Estamos en nuestro último día del viaje y hoy visitaremos Kamakura. Tenemos que coger la JR Shonan Shinjuku Line haciendo parada en Shinjuku para conectar con la misma línea hasta Kamakura, llegaremos en 1 hora y cuarto, salimos a las 9 y media.
Kamakura tiene mucho que ver y nosotros poco tiempo que perder, por tanto nos ceñimos a unas pocas visitas imprescindibles. En primer lugar, el templo de Kotoku-in en el que se encuentra la estatua de bronce de 13,35 metros de alto y 93 toneladas del gran Buda Amida, sentado en la posición de loto meditando. Fue emocionante estar allí delante de aquella imponente estatua que transmitía paz y serenidad. Es la segunda estatua de Buda de mayor tamaño de Japón y muy curiosa por estar al aire libre. Está hueca y se puede visitar por dentro haciendo una simbólica donación de 20 yenes.

Iremos ahora a visitar el templo de Hase-dera, está cerca, en pocos minutos estamos en las taquillas comprando las entradas -300 yenes-
Hase-dera es el templo de los niños perdidos de Kamakura, es un lugar precioso donde hay miles de estatuas de Jizo, el buda patrón de los viajeros y de los niños difuntos, cosa esta última que inquieta. Muchas mujeres van a este templo a colocar las estatuas de Jizo tras perder a sus hijos en un aborto o circunstancias peores. Los jardines están llenos de multitud de figuritas.
A pesar de todo lo anterior, el templo y sus alrededores ofrece un entorno maravilloso de exuberante vegetación y estupendos edificios. Encontramos una serie de caminos que nos llevan a la parte más alta en la que podemos disfrutar de una bonita vista de la bahía de Kamakura.


Comeremos algo en plan rápido por los alrededores y volveremos a Tokio. Paramos en la estación de Ueno para visitar el famoso parque.
El parque Ueno es el primer parque de Tokio y uno de los principales focos culturales de la ciudad y dispone de cuatro museos, un zoológico y varios templos y santuarios. Nosotros realizamos una visita superficial debido al escaso tiempo de que disponíamos.
Nada más salir de la estación de Ueno encaramos la entrada del parque que se encuentra al salir de la estación, muy cerca encontramos la famosa estatua de Saigo Takamori, famoso samurai de los últimos tiempos del shogunato Tokugawa y la restauración Meiji. Defensor primero de la restauración imperial, se rebeló posteriormente contra este (rebelión Satsuma) en defensa de la preservación de los valores esenciales japoneses que veía amenazados por la occidentalización. Esta estatua es famosa en occidente por la película de Tom Cruise “El último samurai”

Seguimos y vamos hacia el estanque Shinobazu que está dividido en tres partes, el estanque de los lotos, el de los barcos y el de los cormoranes. En esta época no encontramos ninguna flor de loto, una lástima.
Finalizamos la fugaz visita a Ueno, tenemos que volver a nuestro hotel, es nuestra última noche en Japón y toca hacer las maletas, asearnos y buscar algún restaurante para tener nuestra última cena en Tokio.
Segunda noche dedicada al sushi en otro restaurante relativamente cercano al hotel. Apuramos nuestras últimas horas en la ciudad con unas cervezas unas risas y comida típica. El viaje ha sido intenso, la esencia del la filosofía del país nipón nos ha impregnado, en el grupo ha habido entendimiento y armonía, siempre nos esperará Japón y su encanto para una segunda ocasión.