SÁBADO 19 OCTUBRE 2019
Nos levantamos a las 06:35 y están cayendo chuzos de punta, así que toca reestructurar el planning porque definitivamente no hay parque acuático.
Desayunamos con tranquilidad e incluso nos da tiempo a descansar un rato antes de salir hacia los Premium Outlets de International Dr sobre las 12:00.
Hay que aprovechar cada rincón de la casa
Desde las 10:30 parece que ha parado de llover, pero en cualquier momento puede comenzar de nuevo, así que no nos podemos fiar.
Quizás por ser sábado o quizás por la alerta de lluvia, parece que todos hemos decidido hacer lo mismo y el centro comercial está lleno. Tenemos que dar un par de vueltas por el parking para encontrar un sitio libre.
Nos separamos para que cada uno pueda hacer las compras con tranquilidad y yo me voy con Paula a ver que sacamos. Yo no tengo casi nada que me haga falta, así que vamos paseando tranquilamente y entrando en algunas tiendas por curiosear más que nada. La Disney Character Warehouse tiene cola para entrar y eso solo lo había visto cuando vinimos a este mismo centro unos años atrás durante el Black Friday. Finalmente, acabo comprando una par de prendas de ropa para Paula y para Carlos pero básicamente porque me siento raro sin gastar dinero allí.
Si por ella fuera, vestiría todos los días del año lo mismo
Maletas chulas que nos encontramos
Paciencia
Parece vacío, pero… NO
Habíamos quedado en la puerta de Old Navy a las 14:00 y, casi sin darnos cuenta, ha llegado la hora. Al poco rato de estar allí, apareció el tito con el primo, pero del resto no se sabía nada. Le mando un mensaje a Asun con la esperanza que conecte los datos del móvil ya que el wifi solo lo tienen algunas tiendas y va de aquella manera y, al cabo de 5 minutos hay suerte y contesta. Por lo visto, habían acordado vernos a las 14:30, pero ni el tito ni yo nos habíamos enterado, pero no pasa nada porque, de todas formas, tampoco tardan mucho en llegar.
En esta ocasión han comprado muy poquitas cosas. Es lo que yo llamo el síndrome post Ross, y es que cuesta ver oferta buenas en los outlets después de haber ido a una de sus tiendas. Pero bueno, creo que tiene cura así que no hay que preocuparse exceso.
La siguiente parada para comer es en un LongHorn que hay al otro lado de la calle, pero aun así, decidimos ir en coche (nos estamos volviendo americanos ). Siendo una mesa de 8 y sin reserva, pienso que a lo mejor tendremos algún problema , pero nada más lejos de la realidad. Solamente hay unas 5 o 6 mesas, aunque a los camareros se les ve un poco apurados y en apenas unos minutos estamos sentados con las carta en la mano.
Salivando
El servicio es un poco lento y nuestra camarera nos insiste una y otra vez en que hay mucha gente, pero no nos parece que sea como para que estén tan desbordados.
Pues no parece muy lleno
Se agobian con nada
Los titos piden solomillo y cuando le dicen que lo quieren muy hecho, la camarera les mira como diciendo: “¿estáis locos?” Yo sonrío porque a mí me gusta la carne muy poco hecha (casi cruda, como debe ser ) y pienso “¡qué bien! Esta es de las mías”, pero cuando le digo como quiero mi carne se extraña aún más que con los titos y se lo tengo que repetir un par de veces ante su mirada de incredulidad.
A pesar de estar en un sitio de carne, Asun pide salmón, pues lo había probado en el anterior viaje y le había encantado y para los niños, hamburguesas.
Puedo decir que todos estamos encantados con nuestras elecciones.
Eres mío, solo mío, ¿vale?
Lo de los titos también tiene buena pinta
Me comía hasta el salmón de Asun, fíjate
Y para terminar, key lime pie jar y peanut butter jar que fueron el perfecto colofón a una comida de 10.
¡Qué recuerdos!
Descripción gráfica al salir de allí
$170.00 en total si sumamos tasas y propinas, pero que merecieron la pena
Después de la comida pensamos en si volver al outlet o ir de nuevo al Ross y, tras unos momento de duda ganó la segunda opción por goleada.
Fuimos al mismo que habíamos visitado el primer día, pero en esta ocasión, había más gente. Además, en esta zona comercial también hay un TjMAxx (primo hermano del Ross) y un par de tiendas más que hacen que lleguemos a la furgoneta cargados de bolsas.
A las 20:00 ya estamos de vuelta a casa porque, aunque aún estaban pendientes los disfraces de Halloween, el cansancio podía con nosotros.