Los años impares son aquellos en los que mi mujer y yo realizamos nuestros grandes viajes mientras que en los pares solemos movernos por España. Los destinos fueron rápidamente decididos. En septiembre del año pasado, mientras pasábamos un día la playa de los Genoveses de Cabo de Gata, mi mujer dijo que quería pasar tranquilamente una semana en el verano siguiente en la localidad de San José, perteneciente al municipio de Níjar y que tiene las famosas playas de los Genoveses y Mónsul al lado, así que ese día pasamos por un hostal que nos gustó nada más verlo y reservamos la última semana de julio de 2018. Como contrapartida yo decidiría a que destino ir otra semana. Tenía claro que quería montaña y que fuera en el norte de la península. Dudé entre ir a los Pirineos o Somiedo, pero finalmente me decidí por el concejo asturiano ya que podría servirnos como miniaperitivo de lo que nos esperará en 2019 cuando vayamos al oeste canadiense, en el sentido de montañas, lagos y las posibilidades más altas en España de observar osos.
Lo siguiente que tuve que encontrar es un alojamiento donde hospedarnos en Pola de Somiedo tanto nosotros como nuestra perrita, ya que iríamos con ella. Al final, a principios de octubre reservé aquí con entrada el 19 y salida el 26 de agosto. La semana en el apartamento, que desde ya os digo que es ideal para una pareja, nos salió por 356 euros, un chollo, aunque hay que reservar mínimo una semana.
Las fechas elegidas no eran al azar pues como comentaba más arriba, trataríamos de ver osos y se supone que a partir de mediados de agosto es buena fecha porque empiezan a estar madurando arándanos, arraclanes y escuernacabras y los osos se mueven por los canchales a alimentarse y son relativamente fácil de ver a las primeras y últimas horas del día.
Tras la reserva del apartamento me desatendí de la preparación hasta mucho después, únicamente contacté con las dos empresas que encontré con las cuáles se realizaban salidas para intentar observar el oso pardo cantábrico por la zona: Somiedo Experience y Wildwatching y al final me decidí por la segunda, aunque a posteriori elegiría la primera, por los motivos que comentaré en su momento.
Ya solo dos meses antes me dediqué a buscar información sobre qué rutas de senderismo realizar y demás actividades. Para ello utilicé la información contenida en esta fantástica comunidad de viajeros, la web www.parquenaturalsomiedo.com/ ...rutas.html , adquirí el libro Somiedo: guía completa, de la editorial Calecha y eché un vistazo a diferentes rutas de las decenas que hay en wikiloc por la zona.
Finalmente y para ponernos un poco en situación antes de ir relatando el día a día, decir que Somiedo es un Parque Natural de casi 30000 hectáreas declarado en 1988 y organizado en 5 valles creados por los ríos Somiedo, Pigüeña, Valle, Saliencia y Perlunes. Es una zona interesante porque allí se encuentran representados los tres pisos bioclimáticos de la cornisa cantábrica (colino, montano y subalpino), y los bosques de hayas, robledales y distintos avellanares, encinares, fresnedas con sus muchas arandaneras, y demás zonas arbustivas y laderas abruptas lo hacen perfecto para el resguardo y alimentación del oso pardo y del urogallo, dos de las especies que tienen sus poblaciones ibéricas en estado crítico con pocos supervivientes e incluso en peligro de extinción. Claro, todo ello entre muchos otros valores faunísticos, de flora, de geología e incluso etnográficos y culturales.
19 de agosto, domingo
Partimos de Jaén, donde habíamos pasado un par de días viendo la familia sin mucho madrugar pero sabiendo que era un día de carretera. 8 horitas de coche hasta Pola de Somiedo. Parada breve en Santa Cruz de Mudela para desayunar y algo más larga ya en Arévalo para comer. Llegamos cansados a Pola, pero viendo el cambio de paisaje desde una hora antes al pasar por el valle del Sil y luego por el Parque Natural de Babia, pasando por el puerto de Somiedo para llegar hasta nuestro destino. Eran las 19:30 y llamamos a Mikaela, la mujer que en nombre del dueño nos daría las llaves del apartamento. La pobre no había encontrado su copia hasta hace poco y todo apurada nos indica que aún no tiene el apartamento preparado que lo tendría para dentro de una hora. Algo contrariados porque tenemos un cansancio de aupa nos resignamos y nos damos una vuelta por el pueblo, el cual te lo recorres en 10 minutos. De todas formas nos sirve para ya hacernos una idea de la belleza del lugar.
Pola de Somiedo
Una hora después quedamos con ella en la puerta del edificio y tras volver a disculparse nos da las llaves. El apartamento estupendo, con dormitorio, cocina y salón con su sofá cama y su buena tele de 40'' Además tenemos cochera para el coche, pero es fácil aparcar en la puerta. Tras dejar las cosas y asearnos algo, salimos para cenar en la terraza del hotel Castillo de Alba. Se nota que aunque es verano por aquí refresca por las noches y hay que ponerse sudadera. Nos pedimos unos mejillones con vinagreta y un par de cervezas. La atención en la terraza no es que sea muy buena y tenemos que entrar a pedir, pero parece que todo lo lleva una pareja de mediana edad y no dan abasto.
Tras la cena nos vamos para el piso a deshacer maletas e irnos a la cama que estamos molidos y mañana empezamos con las rutas de senderismo. Además como se pronostica buen tiempo hemos decidido empezar fuerte y realizar la de los Lagos de Saliencia