Y COMENZÓ LA AVENTURA, ÉSTA VEZ TOCABA ÁFRICA ✏️ Diarios de Viajes de Tanzania

COMIENZO DE LA HISTORIA

Tras levantarnos corriendo y hacer las maletas a todo trapo nos dirigimos rápidamente hacia la parada del autobús de línea, una vez llegamos a la estación de autobuses de Donosti nos acercamos al supermercado para comprar algún que otro avituallamiento para el viaje. Estábamos ansiosos por saborear todo lo que estaba por llegar.

No nos hemos presentado, somos Ander y Vicky, nos encanta viajar y vivir multitud de aventuras. Esta vez tocaba África, lo teníamos en el punto de mira y tras una recomendación de una amiga , charletas con familiares y amigos que habían estado por el continente y horas y horas de googlear nos decantamos por Tanzania. Tras intercambiar unos whatsapps con un móvil que le habían pasado a Vicky comenzamos a hablar con Alex directamente, el guía que nos iba a acompañar durante 7 días y 6 noches por los parques de “Tarangiri”, “Serengeti” y “Ngorongoro”. Alex habla español e ingles.

Habíamos chateado con Alex, nuestro guía, y le habíamos comentado que nuestro vuelo llegaría para la una del mediodía al aeropuerto de Arusha y asi fue…con el inconveniente inesperado de una cola lentiiiiisima para pasar inmigración. Si vais, no olvidéis llevar dólares en mano ($ posteriores a 2010) y andaros vivos a la hora de llegar y rellenar las hojas del formulario de entrada al país, había una salita previa a las colas donde se encontraban los formularios y unos boligrafos, que escaseaban. Cuando nos tocó el turno nos llevamos la sorpresa, menos mal que nos permitieron ir a uno de los dos a una casa de cambio del aeropuerto para cambiar dinero (teníamos euros). Llevabamos dos horas de colas, nerviosismo, intriga, incertidumbre y ansiedad por salir y ver como venían a recogernos. Parece que no, pero ya habíamos pagado un adelanto del safari y nos encontrábamos en Arusha sólo, con la esperanza de que todo fluyera correctamente. A través del wifi gratuito del aeropuerto le fuimos informando a Alex que nos demorábamos en la salida, por tema de la cola de inmigración y nos contestó “Hakuna matata, estoy fuera esperando, tranquilos”, fueron unas palabras apaciguadoras la verdad

Por fin salimos y ahí estaba, nos saludamos, nos montamos en una minivan y nos preguntó si teníamos hotel, le dijimos que sí, que habíamos cogido uno en booking, ARUSHA TOURIST INN, así que nos llevó a través de un paisaje totalmente nuevo para nosotros hasta el hotel, desde el aeropuerto hasta el hotel había hora y media de viaje.

Nos dijo que era un buen hotel, que habíamos elegido bien, que era seguro y nos preguntó si teníamos dinero para la habitación, nosotros pensábamos que se podría pagar con tarjeta la primera noche ya que no habíamos tenido tiempo para sacar más dinero, eran las 16:30 y teníamos ganas de dejar las mochilas y organizarnos un poco para salir a dar una vuelta y echar un vistazo. Retomando el problema del dinero, le dijimos que no teníamos suficiente, así que sin mayor dilación saco la cartera y nos dejó 50 dólares para pagar la habitación (22 dólares habitación con cama de matrimonio y baño) y cenar, aunque nos llegó para eso y unas buenas cervezas frías en el mismo hotel. Nos dijo que nos recogería al día siguiente a las 8:30.

Esa misma tarde después de una ducha salimos a la calle con ganas de ver un poco los mercadillos, la vidilla de la calle, tomarnos algo por ahí y de paso sacar dinero, pero nada mas salir se nos acercaban viandantes que estaban esperando uno tras otro para asaltarnos, se nos acercaban y nos bombardeaban en ingles con alguna palabra que se habían aprendido del castellano, y todo el rato con lo mismo…españoles, futbol, Barcelona, Madrid, si queríamos un guía, si queríamos hacer algún safari, o si queríamos comprarles algo, era gente muy afable al principio pero cuando veían que no había donde rascar se iban, no nos inspiraban nada de confianza y la verdad era demasiado desgaste para el primer día, así que nos volvimos dando una vuelta por el mercadillo sin entablar conversaciones e intentando evitarlas hasta llegar al hotel donde nos refugiamos a la sombra de un comedor con unas cervezas y conexión wifi para ir mirando la posibilidad de hacer algún trekking después del safari a las faldas del Kilimanjaro. Pasamos lo que quedaba de tarde con un buen par de cervezas frías y acercándose la hora de cenar pedimos la carta, fue una cena rica, barata y cocinada en el momento, muy recomendable.

A las 8:30am nos montamos en el coche camino del banco, entramos por la puerta custodiada por policías armados, doblamos la esquina y subimos a la primera planta donde nos atendieron en una salita y nos dieron la pasta. Le dimos a Alex lo que faltaba del safari.

En cuanto salimos del banco nos montamos en el todoterreno y comenzamos el viaje hacia Tarangiri, el todoterreno iba hasta los topes pero nosotros teníamos nuestros comodos asientos detrás del conductor y copiloto, disponíamos de cargadores de clavija universal para los telefonos, camara de fotos, linterna y todo lo que os llevéis. Al final del pasillo de los asientos la nevera con refrigerios, el Jeep contaba con WIFI y al principio funcionaba lo justo para mandar unos whatsapps, pero después dejo de funcionar correctamente, así que recomendamos comprar tarjeta de datos que no sale más de 15-20 euros por si quieres comunicarte con el exterior. A la entrada del primer parque nos bajamos del Toyota, mientras el guía hacía alguna gestión en la entrada del parque, nosotros aprovechamos para darnos un paseo hasta los baños y alrededores, donde vimos los primeros monos que andaban danzando por ahí.

