Fin de la primera parte, nos trasladamos de Bekopaka a Morondava, parando a comer en Belo-sur-Tsibirinhia en el restaurante Mad Cebú, el mejor restaurante del país, aunque no lo parezca que puede existir en ese polvoriento pueblo. Llegamos a Morondava justo a tiempo para ver los baobabs más grandes del planeta, el baobab enamorado y la famosa avenida de baobabs dónde vimos la puesta de sol! Los colores del cielo entre baobabs són espectaculares.