Decidimos desayunar en el sitio donde habíamos estado tomando un café el día anterior, el Espresso House, 2 cafés grandes y dos muffins. Último vistazo al puerto y rumbo a la oficina de alquiler de coches, donde recogimos un Skoda Rapid que respondió muy bien durante todo el camino. Vuelta al hotel a recoger el equipaje y rumbo a Stavanger. Nos sorprendió en Bergen que había poquísima gente por las calles, parecía una ciudad desierta. Creemos que es porque nuestras fechas de viaje coincidieron con Pentecostés, porque el último día, que volvíamos a Bergen, era otra cosa completamente distinta.
El viaje duró unas 5 horas, contando con dos ferries, uno de unos 21km y otro de 3km (303 NOK y 240 NOK respectivamente). Es curioso el sistema de los ferries, ya que normalmente te vas colocando en los carriles por orden de llegada (carril 1,2,...) y una vez entras te van cobrando, bien en efectivo o con tarjeta. Hay baños y cafetería (salvo en uno, que era muy corto el trayecto y estaba cerrada), a precios nada abusivos, bastante parecidos a lo que te puedes encontrar en tierra firme.

Una vez en Stavanger íbamos a ir directamente al hotel, el Radisson Blu Royal Opinión Tripadvisor(950NOK), pero la zona de parquímetros de alrededor sólo dejaban sacar ticket para 2 horas (eran las 15h y terminaba a las 18), así que nos fuimos a la zona del puerto, aparcamos al lado del museo del petróleo, y comenzamos a recorrer Stavanger. Parecía una antigua zona de pescadores rehabilitada con tiendas, alguna cafetería,... Pasamos por la catedral, la torre Valberg,... y terminamos comiendo algo en un McDonalds (15NOK un menú y una hamburguesa adicional) porque eran casi las 16h y aún no lo habíamos hecho, aunque en el coche habíamos estado picando todo el rato. Cerca de la torre Valberg cogimos cada uno un helado enorme (80 NOK) y seguimos paseando por la ciudad.

Recogimos coche, pasamos por el hotel y nos dirigimos al Gamle, parando antes en la zona del lago y el auditorio, en el que apenas nos cruzamos con un par de turistas, parecía una zona abandonada.

Volvimos al centro y seguimos recorriendo sus calles. Sólo había bastante gente en las cervecerías del puerto, donde calentaba el sol y mucha gente se agolpaba en las terrazas. Nosotros fuimos al Cardinal, recomendada en este foro, donde tomamos dos cervezas noruegas, una Dahls y una Slikat, ésta última de Stavanger, a unos 10€ por vaso de 33cl.
De vuelta a la zona del hotel nuestra idea era cenar allí, ya que habíamos visto buenas críticas del restaurante, pero la carta no nos convenció mucho y decidimos ir a un thai que habíamos visto al lado del hotel. Platos abundantes y sabores contundentes (y uno de los platos muy picantes, pese a pedirlo "normal", por 445NOK.
Stavanger nos dio la impresión de que se puede recorrer sin problemas en medio día.