Después de un paseo por ahí nos introdujimos en el todoterreno para llegar al parque donde llegamos al campamento y descargamos las cosas del todoterreno. El camping estaba en medio del parque, sin vallas ni alambradas que nos separaran de los felinos, paquidermos, primates, reptiles y toda la fauna que os podáis imaginar, pero todavía no había llegado la hora de dormir así que nos montamos en el coche, levantaron el techo y comenzamos a sacarle chispas a la cámara de fotos. estábamos ansiosos por ver al rey de la selva, pero por mucho que lo intentábamos por un camino y por otro no lo veíamos, en cambio tuvimos la suerte de ver una gran cantidad de elefantes, jirafas, cebras, ñus, babuinos, monos, avestruces, pumbas, guepardos comiendo avestruces…

Ya nos dábamos por satisfechos por ese día, llegaba el momento de regresar al campamento, darnos una ducha y cenar. Cuando llegamos ya estaba la tienda montada y metíamos nuestras mochilas dentro, una ducha y mientras esperábamos para cenar, Godson el cocinero nos traía unas palomitas de maíz. Tras un rato nos metíamos en un comedor lleno de barrotes para evitar la entrada de los monos y que roben la comida. Nuestra mesa era inconfundible, ya que el mantel era de tela de Massai y los colores rojo y negro resaltaba sobre las demás. Nos esperaba una suculenta cena casera hecha por Godson regada con agua, zumos o cerveza a elegir. Tras la cena nos fuimos al baño a lavarnos los dientes y prepararnos para dormir no sin antes vaciar la vejiga para no tener que salir en medio de la noche de la tienda de campaña. Al día siguiente nos levantamos y desayunamos en el mismo sitio de la cena, ahí nos comentaron que a la noche un grupo de leones había estado muy muy cerca del campamento, pero habiamos dormido tan plácidamente que no nos habíamos enterado.

Durante la mañana salimos con el Jeep en busca de mas animales, fuimos al nido de una pitón, pero no estaba, vimos más babuinos, jirafas, leonas, pero no vimos ni leopardos ni leones, eso si, se nos cruzaron una familia de elefantes y fué espectacular como se nos encararon dos o tres mientras pasaban el resto de elefantes, entre ellos las crías. Vivimos un momento de tensión en el que Alex nos recomendó no hacer nada, ni movimientos ni ruido, para que no arremetíeran contra el Jeep.

Al mediodía nos acercamos al camping de Tarangiri para cargar todo, recoger a Godson e irnos hacia el Serengeti, en el camino cruzamos el parque de Ngorongoro. Aquí podemos apreciar la entrada del parque.


Tras cruzar el parque ya nos dirigíamos al Serengeti y según lo acordado durante la comida nos acercaron al poblado Massai, donde vivimos una experiencia inolvidable, hay que saber que si le haces una foto a un Massai en cualquier momento irá rápidamente a donde estés y te pedirá dinero por haberle sacado, lo cual en el poblado nos dejaron hacer todas las que quisiéramos. Nos arroparon con atuendos de Massai, estuvimos danzando con ellos y finalmente nos enseñaron su cultura, una casa por dentro y la escuela, lo cual nos dejó un poco de sabor amargo, me refiero a la situación general que nos puede parecer a los europeos, posiblemente sean igual o mas felices que nosotros, el caso es que cuando nos cantaron los niños fue un tanto emocionante. No hay que olvidar que nos ofrecieron beber leche con sangre de vaca, pero no teníamos sed, así que lo dejamos para otra vez.

Nos pusimos en marcha otra vez hacia el Serengeti, rectas larguísimas de terrenos empedrados con Jeeps dejando estelas de polvo que se las llevaba el aire en un paisaje plano y árido, por fin entramos en el parque, un poco cansados de tanto traqueteo se agradeció que el guía viera a lo lejos lo que parecían unas leonas, pero no se dejaban ver muy bien, vimos alguna hiena , búfalos, cebras, hipopótamos y demás.

Proseguimos la marcha hasta llegar al camping, donde dejamos la tienda, le ayudamos a montarla a Alex. El camping constaba de una zona para poner las tiendas de campaña, un comedor-cocina que estaba cerrado con verjas para evitar que los animales se coman la comida, unos lavabos fuera del comedor para fregar o lavar la ropa y un edificio para los baños, donde se encontraban las duchas. Después de otra suculenta cena estuvimos contemplando la vía láctea, que maravilla….Después de lavarnos los dientes y vaciar vejigas, nos echamos a dormir. No hay que olvidar que a la noche para ir al baño venían muy bien los frontales. Esa noche doblando la esquina para entrar al baño parecía oírse algún ruido en los matorrales colindantes, cual fue mi sorpresa que al alumbrar veo un Búfalo a menos de 6 metros rumiando tranquilamente y mirándome fijamente, así que sin molestarle más me dirigí a mis ocupaciones y finalmente a dormir.

Los tres días siguientes (1,2 y 3 de Agosto) los pasamos enteros en el Serengeti, nos daba la sensación que era todo muy árido y pensábamos que no íbamos a ver muchos animales, pero totalmente en contra de nuestras expectativas nos hartamos de ver una gran cantidad de vida. El día 1 por fin vimos el primer león, pero no iba a ser el único, vimos un montón de leones. Y no solo leones, fue increíble, tuvimos la suerte de ver una cobra o una mamba negra gigante, cocodrilos de Nilo, Leopardos y mucho más, toda una experiencia y una sensación insaciable de ver más y más.

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