Nos levantamos a las 6:30 h. A las 7:15 salimos para Madrid en coche.
Llegamos a Barajas a las 9:15. Dejamos el coche en el Parking cubierto de la T4, que por cierto está lleno. Con oferta de AENA, 71 € (11 días). A nosotros nos compensa ir en coche porque somos 4, y dado que vuelves cansado y todavía tenemos que hacer viaje de regreso hasta nuestra ciudad de provincias, no me gusta ni los estacionamientos de larga estancia, ni los parkings particulares. Los de AENA, junto a la terminal, nos dan más libertad .
Vamos a coger el vuelo regular que hay diariamente de Madrid a Atenas con Iberia.
Comprado en febrero para agosto nos cuesta 140 € cada billete (solo ida). Algo caro, pero el vuelo es regular, solo un trayecto (la vuelta la hacemos desde Trieste -Italia-,incluido en el precio del crucero), con Iberia (aunque esto ya no es mucha ventaja), media distancia (3,5 h.), con un horario muy bueno, en esta tarifa incluye facturación de maleta, que como vamos luego de crucero necesitamos y elección previa de asiento por internet, necesario cuando vas cuatro y quieres sentarte juntos y los más delante posible.
Entre facturar las maletas (el Check-line automático no funcionaba con alguno de los billetes que llevaba y necesitamos la ayuda de una auxiliar de tierra) y el control de seguridad, directamente a embarcar. Por cierto, al ir con un niño entramos de los primeros al avión, saltándonos la cola. El avión iba completo.
Salimos a las 10:50. Bueno, después de la vuelta turística que siempre nos dan en T4 para buscar la pista… (como odio la T4 ). Llegamos en un vuelo de 3,5 horas (con comida snack de pago, sin películas, ni música), puntuales ,a las 15:20 h. hora local.
Poco antes de llegar a Atenas ya se empiezan a ver las primeras islas griegas...
A través del “tubo” a la terminal y a recoger el equipaje. No tardamos mucho en recuperar las cuatro maletas (veremos lo que tardamos a la vuelta en Barajas. ).
En un pis pas, estamos en el mostrador de AVIS del aeropuerto.
Aquí hago un inciso. Hace unos meses que alquilé con “Imperial Car Rental” por internet un coche grupo B con todo incluido desde el jueves hasta el domingo, con recogida en aeropuerto de Atenas (se supone que con una persona que me espera a la llegada) y entrega en el Puerto del Pireo (para coger el barco del crucero) el domingo. Total 165 €.
Por internet, todo perfecto. Responden muy rápido (al hacer la reserva), porque unos pocos días antes de empezar el viaje les escribo para confirmar la recogida y NADA. Sigo mandando mensajes, y NADA. Así durante días. Al final decidí reservar el coche con una agencia de viajes en AVIS (HERTZ era algo más barata pero solo incluía 400 km). Km. ilimitados y seguros. Más caro, pero al final cogí grupo C (tipo BMW). Me dieron Volvo a estrenar que cabían muy bien las maletas. Por cierto, en cuanto mandé un correo (por si acaso) para anular la reserva de “Imperial Car Rental” (que menos mal no había pagado nada), me contestaron en poquísimo tiempo que anulaban la reserva (para eso si volvieron a contestar).
Grecia es un destino que se coge bastante habitualmente coche de alquiler, de ahí la cantidad de mostradores y compañías internacionales que operan (no hay muchas locales). A pesar de haber cintas para hacer colas, en este momento no hay casi gente y nos atienden rápido. Están juntas AVIS/Budget. Se agradece que en cuanto nos dan los papeles (en inglés, pero se hacen entender) nos preguntan cuántos somos, y nos dan 4 botellas de agua muy frías. Son las 16:00 h. locales y en pleno agosto, el detalle se agradece.
Salimos del aeropuerto (siguiendo las indicaciones) hacía la playa o explanada donde están todos los coches de alquiler. Mucho calor, pero corre bastante aire. Tras recoger el elevador para la pequeña en una caseta común para todas las compañías, vamos a por el coche.
Volvo V40, muy bonito, súper equipado y nuevo (con menos de 7.000 km.). Es muy espacioso y caben (como queríamos) las 4 maletas medianas y las mochilas en el maletero.
Me siento, ajusto todo y dos problemillas: Arranque con botón (menos mal que ya he usado alguno) y cambio automático (de estos no había usado). Yo chulito (en vez de cambiar por uno manual), lo cual me dio “varios sustos” hasta hacerme con él.
Con los mapas GPS de Grecia descargados en el móvil, lo instalo y para el centro de Atenas.
No hay casi tráfico. Muy buenas autopistas que salen desde el aeropuerto (los carteles son verdes). El viaje al centro (Acrópolis) es de unos 40 km. y tardamos unos 40 minutos. Hay que pagar peaje (con tarjeta o monedas) y creo que cuesta 2,8 €.
Qué suerte, aparcamos junto a la calle peatonal de la Acrópolis (donde tenemos alquilado el apartamento). No es zona azul. Parece que en agosto hay algunos sitios en el centro (de hecho encontré sitio todas las veces). Sino llevaba apuntados unos parkings (algo caros).
