Para este día me quedaba lo que tenía previsto inicialmente para el miércoles que por el tour del Danubio intercambie. Por lo tanto para acercarme a Buda me dirigí a la estación de Metro Deák Ferenc tér para tomar la línea M2 de nuevo pero esta vez para bajarme en la estación Batthyány tér y desde alli ir andando hasta alcanzar el mirador del bastión de los pescadores. La idea era ir pronto para poder hacer buenas fotos pero cuando llegue ya había unos cuantos turistas sobre todo orientales, los habían traído en autobús. No obstante comparado con el martes por la tarde estaba relativamente tranquilo de esa forma pude hacer las fotos que deseaba.
Con relación al bastión, está compuesto por siete torres que representan a las siete tribus magiares que se establecieron en la cuenca carpatiana en el año 896. Debe su nombre al gremio de pescadores que en la edad media era responsable esa parte de la antigua muralla y es el mejor mirador hacia Pest destacando tanto el Parlamento como la basílica de Esteban. Entre el bastión y la iglesia de Matías se encuentra una estatua ecuestre del rey Esteban I.
Como no pude visitar el castillo el pasado martes aproveche para acercarme y pasear por sus alrededores, tomando fotos de la fuente de Matías que representa una alegoría de la caza, el castillo alberga dos museos: la galería nacional húngara y el museo de historia de Budapest (ese último estaba temporalmente cerrado)
A las 10:00 abría el museo del hospital de la roca y entre con el primer grupo, no formaba parte de mi primera elección pero me gusto lo que vi. Tras pagar la entrada se nos hace entrar en una sala donde se proyecta un documental en blanco y negro sobre el origen de las cuevas, el sonido del video es en húngaro con subtítulos en inglés. Después se forman los grupos, uno con guía en húngaro y otro con guía en ingles, antes de empezar el tour tienes la opción de coger un audio guía. Después toca ir siguiendo la guía que nos va conduciendo por las distintas salas y pasillos, es un poco laberintico con lo cual conviene no perderse. Con el audio guía es fácil escuchar la explicación en castellano al llegar a cada sala.
La pena es que no se permite hacer fotos, el tour empieza recorriendo las habitaciones donde se operaban los heridos durante el asedio de Budapest en la segunda guerra mundial, donde descansaban y otras estancias propias de un hospital. Se visitan igualmente las cámaras donde la maquinaria que sigue operativa proporciona luz así como otra donde hay un helicóptero de evacuación médica. Como las cuevas se usaron durante la guerra fría como refugio nuclear también hay referencia, con fotos y objetos, a lo ocurrido en Hiroshima en la parte final del trayecto. En total el recorrido es de alrededor de una hora.
Después me toco ir al museo de historia militar que se encuentra muy cerca. Históricamente empieza a partir de 1848, año en el cual se inicio una revolución húngara contra el imperio austriaco que desemboca en una guerra de independencia y que no tuvo éxito. El resto de los periodos son el reinado de Francisco José I, la primera guerra mundial, el periodo de entreguerras, la segunda guerra mundial, el periodo soviético hasta llegar a la revolución de 1956. Las distintas salas tienen letreros en ingles y húngaro con información, maniquís llevando uniformes de época, armas, dioramas, maquetas, etc. aunque me pareció interesante no es el mejor museo de ese tipo que he visitado.
Cuando acabe la visita era la hora de almorzar con lo cual, tras bajar la colina, cruce andado el puente de las cadenas para encaminarme hacia un restaurante en Pest.
Después de descansar y estando cerca fue a la basílica de Esteban para visitarla por dentro (se paga un donativo de 200 florines) donde se conserva la Santa diestra: la mano momificada del rey Esteban I, primer rey de Hungría y santo.
Finalmente con el resto de la tarde libre me dedique de nuevo a callejear por el centro dándome un par de caprichos como tomar un postre en el Café Gerbeaud y un café con leche en el café central, los precios son acorde a la decoración ósea caros.
Con relación al bastión, está compuesto por siete torres que representan a las siete tribus magiares que se establecieron en la cuenca carpatiana en el año 896. Debe su nombre al gremio de pescadores que en la edad media era responsable esa parte de la antigua muralla y es el mejor mirador hacia Pest destacando tanto el Parlamento como la basílica de Esteban. Entre el bastión y la iglesia de Matías se encuentra una estatua ecuestre del rey Esteban I.
Como no pude visitar el castillo el pasado martes aproveche para acercarme y pasear por sus alrededores, tomando fotos de la fuente de Matías que representa una alegoría de la caza, el castillo alberga dos museos: la galería nacional húngara y el museo de historia de Budapest (ese último estaba temporalmente cerrado)
A las 10:00 abría el museo del hospital de la roca y entre con el primer grupo, no formaba parte de mi primera elección pero me gusto lo que vi. Tras pagar la entrada se nos hace entrar en una sala donde se proyecta un documental en blanco y negro sobre el origen de las cuevas, el sonido del video es en húngaro con subtítulos en inglés. Después se forman los grupos, uno con guía en húngaro y otro con guía en ingles, antes de empezar el tour tienes la opción de coger un audio guía. Después toca ir siguiendo la guía que nos va conduciendo por las distintas salas y pasillos, es un poco laberintico con lo cual conviene no perderse. Con el audio guía es fácil escuchar la explicación en castellano al llegar a cada sala.
La pena es que no se permite hacer fotos, el tour empieza recorriendo las habitaciones donde se operaban los heridos durante el asedio de Budapest en la segunda guerra mundial, donde descansaban y otras estancias propias de un hospital. Se visitan igualmente las cámaras donde la maquinaria que sigue operativa proporciona luz así como otra donde hay un helicóptero de evacuación médica. Como las cuevas se usaron durante la guerra fría como refugio nuclear también hay referencia, con fotos y objetos, a lo ocurrido en Hiroshima en la parte final del trayecto. En total el recorrido es de alrededor de una hora.
Después me toco ir al museo de historia militar que se encuentra muy cerca. Históricamente empieza a partir de 1848, año en el cual se inicio una revolución húngara contra el imperio austriaco que desemboca en una guerra de independencia y que no tuvo éxito. El resto de los periodos son el reinado de Francisco José I, la primera guerra mundial, el periodo de entreguerras, la segunda guerra mundial, el periodo soviético hasta llegar a la revolución de 1956. Las distintas salas tienen letreros en ingles y húngaro con información, maniquís llevando uniformes de época, armas, dioramas, maquetas, etc. aunque me pareció interesante no es el mejor museo de ese tipo que he visitado.
Cuando acabe la visita era la hora de almorzar con lo cual, tras bajar la colina, cruce andado el puente de las cadenas para encaminarme hacia un restaurante en Pest.
Después de descansar y estando cerca fue a la basílica de Esteban para visitarla por dentro (se paga un donativo de 200 florines) donde se conserva la Santa diestra: la mano momificada del rey Esteban I, primer rey de Hungría y santo.
Finalmente con el resto de la tarde libre me dedique de nuevo a callejear por el centro dándome un par de caprichos como tomar un postre en el Café Gerbeaud y un café con leche en el café central, los precios son acorde a la decoración ósea caros.