21 de Abril
Día en el que teníamos contratada la visita al Monasterio de Sergiev Posad, fundado en el año 1337 por el santo Sergio de Rádonezh, el recorrido en autobús es de pocos kilómetros, unos 75 kms. aproximadamente, pero largo en el duración, unas dos horas, ya que había mucho trafico y bastantes obras en la autovía.

Nos dejaron en el aparcamiento que está justo frente al monasterio que está considerado el centro de la espiritualidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Empezamos la visita enseguida de todas sus preciosas iglesias, muy diferentes entre ellas, fue muy interesante compartir la visita con los feligreses que están constantemente rezando ante sus iconos, a la entrada del recinto vendían flor de sauce, que se ve es típica de pascua y también unos pasteles parecidos a una panacota con azúcar glaseado por encima.

Las Iglesias, templos y catedral tienen multitud de preciosos frescos en paredes y techos, ataúdes con los restos de santos e iconos como el de La Trinidad obra de Andréi Rubliov en el siglo XV, considerado el más grande iconógrafo de Rusia, todos ellos forrados con pan de oro. Dentro del monasterio hay una fuente de agua milagrosa en la cual había una fila de devotos para beberla, nuestra guía no nos aconsejó beberla por si no nos sentaba demasiado bien.


El conjunto arquitectónico es precioso y muy interesante, consta de cincuenta edificios de los cuales destacan la Iglesia en honor a la Descendencia del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, la Catedral de la Asunción, el Templo de los Monjes Zosima y Savvaty Solovetsky, la Capilla de la asunción sobre el pozo, la iglesia del icono de la Madre de Dios Hodegetria, la Iglesia de los Smolensk Icono de la Madre de Dios Hodegetria y la Iglesia de la Natividad de San Juan Bautista.
Al salir nos acercamos a las tiendas que hay cerca para comprar algún recuerdo de la visita a Rusia, las más interesantes están después de pasar el túnel que esta debajo de la carretera. Comimos en el restaurante que hay justo frente al monasterio, una comida muy correcta y con buen servicio.
De regreso a Moscú, tomamos el metro hasta la estación de nombre Kashirskaya, para llegar a la entrada sur del parque Kolomenskoye, donde paseamos desde el sur hasta el norte, es una maravilla, con varias iglesias, templos y una reconstrucción del palacio de madera del palacio del Zar Alexey Mihailovich, el padre de Pedro I, la entrada tenia un precio de 400 rublos, pero no entendí muy bien porque, pero ese día era gratis, todo y que es una reconstrucción la visita es muy interesante y recomendable, el edificio ha sido declarado patrimonio por la Unesco. Paseamos tranquilamente por el parque situado a orillas del río Moscova, hasta llegar a la Iglesia de la Ascensión del Señor, seguimos el paseo hasta el Museo de Arquitectura de Madera, una zona muy agradable y relajante frente a un lago creado por un ensanchamiento del río Moscova que coincidió con la puesta de sol.


Salimos del parque por el lado Norte, cruzando un pequeño parque de atracciones, donde está la estación de Kolomenskaya, y nos fuimos hasta la parada Plóshchad Revolutsii, situada cerca del teatro Bolshói.
Una vez en la zona, me hacia curiosidad visitar el museo de las recreativas soviéticas de los años 80 y 90, situado en la calle Ulitsa Kuznetskiy Most, 12, ,la entrada tiene un precio de 450 rublos, con la entrada te dan varias monedas de la época para que juegues con todas las recreativas que quieras, es muy curioso ver lo toscas que eran esas máquinas y la inventiva que tenían para que fueran emocionantes.



Al salir del museo fuimos a cenar en el restaurante que habían al girar la esquina se llama Il Forno y como habréis imaginado es de comida italiana, precios de Barcelona o sea unos 25€ por cabeza, pero con un servicio excelente y buena comida.
Después de cenar nos acercamos a la calle Tverskaya St, 14, donde hay un famoso supermercado dentro de un palacete para verlo y hacer unas fotos, se llama Eliseyevskiy, es muy curioso estar dentro de un edificio tan elegante y que sea un supermercado de 24 horas.

Tomamos el metro en la parada Pushking y regresamos al hotel, para descansar y preparar las maletas pues al día siguiente nos íbamos al anillo de Oro.