Ante todo, agradecer este viaje a WD-40, ya que fuimos nosotros los grandes afortunados de ganar el viaje que sortean anualmente valorado en 7000€!
Este viaje fue en el 2017, pero añorando aquellas sensaciones y maravillosas vacaciones, me he animado a crear mi diario antes de que el viaje se vaya difuminando en la memoria y pierda los detalles pequeños que muchas veces son los mejores de un buen viaje.
Ésta es la historia de nuestro road-trip de 4000 millas por seis estados de Estados Unidos realizado en julio del 2017, concretamente entre el 24 de junio y el 21 de julio.
El premio inicialmente eran 15 días por la ruta Transcanadiense, pero gracias a la flexibilidad que nos ofreció WD40 y Catai, la mayorista con la que organizamos el viaje, valoramos el adaptar el presupuesto que nos ofrecían añadiendo algo más y estar más tiempo en un destino que fuera a su vez interesante para nuestro hijo de 16 años, edad complicada para estar interesado en ver monumentos o piedras.
Así que después de valorar múltiples destinos en múltiples continentes, decidimos que por un presupuesto no demasiado elevado y con el gran empujón económico del premio nos podríamos ir casi un mes los tres a un destino no demasiado caro, como USA haciéndolo con tiempo y dispuestos a dormir en moteles de carretera, que por nuestra experiencia son económicos y de buena calidad.
Con todas estas deliberaciones ya nos habíamos comido casi el mes de febrero entero, y según los comentarios de otros viajes, era recomendable empezar a diseñar el road-trip ¡seis meses antes! Así que le empezamos a dar forma cual pintor con su brocha empieza a esbozar su obra maestra. Se podría decir que esta parte forma parte del propio viaje, ya que la investigación del destino, el descubrimiento de lugares a visitar, la creación de rutas y mapas a seguir durante el viaje es tan placentero como el viaje en si.
Empezamos con las pinceladas gordas, marcando destinos que queríamos visitar y que sirvieran de punto de inicio para ver otros sitios cercanos. Luego leyendo comentarios de otros viajeros iríamos descubriendo muchos otros que si bien no conocíamos de su existencia, las fotos nos invitaban a no dejar de visitarlos.
De esta forma, y teniendo en cuenta que íbamos con un adolescente, intentamos hacer un viaje equilibrado entre ciudad y naturaleza, y creo que no nos podría haber salido mejor.
Empezamos por aterrizar en New York, con estancia de 6 días para visitarla que bien merece la pena, vuelo posterior a Las Vegas para conocer la ciudad en la que dicen hay que visitar al menos una vez en la vida, y posterior road-trip por Gran Cañón, Antelope Canyon, Death Valley, Yosemite y San Francisco.
En este punto y habiendo consumido casi 20 días de viaje, queríamos culminarlo con algún sitio que nos permitiera descansar en alguna playa digna de postal. Valoramos incluso pegar un salto a Costa Rica, Bermudas o la Riviera Maya, pero el coste se nos disparaba y el viaje se complicaba demasiado al salir del país, así que terminamos con Florida, Everglades, Naples, Siesta Beach y Miami.
Se nos hacía la boca agua solo pensar el peazo viaje que nos esperaba. Así que comencemos...

