varios centros comerciales y sobretodo el ambiente que se respira en el barrio. Como tampoco es que sea muy fan de estas cosas sencillamente paseo por la venida donde estoy hasta llegar a los jardines de marcan la entrada al palacio imperial.
Los jardines son amplios y son más parecidos a un parque occidental que aun jardín típico japonés pero aun así tienen su encanto con el palacio imperial y su bosque tras ellos. Me acerco a los puentes de acceso a curiosear un poco y paseo por las inmediaciones siguiendo el canal. Es curioso el contraste con el parque y los edificios del palacio de estilo clásico comparado con las torres de acero y cristal que hay a su lado.
Una vez vista la zona miro el mapa para ver que hacer, aunque mi cerebro ya me manda avisos... Akihabara....Akihabara, pero veo que la estación de Tokio está cerca y como es un edificio emblemático me acerco a verla. La lastima es que toda la plaza central está en obras y pierde un poco de encanto pero el edificio por fuera esta muy chulo y por dentro es enorme. Ahora si que no puedo negar más los cantos de sirena de Akihabara y voy caminando hasta el famosos barrio. Antes de llegar paro a comer en un restaurante familiar con vistas al rio Kanda, inconscientemente retraso la visita a Akihabara pero ya no hay vuelta atrás, estoy cerca del paraíso y no debo tener miedo.
Lo primero que hago es buscar la tienda de cambio de Ninja, hasta hora he ido sacando dinero de cajero pero traía algo en efectivo y ya que tiene muy buen cambio pues aprovecho. La verdad es que me cuesta un poco encontrarla ya que aun no me acostumbro a mirar hacia arriba para buscar negocios y si no es por la indicación de un señor que me ve con cara de perdido aun me hubiese costado más. Una vez hechos los tramites y con mis flamantes yenes los entierro en lo hondo de mi mochila porque Akihabara tiene peligro.
Empieza una tarde de locura, primero me acerco al Gundam Café, luego al Yodobashi donde descubro el paraíso de las maquetas de Tamiya y Revell y en su base está el Square Enix Café. Atravesado un paso subterráneo para ir al otro lado de la vía del tren descubro una exposición de juguetes, donde hay muñecos de Star Wars en versión samurái y ya doy de lleno con Akihabara.
Salones recreativos, donde echo unas partidas a videojuegos de lucha, tiendas de merchandising, de anime, de manga, camisetas, electrónica y un largo etc me tienen ocupado toda una tarde tomando notas de precios y lugares donde están las cosas que me interesan. Menuda diferencia con Nakano Broadway donde estaba todo juntito, aquí no paro de caminar arriba y abajo. Es un estímulo constante para los sentidos con tanta luz, música, colores, además que todo lo ordenados que son los japoneses aquí lo pierden, las tiendas son una locura de cajas y cajas puestas al tun tun.
Como nota curiosa me pasa una anécdota muy loca. La mayoría de tiendas que disponen de un edificio para ellas están organizadas en plantas según lo que se vende. Una planta solo de anime y manga juvenil, otra para adolescente, etc. Las últimas plantas suelen ser la zona de adultos y la última es donde está el lavabo y el almacén para recoger pedidos. Pues bien en una tienda de estas por la escalera mecánica de subida entrabas a la planta y la de bajada estaba en la salida de la planta, o sea que si quería bajar debías atravesar la planta. Estando yo perdido en mi mundo salgo de una planta y subo por las escaleras mecánica y me doy de bruces con la zona para adultos y como tenia ganas de ir al lavabo decido subir hasta la última planta y de allí bajar. Lo que se dice dos pájaros de un tiro y por algun motivo no se porque me dio corte cruzar la zona de adultos e ir al lavabo de la primera planta. Bueno, pues subo las escaleras y al llegar al último piso me encuentro a un montón de señores de todas las edades que cuando me ven bajan todos la cabeza la mirada al suelo, primero me extraño un poco pensando en que quizás me he metido en un área solo para trabajadores pero toda la gente que hay allí va vestida de calle o bien con traje. Allí me tenéis con un montón de japoneses mirando al suelo y yo sin saber que decir, se notaba de sobras que la situación era incómoda hasta que de una puerta sale un chico con un chaleco de la tienda y le pregunto “exit?” me sonríe y me hace un gesto para que le siga y al llegar a un pasillo me señala una puerta. Durante el breve trayecto solo veo que japoneses mirando al suelo y como efecto simpático me encuentro mirando al suelo. No se el motivo pero todo muy embarazoso. Encuentro las escaleras mecánicas y voy bajando aun confundido con lo que acaba de pasar y cuando llego a la calle veo unos carteles donde salen chicas con poca ropa y un símbolo de +18. Sin querer me he colado en un evento de conoce a tu actriz porno favorita.... ole yo, y a todo esto aun no he ido al lavabo. Riéndome de la situación me dirijo a una cafetería a merendar algo y de paso descanso un rato del tute que llevo.
Después de estar un rato sentado observando el ir y venir de la gente por el barrio, ha llegado la hora de volver al hotel. Emarti se va mañana y le aviso para ir a cenar algo. Voy al metro y de allí vuelta a Shinjuku. Quedo con emarti y nos vamos a cenar a un restaurante cercano y a comentar lo que han sido estos días en Tokio. Nos despedimos y le deseo buen viaje de vuelta a España.
Ya en el hotel, me pongo en contacto con un amigo de mi hermano que resulta que está casado con una japonesa y por casualidades de la vida mañana estarán por Yokohama y como quería ir de visita a Kamakura y Yokohama que mejor que ir acompañado.
Con todo listo, me meto en la cama y a dormir.
Visitas del día
Mercado de Tsukiji- Una locura de gente a primera hora, supongo que si se va cuando hace la subasta ha de ser muy chulo también pero para mí fue suficiente ver el ajetreo mañanero y luego regalarme un desayuno de sushi. Hay mucho restaurantes donde elegir, los hay de famosos pero en muchos vi que tenían lista de espera o bien unas colas imposibles, pero con la oferta que hay encontráis sitio donde desayunar seguro. Mercado y desayuno recomendado al cien por cien.
Barrio de Ginza- La verdad es que no vi mucho porque tampoco es que me interese mucho su ambiente pero lo poco que vi lo encontré bonito, un buen lugar pasear y hacer compra de escaparate, de esa que miras pero no compras.
Palacio Imperial- Bonito parque exterior por donde pasear, el contraste entre el palacio y los edificios circundantes es curioso. Yo no tenía visita guiada pero se puede reservar para pasear por dentro del recinto amurallado.
Estación de Tokio- Muy chula, con ese estilo clásico de su edificio principal, el que estuviese en obras hizo desmerecer un poco la visita pero si se está cerca recomiendo ir, además hay muchos restaurantes en su subsuelo, a los que me quede con ganas de ir.
Akihabara- Meca del fan del anime y el manga. No hay más que decir, aunque si no os gusta esta temática recomiendo ir solo por el ambiente que tiene. Perderse por una tienda un rato es toda una experiencia. Además si os va la electrónica tenéis muchas tiendas de ordenadores, cámaras, televisiones, etc y sobretodo muchas tiendas de segunda mano muy recomendables.
Trayecto del día
1- Hotel
2- Mercado de Tsukiji
3- Calles de restaurantes
4- Barrio de Ginza
5- Palacio Imperiales
6- Estación de Tokio
7- Akihabara