Quinto día- Navegación ✏️ Diarios de Viajes de Cruceros

---

Como ya os comenté en la anterior etapa, hoy tocaba control de inmigración, así que a las 9 h estábamos entrando al Salón Moliere para que dos funcionarios británicos comprobaran el pasaporte y nos hicieran el reconocimiento facial.
Tras el reconocimiento nos dirigimos a la cubierta 9, para intentar tomar asiento y disfrutar de las actividades que ese día había en dicha cubierta, empezando por juegos y desafíos, continuando con bailes del caribe y terminando con el carnaval pool party (baile y degustación del picoteo que los chefs preparaban para la ocasión). Esta cubierta era el punto de encuentro de los miembros del grupo que habíamos formado, y poco a poco se iban incorporando unos y otros, algunos previamente habían participado en el torneo de baloncesto como era el caso de nuestro compañero Nacho, gran aficionado a participar en todos los juegos que proponían los animadores, y por cierto muy buen participante porque tenía sus recompensas ganando en algunos de ellos.
Tras pasar la mañana en la cubierta 9 y como en otros días de navegación, la mayoría del grupo decidimos a las 13 h ir a comer al restaurante Orleans, como siempre buena comida, la pasta muy bien preparada, y muy bien atendida por los camareros, por cierto coincidimos con los funcionarios ingleses que estaban junto a nuestra mesa, menos mal que terminaron antes de empezar a comer, porque a algunos nos puso de mal humor tenerlos que ver de nuevo.
Como siempre, una vez comimos nos dirigimos al Palatino a tomar el café y el limonchelo junto con la mayoría del grupo (algunos no nos acompañaban porque preferían ir a descansar). Esta tarde, mientras pasabamos la sobremesa, algunas animadoras nos enseñaron como hacer figuras con las servilletas y posteriormente unos pasitos de tango. Allí estuvimos hasta que decidimos irnos al camarote para acicalarnos y como todas las tardes pasear un rato por las tiendas, ver las fotos que teníamos pendientes y pedir una copa antes de pasar al teatro, esta noche tocaba el Show de Terry Parade, bueno no es que fuese a mi entender un gran espectáculo, pero no estuvo mal, al menos nos hizo reír bastante.
A las 21 h, siempre puntuales, estábamos todo el grupo en nuestras mesas para disfrutar de la cena que todas las noches nos servía nuestro fabuloso camarero, Rosario. Tanto nos amenizaba la cena, que todas las noches nos quedábamos solos en el restaurante, cerrábamos el chiringuito como se suele decir, así nos pasaba, que cuando queríamos ir a las salas donde había fiestorro, no teníamos donde sentarnos, por lo que había que ir a buscar otra sala donde poder tomarnos las últimas copas de la noche.
Esta noche en el salón Moliere le pedimos al grupo que estaba tocando, que nos pusiese unas sevillanas, y bueno no se resistieron mucho, la pusieron y pude bailarme una completa con Verónica, compañera del grupo de viajeros, teníamos mono de bailar algo típico de nuestra tierra, aunque ella es de Venezuela, está afincada en Canarias y baila las sevillanas mejor que muchos nativos de Sevilla.
Entrada la madrugada decidimos recogernos, al día siguiente llegábamos a La Havre a las 8 h. y nosotros teníamos excursión con Costa Cruceros al Monte Sant Michel, por lo que teníamos que madrugar, aunque algunos compañeros del grupo con más resistencia y con más marcha en el cuerpo aun terminaban la noche en la discoteca.

---