DOMINGO 20 OCTUBRE 2019
Nos levantamos a las 06:00 porque se nota que ayer nos acostamos pronto y hoy el día se plantea con un reto que tengo que cumplir sí o sí. Volvemos a AK con la única misión por mi parte de subirme a Flight of Passage. Tanto había escuchado hablar de ella, que no puedo irme de Disney sin probarla, aunque tenga que hacer 2 horas de cola.
Para los que estamos alojados fuera, el parque abre a las 08:00, así que la idea es no llegar mucho más tarde para así minimizar los riesgos. De todas formas, desayunamos tranquilos y salimos hacia allí pasadas las 7 de la mañana. A las 07:17, cuando todavía nos quedan aproximadamente 10 minutos para llegar, miramos la app MDE y la cola ya va por los 60 minutos, pero no hay que perder el ánimo tan pronto por la mañana. Hay que pensar en positivo.
Al entrar en el parque, a Paula le vuelve a fallar su huella por segundo día consecutivo y la CM me pide que use la mía, así que ahora con mi dedo controlo la entrada de dos personas.
Vamos hacia el lado izquierdo, pero nos dicen que ese acceso es solo para los huéspedes de Disney, pero quedan solo 5 minutos por lo que preguntamos al CM si van a abrir a esa hora, pero el chico nos contesta que primero se abre el otro lado y hasta un poco más tarde (no especifica cuándo), no vamos a poder pasar por allí, así que nos encaminamos hacia el lado derecho, donde ya hay mucha gente esperando.
Me da que todos vamos al mismo sitio
Al abrir todos vamos como borregos hacia el mismo lado, pero de nuestro grupo solo la tita, Paula y yo tenemos valor para enfrentarnos a los 120 minutos de cola que ya marca la atracción. Teníamos previsto hacer baby swap, pero parece demasiado tiempo para los peques por lo que desistimos de esa idea.
Espectacular
Lo mismo hasta me animo y veo la peli
Solo el paseo merece ya la pena
Al llegar a la entrada, la espera ha vuelto a subir a 135 minutos. Son las 08:05 y nos espera un buen rato por delante, pero hemos venido a jugar así que no hay miedo . Además, como la cola está tematizada, la espera no se hace aburrida y parece que anda a buen ritmo. Tanto que a las 08:50, me escribe Asun para decirme que ellos se va a ir al Safari, pero tenemos la ligera impresión de que nos va a tocar subirnos ya (después de solo 45 minutos) así que le preguntamos a una CM que tenemos delante. Efectivamente, nos toca ya a nosotros, así que le digo a Asun que nos esperen que en 10 minutos estaremos fuera. 2 años y medio recopilando información de Disney, pero de lo único que no quise saber absolutamente nada fue de esta atracción, así que solo diré que es ESPECTACULAR con mayúsculas.
Bañito de relax
¿Qué harán ahí?
Como nos estaban esperando para el safari, salimos para allá directamente y nos encontramos en la entrada. Ellos, habían estado en Its Tough to be a Bug y se habían montado un par de veces en Tricera Top Spin en Dinoland.
No sé si nos dará tiempo a esto
Tengo otro FP+ para Kali River Rapids a punto de caducar que no quiero desaprovechar, así que propongo gastarlo antes del safari, pero esta vez nos toca a la tita y a mi esperar con los peques mientras el resto se monta. Para pasar el rato, nos vamos a hacer la ruta de exploración Gorilla Falls.
A conocer cosas
Y mientras ellas, remojándose un poco
¡A tope!
Cuando nos volvemos a juntar todos, vamos a hacer el safari, pero esta vez la jugada no nos sale redonda. Todo el tiempo que nos ahorramos en FOP lo acabamos pagando aquí. Marcaba 75 minutos de espera al entrar que se acabaron convirtiendo en más de 2 horas. Además, al contrario que en otras atracciones, aquí no hay ni una sola fuente en toda la cola. Culpa del retraso la tuvo entre otras cosas que algunos animales se habían parado en mitad de la ruta y había que esperar a que se marcharan de allí ellos solitos.
A ver qué vemos
Qué cerquita
Camino cerrado
Es muy interesante, pero la espera ha hecho que salgamos de allí con el tiempo justo para ir a comer. Tenemos reserva en T – Rex para celebrar el cumple de Carlos y parece que va a tocar correr para llegar en hora.
El día que llegamos a Orlando aparcamos en la otra punta de Disney Springs y no queríamos cometer el mismo error de nuevo, pero no teníamos muy claro el poder conseguirlo.
El parking “Lime” parecía nuestra mejor opción y ponía que estaba completo , pero teníamos que intentarlo, así que decidimos probar suerte y, en el nivel 4, sonó la flauta. Por suerte salimos casi al lado del restaurante y tan solo llegamos 5 minutos más tarde de la hora de la reserva.
La ilusión
El pulpo volador
A mí no me das miedo… ¿o sí?
