Queremos aprovechar la mañana, así que empaquetamos todo, atamos maletas etc y decidimos dejarlas en Velodocteurs de nuevo, para no tener que regresar al piso, y poder coger el autobús regular de línea 106 a las 11:10 rumbo a Riquewihr, que para saliendo de la Gare Colmar a la derecha (no hay Navettes especiales por semana, solo los fines de semana).
Subimos sin problema, sacando una vez más los billetes online y enseñando el pantallazo; con la suerte que la ruta hacia Riquewihr nos lleva derechos a ver otra de las atracciones de Colmar, que por quedarnos muy a desmano no habíamos podido ir a ver, la replica de la Estatua de la Libertad de Bartholdi; el chofer es muy majo y da un par de vueltas a la rotonda para que la veamos bien, diciendo que estábamos en New York




Riquewihr es una maravilla


que sube con su pavimento adoquinado entre las típicas casas alsacianas de película magníficamente adornadas:





hasta la estupendaTorre campanario Dolder (significa “por encima de las copas”), del año 1291 y 25 metros de altura:




Hace un frío considerable, propio de Alsacia, pero el ambiente navideño y la atmosfera festiva te hacen olvidarte de él y disfrutar de esta maravilla de pueblito, comprando mi mujer algún detalle más en la atestada tienda de Kathe Wohlfahrt, la franquicia de productos navideños, que esta frente a la torre:


Nos comemos unas patatas con salchichas, parecido al curry wurst típico de los mercadillos alemanes que disfrutamos en una escapada navideña anterior en la estupenda Berlín.

Nos habría gustado pasar más tiempo en este bonito pueblo, pero no queremos correr riesgos con el tema de la huelga, ya que en la página de trenes francesa de SNCF avisan de posibles retrasos a partir del mismo día 4 por la tarde, ergo tas una hora y pico nos volvemos en el autobús de las 13:15.
Recogemos las maletas a las 14 en punto en el eficiente puesto de Velodocteurs, y llegando con tiempo de sobra a coger el tren de las 14:23 rumbo a Basilea, adonde llegamos a las 15:10.
Aquí nos pasa una cosa, el hotel está a 9 minutos según el Google maps, volvemos a Suiza así que adiós internet; en teoría hay que salir por la parte de atrás de la estación SBB de Basel pero no vemos como hacerlo, con la silla gemelar y las maletas, así que nos vemos obligados a salir y rodear la estación, convirtiéndose el paseo en 20 minutos, hasta llegar a Hyve appartments Basel (153,85fr), de éstos apartahoteles de cocina compartida, donde hay cacharros, fogones etc para cocinar y comer allí o llevarte las cosas a tu habitación (preguntamos y nunca nos pusieron impedimento en subir platos etc, supongo que porque sabían que teníamos dos niños pequeños).
En el mismo checking te imprimes tú mismo la Basel card, y con ella y tras dejar las cosas nos vamos a coger el tranvía junto a la estación central, parada de Bhfeingang Gundeldingen, en donde vemos un supermercado para reponer leche etc y la rampa por la que se accede al primer piso de la estación y que no vimos al venir…… A buenas horas!!, con lo que realmente el hotel está a 10 minutos sabiendo el camino correcto.
Nos bajamos en la parada de Theater, junto a la Carnaval Fountain, Tinguely-Brunnen, con sus curiosos ingenios mecánicos que echan agua, realmente es una fuente diferente:

y continuamos en dirección al mercado navideño de Bafüsserplatz; menuda diferencia al verlo sin lluvia, un ambientazo navideño muy chulo, con muchos puestos ara comprar recuerdos y comida, sobre todo uno donde mi mujer compra 3 o 4 adornos navideños más a muy buen precio:



Seguimos disfrutando de este mercado, si bien hay zonas donde sólo hay escaleras y yo tengo que rodear con el carrito, lo vamos viendo entero:

quedando con mi mujer en vernos junto al new yorker donde la otra vez compró un paraguas, de camino a la Catedral.
¡Para mi grata sorpresa la Catedral está abierta!



Salimos de la Catedral, con sus torres y su árbol de Navidad enfrente:



y nos metemos en el adyacente mercado navideño de la Münsterplatz, degustando un vino caliente en una taza muy chula que decidimos quedarnos y no devolverla para que te den la fianza de 3€.



Tras una tarde noche de lo más agradable, cómo cambia una ciudad viéndola sin lluvia, nos volvemos dando un paseo hasta la Marktplatz, admirando el iluminado puente del Mittlere Brücke nuevamente:

parando a echar el ojo a alguna que otra tienda navideña:

volviendo a pasar por calles que nos gustaron la primera vez:


hasta llegar al imponente y rojo edificio del ayuntamiento en dicha plaza:


Regresamos en el Tranvía sin mayor problema a la parada junto a la estación, en donde entramos en el super que hemos visto antes, de la marca COOP que son los que más abundan por esos lares, para comprar ensalada, leche etc, para cenar en la habitación.