En menos 5 minutos, andando, en casa. Recogemos las llaves en un cajetín. Dos Dormitorios, aire acondicionado, salón, cocina, etc. Muebles viejos, pero correcto, por el precio de 90 €/noche y las vistas:
Descansamos un poco, nos cambiamos y aseamos y cogemos el coche. Son las 17:15 h.. Atenas es inmensa de extensión. Casitas bajitas blancas. Ya me di cuenta en el avión….
Tardamos más de media hora en salir de la ciudad. Grandes y bonitas avenidas. A las afueras centros comerciales y concesionarios de coches.
Me dirijo a ver la puesta de sol a CABO SUNION
Como está atardeciendo y el día es precioso, cojo la hermosa carretera E91 que bordea toda la costa griega.
Después de una hora desde Atenas, y tras parar en varios sitios a hacer fotos, llegamos a nuestro destino.
Precio (2017): 8 € cada adulto, los menores de 18 años gratis. Luego no nos pidieron las entradas.
En este recinto arqueológico está el Templo de Atenea (no queda casi nada), aunque el enclave es precioso…
Y el impresionante Templo de Poseidón
Allí todos los atardeceres se concentran Hippies, bohemios, nostálgicos y turistas a ver anochecer.
Merece la pena… Juzgad.
Muy buen primer contacto con GRECIA. Los niños (y los mayores) encantados.
Tras ponerse el sol, unos 15 minutos después, el guarda nos va echando. Va a cerrar.
Donde se deja el coche hay un buen restaurante/cafetería con algunas cosas para comer y buenas mesas para beber.
Lógicamente ya es de noche. Volvemos por la carretera del interior (E89).
Muy cerca de Sunion está el pueblo/ciudad de 7.000 habitantes, Lavrio. Se cruza por el centro y tiene una pinta muy buena para parase a cenar. Vimos varios restaurantes al pasar.
Nosotros estuvimos a punto de parar, pero seguimos hasta Atenas. Desde aquí es casi todo autovía o autopista (otra vez de la del aeropuerto). Son unos 60 km. y en más o menos una hora estamos otra vez en la Acrópolis.
Nuevamente suerte para aparcar (mañana no lo moveremos) y a cenar debajo de casa.
En un restaurante griego, con terraza, 100 % recomendable. Muchos griegos cenando.
Restaurante:
Nos atendieron muy bien. Incluso chapurrean un poco el español.
De regalo, sandía dulce de postre.
Antes de acostarnos, subimos a la terraza del edificio a contemplar….
Llegamos a Barajas a las 9:15. Dejamos el coche en el Parking cubierto de la T4, que por cierto está lleno. Con oferta de AENA, 71 € (11 días). A nosotros nos compensa ir en coche porque somos 4, y dado que vuelves cansado y todavía tenemos que hacer viaje de regreso hasta nuestra ciudad de provincias, no me gusta ni los estacionamientos de larga estancia, ni los parkings particulares. Los de AENA, junto a la terminal, nos dan más libertad .
Vamos a coger el vuelo regular que hay diariamente de Madrid a Atenas con Iberia.
Comprado en febrero para agosto nos cuesta 140 € cada billete (solo ida). Algo caro, pero el vuelo es regular, solo un trayecto (la vuelta la hacemos desde Trieste -Italia-,incluido en el precio del crucero), con Iberia (aunque esto ya no es mucha ventaja), media distancia (3,5 h.), con un horario muy bueno, en esta tarifa incluye facturación de maleta, que como vamos luego de crucero necesitamos y elección previa de asiento por internet, necesario cuando vas cuatro y quieres sentarte juntos y los más delante posible.
Entre facturar las maletas (el Check-line automático no funcionaba con alguno de los billetes que llevaba y necesitamos la ayuda de una auxiliar de tierra) y el control de seguridad, directamente a embarcar. Por cierto, al ir con un niño entramos de los primeros al avión, saltándonos la cola. El avión iba completo.
Salimos a las 10:50. Bueno, después de la vuelta turística que siempre nos dan en T4 para buscar la pista… (como odio la T4 ). Llegamos en un vuelo de 3,5 horas (con comida snack de pago, sin películas, ni música), puntuales ,a las 15:20 h. hora local.
Poco antes de llegar a Atenas ya se empiezan a ver las primeras islas griegas...
A través del “tubo” a la terminal y a recoger el equipaje. No tardamos mucho en recuperar las cuatro maletas (veremos lo que tardamos a la vuelta en Barajas. ).
En un pis pas, estamos en el mostrador de AVIS del aeropuerto.
Aquí hago un inciso. Hace unos meses que alquilé con “Imperial Car Rental” por internet un coche grupo B con todo incluido desde el jueves hasta el domingo, con recogida en aeropuerto de Atenas (se supone que con una persona que me espera a la llegada) y entrega en el Puerto del Pireo (para coger el barco del crucero) el domingo. Total 165 €.
