Amanece algo nublado lo que se agradece para poder recoger con una temperatura alta pero tolerable. Tardamos menos de una hora y despues de una buena ducha para viajar fresquitos y de cerrar la maleta del coche salimos del camping mucho más felices de lo que dejamos el camping de Baró, pese a que nuestras vacaciones prácticamente han terminado.
Nuestra intención es hacer noche cerca de Laredo, para dividir la vuelta en dos jornadas de aproximadamente 550 kms cada una. Todavía en la provincia de Lleida escuchamos en la radio la previsión del tiempo, anuncian tormentas para la tarde - noche en buen parte de la costa cantábrica. Consultamos el tiempo en Internet y efectivamente, altísima probabilidad de fuertes tormentas. Mi mujer y yo nos miramos y decidimos en un santiamén cambiar el plan de ruta. Nos volvemos en una sola jornada para no tener que montar y desmontar nuestra super-tienda en medio de la lluvia, además, tenemos ganas de llegar a casa.
Tocan pues 1000 kms en un solo día, nos ahorramos 100 kms, casi una hora de viaje. Tarragona, Lleida, Huesca, Zaragoza, Navarra, La Rioja, Burgos, Leon, Lugo, van cayendo las provincias una detrás de otra, sin piedad


Espero que os haya gustado el diario de nuestras vacas 2018. Termino con lo mejor, lo regular y lo peor de estos 15 días:
LO MEJOR:
- El camping; su ubicación, buenas instalaciones, limpieza (los baños más limpios que he visto en mi amplia experiencia campista, la sombra, el suelo de hierba, el sonido del río, la paz, las noches estrelladas.... y como no, no quiero olvidarme de los dos chavales que lo llevan, amables y dispuestos a ayudar en todo. UN DIEZ.
- El pirineo leridano; cuando empezamos a planificar las vacaciones tenía mis dudas sobre el destino que se fueron despejando según iba viendo fotos, rutas y opiniones. Para mi gusto igual sino más espectacular que el pirineo oscense. Con el plus del Val de Arán, verde hasta el infinito.
- La poca masificación de las rutas; el año pasado encontramos mucha mas gente, sobre todo en la ruta de la cola de Caballo en Ordesa, que parecía más una convención de boyscouts que un paseo pirenaico. En la ruta de Carlac no nos cruzamos con nadie, en el resto de las rutas muy poquita gente algo que se agradece mucho cuando vas buscando la paz y el silencio de la montaña.
- Los leridanos; después del año que llevamos de independencias y demás, nos daba algo de miedo lo que nos podriamos encontrar. Sin embargo el 99 % de la gente amable, agradable, conversadora y buena gente. Ni una palabra acerca de Cataluña y sus demandas, ni manifestaciones o cosas parecidas, fuera de banderolas, lazos amarillos y fotos de presos en lugares, a veces, insospechados.
LO REGULAR:
- El calor que pasamos en el Congost de Mont Rebei, que por algo somos gallegos.
LO PEOR, sin dudarlo el camping La LLosa en Cambrills.
FIN