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Nos dirigimos hacia la zona universitaria que está situada a unos quince minutos andando de nuestro hotel, en su alrededor podemos encontrar cuatro grandes mezquitas para visitar, iniciamos el recorrido por la Mezquita de los Tulipanes o Laleli Camii, construida en estilo barroco otomano en el siglo XVIII, continuamos hacia la plaza central de la zona universitaria con su monumental arco de la Universidad, frente a ella se encuentran dos mezquitas más, la Mezquita Mehmet a la izquierda y a su derecha la Mezquita de Suleiman, nos dirigimos hacia esta última atravesando varias angostas calles con mercadillos a ambos lados de sus aceras.
La mezquita de Solimán o mezquita de Süleymaniye está situada en una colina, es la segunda más grande de la ciudad, Solimán I ordeno su construcción en 1550, tras varias catástrofes, incendios, terremotos y guerras, fue restaurada por última vez en el 1956.
Visitamos su interior que es de superficie casi cuadrada, con un lado de 59 metros y otro de 58 metros, el espacio estaba dividido en dos partes una reservada a los creyentes y la otra a los turistas que no paramos de hacer fotos y alguno como yo, vídeo. Al estar asentada en una colina pudimos disfrutar de una buenas vistas al cuerno de oro, hay que reconocer que todas estas inmensas mezquitas son realmente espectaculares, no os sabría decir cual me gustó más.
Fuimos bajando por las estrechas calles repletas de comercios, hasta llegar a la Mezquita Nueva o Yeni Cami, que se sitúa en la parte baja muy cerca del Puente de Gálata que cruza el cuerno de oro.
La Mezquita Nueva se construyó entre los años 1597 y 1663, por orden de la esposa del sultán llamada Safiye Sultan, en su momento causó mucha controversia el hecho de querer construirla muy cerca del barrio comercial judío de Eminönü.
Visitamos también su interior de forma cuadrada con 41 metros por lado, es un poco más pequeña que la de Solimán, pero no por ello con menos encanto, repleta de azulejos de tonos azulados y rosados al igual que la moqueta sobre la que rezan los fieles.
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Todos los alrededores del barrio de Eminönü estaban en plena ebullición comercial, con paradas de todo tipo de artículos. Uno de los lugares más turísticos es el Bazar de las Especias o Misir Çarşisi, segundo más grande de la ciudad, construido entre 1597 y 1664 al igual que la Mezquita Nueva, paseamos su interior en forma de L, disfrutando de los olores y colores de las especias expuestas, aprovechamos para comprar una amplia variedad de delicias turcas a las cuales no pudimos resistirnos.
Hicimos un paseo por el bullicioso barrio de Eminönü, para saborear el ambiente comercial que se vive en sus calles, hasta llegar a un pequeño paso donde encontramos unas escaleras que daban acceso a la Mezquita de Rüstem Paşa, construida en una terraza elevada sobre las tiendas, aunque ya llevábamos una buena dosis de mezquitas, también visitamos su interior, en este caso la Mezquita es famosa por la cantidad y calidad de sus azulejos. Más info : gezipgordum.com/ ...-istanbul/ .
Para atravesar al Puente de Gálata, tuvimos primero que cruzar la avenida principal por un paso subterráneo, que para nuestra sorpresa tienen tantos o más comercios que en el exterior, es impresionante el ambiente comercial que hay en Estambul, bajo el Puente de Gálata están instalados decenas de restaurantes, principalmente de marisco.
Mientras íbamos cruzando el puente hacíamos paradas cada pocos metros para observar las bellas vistas y lógicamente haciendo fotos, al llegar a la parte final del puente nos encontramos con cientos de pescadores con caña, lo que no se, es si habrían tantos peces para todos.
Fuimos en busca de la Galata kulesi o Torre de Galata, la famosa torre medieval construida en piedra, que sobresale de los edificios de la ciudad con sus 66.9 metros de altura, construida en 1348 por los genoveses, el horario es de 9 a 20h. y el precio de la entrada es de 25 Tl.
Para poder subir a la torre tuvimos que hacer una larga cola de turistas, pero es lo que pasa con los monumentos famosos, menos mal que para subir dispone de ascensor, en la parte de alta hay un restaurante y un mirador circular o de 360 grados como esta de moda decirlo ahora, con unas excelentes vistas a la otra orilla de la ciudad y al cuerno de oro.
Continuamos hacia el barrio de Beyoglu donde está la calle más comercial de la ciudad llamada Istiklâl Caddesi o avenida de la Independencia, cogimos un tranvía turístico de estilo vintage que la recorre de un extremo al otro, tened en cuenta que en un día festivo la visitan más de 3 millones de personas, os podéis hacer una idea de como estaba de llena la calle, menos mal que es peatonal, lo extraño es que el tranvía no se lleve algún que otro transeúnte por delante.
Al finalizar el recorrido del tranvía nos dejó en la famosa plaza Taksin, suele salir bastante en las noticias cuando hay alguna manifestación o celebración en la ciudad.
En los alrededores de la plaza hay muchas tiendas y restaurantes, destaca el Monumento a la Independencia en la parte central de la gran rotonda.
Hicimos el camino de regreso paseando por la calle Istiklâl, durante el paseo paramos para comer algo, entramos en algún que otro centro comercial, observando las tiendas y el inmenso gentío que paseaba por calle. Casi al final de la calle nos encontramos con la Iglesia de Santa María Draperis, tras tantas mezquitas nos hizo curiosidad visitar una iglesia católica.
Nos tomamos un delicioso té en el emblemático Hotel Pera Palace, que fue inaugurado en el año 1895, en sus habitaciones es donde se solían alojar los viajeros de Orient Express a su llegada a Estambul, según he leído es considerado el hotel europeo más antiguo de Turquía, actualmente es un hotel museo que se puede visitar libremente, como curiosidad en la habitación 411 es donde Agatha Christie escribió bastantes de sus libros.
Volvimos a cruzar el Puente de Gálata, al ser la hora del atardecer, los colores de la ciudad habian cambiado totalmente a como los habíamos visto por la mañana, estando toda ella bañada en colores de tonos anaranjados, con los las mezquitas perfilándose en negro.
Al llegar al puerto de Eminönü, había muchísimo ajetreo, a parte de los barcos que se dedican a cruzar el Bósforo y los barcos de turistas que recorren el cuerno de oro para ver la puesta de sol, también habian unas barcazas restaurante, preparando una especie de pescadito frito o algo similar para sus cliente locales, al final no me pude enterar realmente que es lo que cocinaban.
Para cenar nos aconsejaron un restaurante con terraza muy cerca de Santa Sofia y la Mezquita Azul, con una vistas fantásticas de la ciudad llamado Seven Hills Restaurant, la comida es de buena calidad y variada, los precios correctos considerando su situación y las vistas espectaculares, aquí os dejo el enlace : www.sevenhillsrestaurant.com/.
En el camino de regreso al hotel aprovechamos para comprar unas delicias turcas en una de las tiendas cerca del hotel, como la tentación era muy fuerte nos comimos algunas antes de acostarnos.
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