Por internet, todo perfecto. Responden muy rápido (al hacer la reserva), porque unos pocos días antes de empezar el viaje les escribo para confirmar la recogida y NADA. Sigo mandando mensajes, y NADA. Así durante días. Al final decidí reservar el coche con una agencia de viajes en AVIS (HERTZ era algo más barata pero solo incluía 400 km). Km. ilimitados y seguros. Más caro, pero al final cogí grupo C (tipo BMW). Me dieron Volvo a estrenar que cabían muy bien las maletas. Por cierto, en cuanto mandé un correo (por si acaso) para anular la reserva de “Imperial Car Rental” (que menos mal no había pagado nada), me contestaron en poquísimo tiempo que anulaban la reserva (para eso si volvieron a contestar).
Grecia es un destino que se coge bastante habitualmente coche de alquiler, de ahí la cantidad de mostradores y compañías internacionales que operan (no hay muchas locales). A pesar de haber cintas para hacer colas, en este momento no hay casi gente y nos atienden rápido. Están juntas AVIS/Budget. Se agradece que en cuanto nos dan los papeles (en inglés, pero se hacen entender) nos preguntan cuántos somos, y nos dan 4 botellas de agua muy frías. Son las 16:00 h. locales y en pleno agosto, el detalle se agradece.
Salimos del aeropuerto (siguiendo las indicaciones) hacía la playa o explanada donde están todos los coches de alquiler. Mucho calor, pero corre bastante aire. Tras recoger el elevador para la pequeña en una caseta común para todas las compañías, vamos a por el coche.
Volvo V40, muy bonito, súper equipado y nuevo (con menos de 7.000 km.). Es muy espacioso y caben (como queríamos) las 4 maletas medianas y las mochilas en el maletero.
Me siento, ajusto todo y dos problemillas: Arranque con botón (menos mal que ya he usado alguno) y cambio automático (de estos no había usado). Yo chulito (en vez de cambiar por uno manual), lo cual me dio “varios sustos” hasta hacerme con él.
Con los mapas GPS de Grecia descargados en el móvil, lo instalo y para el centro de Atenas.
No hay casi tráfico. Muy buenas autopistas que salen desde el aeropuerto (los carteles son verdes). El viaje al centro (Acrópolis) es de unos 40 km. y tardamos unos 40 minutos. Hay que pagar peaje (con tarjeta o monedas) y creo que cuesta 2,8 €.
Qué suerte, aparcamos junto a la calle peatonal de la Acrópolis (donde tenemos alquilado el apartamento). No es zona azul. Parece que en agosto hay algunos sitios en el centro (de hecho encontré sitio todas las veces). Sino llevaba apuntados unos parkings (algo caros).
En menos 5 minutos, andando, en casa. Recogemos las llaves en un cajetín. Dos Dormitorios, aire acondicionado, salón, cocina, etc. Muebles viejos, pero correcto, por el precio de 90 €/noche y las vistas:
Descansamos un poco, nos cambiamos y aseamos y cogemos el coche. Son las 17:15 h.. Atenas es inmensa de extensión. Casitas bajitas blancas. Ya me di cuenta en el avión….
Tardamos más de media hora en salir de la ciudad. Grandes y bonitas avenidas. A las afueras centros comerciales y concesionarios de coches.
Me dirijo a ver la puesta de sol a CABO SUNION
Como está atardeciendo y el día es precioso, cojo la hermosa carretera E91 que bordea toda la costa griega.
Después de una hora desde Atenas, y tras parar en varios sitios a hacer fotos, llegamos a nuestro destino.
Precio (2017): 8 € cada adulto, los menores de 18 años gratis. Luego no nos pidieron las entradas.
En este recinto arqueológico está el Templo de Atenea (no queda casi nada), aunque el enclave es precioso…
Y el impresionante Templo de Poseidón
Allí todos los atardeceres se concentran Hippies, bohemios, nostálgicos y turistas a ver anochecer.
Merece la pena… Juzgad.
Muy buen primer contacto con GRECIA. Los niños (y los mayores) encantados.
Tras ponerse el sol, unos 15 minutos después, el guarda nos va echando. Va a cerrar.
Donde se deja el coche hay un buen restaurante/cafetería con algunas cosas para comer y buenas mesas para beber.
Lógicamente ya es de noche. Volvemos por la carretera del interior (E89).
Muy cerca de Sunion está el pueblo/ciudad de 7.000 habitantes, Lavrio. Se cruza por el centro y tiene una pinta muy buena para parase a cenar. Vimos varios restaurantes al pasar.
Nosotros estuvimos a punto de parar, pero seguimos hasta Atenas. Desde aquí es casi todo autovía o autopista (otra vez de la del aeropuerto). Son unos 60 km. y en más o menos una hora estamos otra vez en la Acrópolis.
Nuevamente suerte para aparcar (mañana no lo moveremos) y a cenar debajo de casa.
En un restaurante griego, con terraza, 100 % recomendable. Muchos griegos cenando.
Restaurante:
Nos atendieron muy bien. Incluso chapurrean un poco el español.
De regalo, sandía dulce de postre.
Antes de acostarnos, subimos a la terraza del edificio a contemplar….