Todos los viajes tiene sus momentos buenos, y sus momentos malos.
En mi caso, el día de Takayama fue el momento malo, fue tirar un día a la basura de nuestro viaje. Os paso a contar como fue la historia.
Hoy teníamos previsto vistiar uno de esos puntos de Japón que todo el mundo insiste en que es visita obligada, Takayama.
Nos levantamos prontito y vamos a la estación de tren a buscar los pasajes para Takayama... primer ostión: desde Kyoto son 4 HORAS!!!!! de viaje!!! DIOSSSS....
Nos estuvimos planteando un buen rato si ir o no ir, porque era demasiado y realmente no teníamos muy claro qué veriamos.
Al final decidimos ir.
Durante el viaje en tren y según te acercas a Takayama, se ve lo único realmente bonito de todo el día: Los Alpes Japoneses. Os dejo una foto tomada desde el tren:

Parecía estar en otro país distinto, de verdad, que montañas, que ríos, que barrancos... todo muy bonito.
Pasadas casi 4 horas, llegamos a Takayama. Mapa en mano, nos dirigimos al centro, donde se supone que hay unas calles totalmente mantenidas de la epoca Edo.
Realmente las calles son bonitas, y están llenas de destilerías de Sake (diferenciadas claramente porque tienen en la entrada al Topo del Sake). Aqui me teneis con el susodicho topo:

Y ya está... esto es todo Takayama. No tiene nada más. Además, las 2 calles bonitas que tiene, estan literalmente Atestadas de tiendas para sacar los cuartos a los guiris. Es patético. 4 horas de viaje solo para ver 2 calles repletas de tiendas.
Sí, es cierto que en las afueras de la ciudad hay una aldea/museo, que reproduce una aldea de la era Edo. Y dicen que es bonito,pero cierra a las 17h, y como teniamos 4 horas de viaje hasta Kyoto. Pues, como que no había ganas.
Para redondearlo todo, justo después de comer, nos cayó el maldito diluvio universal. Por momentos tomó tintes de Tifón y todo. Estuvimos 2 horas, metidos en una cafetería esperando a que amainara porque no se podía salir.
Aquí se puede ver algo de la lluvia que nos cayó, fue brutal

Cuando amainó, a la estación y de vuelta a Kyoto. Esta vez la ruta fue hasta Nagoya en tren local, y luego Shinkansen a Kyoto.
Y a dormir y olvidar éste día cuanto antes.