Esperamos 10 minutos en la entrada que nos llamaran y nos fuimos para la mesa. La chica que nos llevó no debía de tener un buen día. Primero porque yo iba de nuevo súper feliz con mi Landrys Card en la mano porque este es uno de los pocos restaurantes de Disney donde se puede usar y la apartó con un gesto despectivo que me extrañó un poco. Luego, cuando llegamos a la mesa le digo que vamos a necesitar 1 trona y, sin mediar palabra, se gira y se marcha. Por un momento pienso que no me ha oído, pero en un par de minutos la trajo aunque tampoco le hace mucha gracia tener que quitar la silla que sobra. El subidón al llegar al restaurante se ha chafado, pero ¿cuál es nuestro plan? Exacto, Siempre positivo.
Pero ese no sería lo último que iba a pasar. Necesitamos calentar un potito para el más peque del grupo y nuestra sorpresa es que el camarero nos dice que no es posible. ¿En serio?. ¿En Disney?. Nos comenta que el microondas está en la cocina y no puede ser usado por ellos. No fue hasta que nos trajo las bebidas cuando dice que le preguntará a un manager y, finalmente, sí que lo puede hacer, pero nos resulta extraño ya que no nos parece una petición demasiado rara en un lugar con tanta cantidad de niños por metro cuadrado.
Todo, teniendo en cuenta que a Roberto, nuestro camarero le costó bastante soltarse con nosotros a hablar en español. No critico que se dirigiese a nosotros en inglés, pero al ver que no todos lo hablábamos bien en la mesa y, sabiendo él español, podía haber cambiado el idioma mucho antes de lo que lo hizo.
Por lo menos me habían preguntado por mi tarjeta, así que los $25 de descuento ya los tenía asegurados.
Pero bueno, en otro orden de cosas, la comida está deliciosa. Yo pido medio costillar para chuparse los dedos y Asun elige la hamburguesa Megasaurus. Ella, que en el McDonalds siempre se pide un Happy Meal porque dice que el Big Mac le parece demasiado grande, se tiene que comer una hamburguesa que, incluso a mí, me habría costado trabajo acabarme (tendremos que hablar muy seriamente de esto ).
Un poco de chicha
Un reto por delante
¿Quién me ha cambiado a mi mujer?
A mitad de comida tengo que acompañar a Carlos al baño y, no sé muy bien qué concepto de intimidad tienen los americanos, pero digamos que por el hueco que deja la puerta al cerrarse, puede pasar un elefante . Además, no es la primera vez que me pasa.
Prueba gráfica
Congelado
Para el postre, habíamos reservado un hueco para el Chocolate Extiction. Bueno, yo creo que a estas alturas de viaje ya voy sudando grasa, pero el momento merecía la pena el esfuerzo. Además de eso, la prima pidió un mousse de chocolate para ella.
Ahí debajo hay un postre de chocolate
¡Qué peliculeros son!
Fueron $174.16 con propinas y el descuento de la tarjeta incluidos y salimos de allí como iba siendo costumbre en todos los sitios que visitábamos, casi rodando. En este punto, no descarto tener que acabar alquilando una famosa motogordi para lo que queda de viaje.
Sinceramente, la propina no fue merecida
Nada más salir del restaurante, la tita se da cuenta de que se ha olvidado la botella de agua del primo en la mesa, así que entra a preguntar, pero le dicen que allí no habían encontrado nada. Buscamos una foto de la mesa en la que se viera la botella y Asun entra de nuevo para hablar con Roberto y, en esta ocasión hay más suerte y aparece. Lo raro fue que la tita también le había preguntado a él y no hizo ni el amago de buscarla.
La botella de la discordia
Para colmo, en la Landrys Card te dan un punto por cada dólar gastado y, si llegas a 250 te regalan otros 25 dólares en tu cuenta, y yo pensaba que siendo 8 y con las 2 comidas en Joes Crab Shack y aquí íbamos a tener de sobra, pero el sado final fue de 226, por lo que nos quedamos a 24 de un nuevo descuento.
Nos vamos de vuelta al coche cansados, pero con una misión todavía por concluir. Nos siguen faltando los disfraces de Halloween y el tiempo se está agotando.
Dejamos a los titos con el primo en el Outlet de Vineland y nosotros vamos al Walmart cercano y acabamos encontrando todo lo que buscábamos. Antes de llegar a casa, paramos a poner $50.00 de gasolina. Es ya la segunda vez que repostamos en el viaje (la primera pusimos $40.00) y ya tenía bien localizado el depósito, pero la primera vez tuve un poco más de dificultad (lo encontró Asun), porque estaba un poco escondido.
Tamaño americano
Menudo invento
Casi no te encontramos
Mañana tenemos la fiesta de Halloween, pero como no es hasta por la tarde, ¿qué tal si dedicamos la mañana al parque acuático al que no pudimos ir hace un par de días?
Nuestro planes habían vuelto a cambiar, pero para mejor