Comenza un nuevo y soleado día en el Perigod Negro, el último que dedicamos a esta preciosa región francesa, y como los anteriores dedicamos la mañana al noble arte de descansar y aprovechar el sol y las piscinas, que mañana nos toca día duro de trabajo y coche.
Nuestra última comida en el camping nos sabe a gloria, tortillita española (sin cebolla por supuesto

Vuelve a hacer calor, estamos un nuevo día por encima de los 30º, por eso nos pegamos una buena siesta aprovechando la sombra de los carballos (robles). A media tarde decidimos ponernos en marcha para visitar el Castillo de Castelnaud que se encuentra a poco mas de un kilometro de nuestro camping, podríamos ir caminando pero el sol es implacable. Desde la carretera ya tenemos un primer contacto con nuestro destino.
Cuando nos aproximamos al castillo nuestra vista se desvia hacia el cielo



El que pueda permitirse el paseo en globo aquí puede encontrar info www.montgolfiere-du-perigord.com/
Con la aparición de los aerostatos nos hemos quedado embobados y nos hemos pasado el desvio al parking del castillo, estamos en el pueblo de Castelnaud y aunque se puede aparcar gratis y subir caminando al castillo, preferimos evitarnos la caminata por las cuestas empedradas y dar vuelta hasta el aparcamiento superior.
El parking superior es de pago y con muchas plazas, no recuerdo el precio.
Desde el parking hasta el castillo cruzamos por la parte superior del pueblo, muy bonita aunque algo afeada por los establecimientos dedicados al turista.
El castillo comenzó a construirse en el S. XII, en su pagina web podeis encontrar toda la información necesaria sobre su historia e info práctica como precios, horarios, teatralizaciones, visitas guiadas... en castellano.
castelnaud.com/historia/?lang=es#
Despues de subir la empinada y empedrada rampa de acceso accedemos al interior del recinto a través de la única puerta que se abre en sus murallas y que da acceso al patio de armas.
El recorrido por el castillo está muy bien organizado basta con seguir los carteles que nos marcan la ruta para conocer las dependencias del castillo. El recorrido expositivo por las salas de la torre del homenaje y de artillería así como el resto de dependencias nos muestra la historia del castillo y de la región a través de armas, armaduras, vestimentas, mobiliario, etc, la visita es muy amena y además desde las torres y barbacanas se disfrutan de preciosas vistas de los valles que confluyen a los pies del castillo.
Muy destacable la exposición de catapultas y demás armas de asalto, en la web podeis ver los horarios en los que realizan demostraciones de su funcionamiento.
El recorrido continua y termina en el patio principal del castillo rodeado de altos muros en el que destaca el pozo que abastecía de agua a los habitantes del castillo, desde aquí se accede a las cocinas del castillo, también visitables.
Finaliza la visita en el patio de armas en donde se realizan diferentes representaciones que muestran escenas cotidianas y oficios de la época, eso sí, en francés, por lo que después de estar unos minutos sin entender ni papa, ponemos fin a la visita de la imponente fortaleza.
Sólo queda volver al camping para descansar y cenar. Después de la cena queda la dura tarea de ir recogiendo todo aquello que podamos adelantar para el día siguiente en el que nos toca levantar el campamento para instalarnos en París.



