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Llevo ya un rato dando vueltas en el saco de dormir, no se a que hora estamos pero aburrido de dormir me levanto. Son las 8 de la mañana, aquí amanece una hora antes que en nuestra ciudad, pues ya hace mucho rato que es de día.
Desayuno en soledad mientras el resto de la familia se despereza, hoy tenemos apenas 170 kms hasta nuestra primera base de operaciones. Tras el desayuno recogemos la tienda y antes de las 11 emprendemos las 2 horas y media de camino hasta la localidad de Castelnaud, siempre por carreteras locales, lo que nos permite tener una primera aproximación esta zona de Francia, desconocida para nosotros.
El primer tramo del recorrido discurre por las rectilíneas carreteras que cruzan los pinares de Las Landas, por un territorio prácticamente llano, poco a poco el terreno va cambiando, vamos dejando atrás suaves colinas en donde los cultivos se van alternando, maiz, girasol, trigo, frutales.....
Hacemos una pequeña parada en una boulangerie del camino para comprar la comida y la cena del día. Un poquito más adelante repostamos en una gasolinera de un centro comercial. Ya tenemos lo necesario para un par de días.
Sobre la 1 p.m. llegamos al camping Lou Castel. Queda lo más duro del día, montar toda la infraestructura para las cinco noches que pasaremos en el Perigod Negro.
www.loucastel.com/
En una hora y media tenemos todo listo, comemos a la sombra porque la temperatura es calurosa, rondamos los 30º y para un coruñés eso ya es mucho calor
. Una vez comidos y tras descansar un rato nos disponemos a conocer la piscina 
Las cinco noches nos han salido por 152 € en total, es decir, parcela, electricidad y 2 adultos + 2 niños. El camping es grande, está en un robledal de ejemplares de buen porte por lo que la sombra está mas que garantizada, con todos los servicios, pese a su tamaño no deja de ser un camping familiar en el que predominan los campistas franceses y holandeses.
Las instalaciones son espectaculares para los peques, campo de futbol, zona infantil, hinchables, colchonetas, etc, y, sobre todo, un área acuática impresionante con una piscina grande, una climatizada que se puede cubrir, dos super-toboganes tipo parque acuático y una zona para los más peques en donde el agua llega a la pantorrilla, con mogollón de juegos acuáticos para divertirse. Un buen restaurante con terraza y vistas a las piscinas, el super muy pequeño y caro pero con pan fresco que se puede reservar todos los días, en definitiva, un muy buen camping a un precio muy bueno y en el meollo turístico del Perigord Negro.
El calor aprieta y nos pasamos la tarde en la piscina refrescándonos y descansando de las dos primeras jornadas.
Decir que nos llamó la atención la ausencia de socorrista en las zonas de piscina, por otro lado, aunque teóricamente a las 7:30 p.m. se cierran las piscinas, el horario no es tan rígido como en otros campings y llegada la hora nadie te desaloja
. Aprovechamos un ratito mas y cenamos temprano algo ligero para a continuación, hacer nuestra primera visita en la zona, Sarlat.Sarlat, capital del Perigod Negro, es una villa medieval que queda a 15 kms del camping, apenas 25 minutos, los que tengais pensado visitar la región seguro que habreis leído mucho acerca de Sarlat, que si ciudad medieval, la villa con mas edificios monumentales por metro cuadrado, etc.
Sobre las 9 llegamos a la ciudad y aparcamos en un pequeño parking gratuito situado en la Place des Cordeliers, muy recomendable, desde aquí hasta la Place de la Liberté, centro comercial y monumental de la villa, apenas 5 minutos de un agradable paseo.
El casco antiguo es precioso, destacan la catedral, la plaza del mercado de las ocas, la plaza de la libertad y la linterna de los muertos, junto con calles que parecen detenidas en el tiempo como la de los consules o la calle Jean Jaques Rousseau. Pese a ser ya tarde para los horarios franceses sigue habiendo bastante gente en las calles, no me imagino como estarían estas unas horas atrás.
Se nota que es un lugar muy frecuentado pues nos encontramos varios espectáculos callejeros. En poco mas de una hora terminamos el recorrido que llevábamos previsto. Volvemos al coche, no sin antes tomarnos un helado bien fresquito. De camino nos encontramos con una verbena popular, la primera que veo en todas las veces que he visitado el pais y ya son unas cuantas.
De vuelta en el camping toca tomar un cafe y descansar que para ser el primer día de vacaciones reales lo hemos aprovechado bien...
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