Hoy nos levantamos y decidimos conocer más a fondo nuestro "barrio". Nuestra casita, la que habéis visto en la primera etapa, se encuentra junto a las ruinas del monasterio de Allerheiligen y las cascadas del mismo nombre. Decidimos empezar prontito nuestra rutilla para evitar la llegada de los turistas y durante nuestro recorrido por las ruinas y el castillo nos encontramos tan solo con una pareja de alemanes.
Al salir aprovecho para hacer unas fotos de la hierba que cada mañana aparece así junto a nuestro jardín.


Desde el caminito que va a nuestra casa (prohibido para los coches, excepto para los nuestros) sale un caminito que baja directamente a las ruinas del monasterio.

Este es el camino que conduce a las cascadas. Al fondo se ve nuestra casita.






El camino de las cascadas puede hacerse de dos maneras. Desde las ruinas hacia abajo y luego subirlo, o desde un parking que hay abajo... primero subir hasta las ruinas y después volver a bajar. Como tenemos dos coches, hacemos trampa. Dos de nosotros bajan cada uno un coche hasta el parking de las cascadas. Dejan un coche en el parking de abajo y se suben otra vez. Comenzamos nuestro camino desde casa, las ruinas del monasterio y las cascadas, hasta el parking. Cuando llegamos al parking, tenemos allí el coche para subir a casa...jeje. Así nos ahorramos la subidita. Son unos cuantos escalones pero no es muy largo.
Como llegamos a casa prontito (sobre las 11 de la mañana ya estamos allí) nos cogemos el coche y tiramos hacia Gengenbach. Nuestro gps (bautizada por nosotros como Helga) nos lleva por una carretera preciosa que seguramente nosotros no habríamos elegido. Es la L94, que va de Bad Petterstal hacia Zell am Harmersbach. Muy bonita. Por cierto, en Bad Petterstal, se celebran cada año por estas fechas saltos de trampolín de esquí sobre hierba. Hace años lo vimos y nos pareció espectacular (podías ponerte justo debajo del trampolín. Este año también nos pillan allí, pero no sacamos tiempo para ir a verlos.
Llegamos a Gengenbach y nos damos una vueltecita por allí. Es un pueblo que siempre me ha encantado.








Aprovechamos para comenzar nuestra cata de tartas Selva Negra...jaja.

Quien la conozca, sabrá que la mayoría de las que venden por España, poco tienen que ver con las de allí. Incluso en otras regiones de Alemania hacen tartas a las que llaman Selva Negra, que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. La verdad es que a mí no me gusta demasiado, pero porque no me gusta mucho el alcohol, y suelen estar bien cargaditas de Kirsch.
Antes de comprarla vemos por la calle esta "Vaca-tarta" Selva Negra

Una "vaca-tarta" Selva Negra.
Nos llevamos las tartas a casa, de postre. (Hoy se incorpora mi pareja al viaje, así que compramos también tarta para él). Los 7 trozos nos cuestan alrededor de 13 euros.
Comemos tardecito y descansamos un poquitín en el jardincito, como cada día.

Debemos ir a buscar a Miguelito (mi pareja) a la estación de Baden Baden. Al igual que nosotros, vuela con Lan Chile hasta Frankfurt, y desde allí tiene que coger un tren hasta BAden BAden. Aprovechamos para pasar la tarde en esta agradable ciudad, que fue de lo primero que conocí de la Selva Negra ya hace más de 10 años. También fue el lugar donde acudí a mis primeras termas y por tanto donde me tuve que quitar el bañador por primera vez...jeje, las primeras de una laaaarga lista (los que me conozcan, ya saben de mi vicio por las termas en estos paises), por lo que guardo gran recuerdo. Hacemos un recorrido por la calle comercial, aquella en la que hace más de una década me compré algo de ropa, barata, pero en una tienda superexclusiva llamada H&M... jajajajajaja.. Entonces aquí no existía y yo creía que era una tienda que sólo existía en Baden Baden....jaja.
Pasamos por las termas antiguas y por las nuevas, ambas muy visitadas por nosotros y nos dirigimos a la zona del teatro, el casino y el Trinkhalle.
Las termas antiguas de Baden Baden... mmm.. son un placer.





El Trinkhalle, lugar tranquilo, para pasear en días malos, y donde hay fuentes para beber el agua termal.

Llegan las 9 de la noche y nos dirigimos a la estación de tren de Baden Baden, que por cierto está a tomar por saco de Baden Baden. Viene con 2 minutos de retraso y con mucha gente, entre ellos, Miguelito. Por fin estamos todos. Nos dirigimos a casita en la oscuridad de la noche. En la carretera de Kappelrodeck a nuestra casa nos encontramos con un pequeño atasquín por un accidente (creemos que un atropello). El hombre parece estar bien, pero aqui no se puede mover absolutamente nada ni un milímetro hasta que no llegue la policía... así que esperamos una fila de coches hasta que se presenta la policía y toma todos los datos del accidente... la verdad es que estamos en una carretera bastante perdida y tanto los sanitarios como la policía aparecen en poquísimos minutos... Seguimos hasta nuestra casita, donde cenamos cualquier cosilla y nos vamos a dormir.
Continuará.....