Madrugón para salir de Petra y acercarnos por la carretera de Ammán a Jerusalén hasta el puente Allenby; frontera de los dos países donde estamos nada más y nada menos que cuatro horas. Nos revisan las maletas, nos revisan las mochilas, nos pasan por rayos X, disparamos nuestras cámaras hacia el techo con flash( a mí no me da tiempo y le disparo a la cara a la mujer-soldado que me toca,je; qué cara me pone ).¡Ay,la inconsciencia de la juventud!
Cuando le da la gana al jefe de puesto, nos permiten pasar y llegamos a través de Jericó hasta la eterna Jerusalén. Es ciudad vieja y hermosa...tres veces santa, para judíos, árabes y cristianos. ¡Tanta religión y tan poca paz! Son las 13:06 cuando dejamos las maletas en un hotel de la zona árabe de Jerusalén y salimos a dar una vuelta recién acabada la plegaria de mediodía. Subimos a la explanada de las mezquitas; visitamos las de la roca y Al Aksah y por dos dólares, nos meten en una especie de museo de la resistencia palestina donde vemos camisetas manchadas de sangre...En fin, pilarín, no me meto en temas no viajeros.
El muro de las lamentaciones
A las dos se inicia la Intifadah en la cual cierran todos los comercios o casi todos los comercios árabes de la ciudad. No hay bronca de momento a pesar que oímos un montón de sirenas policiales. Nos damos una jartá de caminar por la parte vieja y comemos en un pequeño restaurante enfrente del muro de las lamentaciones un poco de humus .Se ven un montón de soldados, tanto de patrulla como no, armados hasta los dientes y hacen una vida normal(como si eso lo fuera), informan a los turistas como si fueran de la oficina de información y turismo, comiendo en los restaurantes, paseando con el novio o la novia (casi parecen soldados de juguete) pero no lo son,...vimos una pareja de novios heterosexuales paseando cogiditos de la mano , con un par de M-16 a la espalda y provistos por lo menos de doscientos disparos.
La vieja Jerusalén desde el cementerio judío
Más tarde, visitamos la iglesia del sepulcro , la iglesia rusa, la capilla del padre nuestro, la iglesia de la “dormición”(sic) de María y la perspectiva de Jerusalén desde el cementerio judío.
Cuando le da la gana al jefe de puesto, nos permiten pasar y llegamos a través de Jericó hasta la eterna Jerusalén. Es ciudad vieja y hermosa...tres veces santa, para judíos, árabes y cristianos. ¡Tanta religión y tan poca paz! Son las 13:06 cuando dejamos las maletas en un hotel de la zona árabe de Jerusalén y salimos a dar una vuelta recién acabada la plegaria de mediodía. Subimos a la explanada de las mezquitas; visitamos las de la roca y Al Aksah y por dos dólares, nos meten en una especie de museo de la resistencia palestina donde vemos camisetas manchadas de sangre...En fin, pilarín, no me meto en temas no viajeros.
El muro de las lamentaciones
A las dos se inicia la Intifadah en la cual cierran todos los comercios o casi todos los comercios árabes de la ciudad. No hay bronca de momento a pesar que oímos un montón de sirenas policiales. Nos damos una jartá de caminar por la parte vieja y comemos en un pequeño restaurante enfrente del muro de las lamentaciones un poco de humus .Se ven un montón de soldados, tanto de patrulla como no, armados hasta los dientes y hacen una vida normal(como si eso lo fuera), informan a los turistas como si fueran de la oficina de información y turismo, comiendo en los restaurantes, paseando con el novio o la novia (casi parecen soldados de juguete) pero no lo son,...vimos una pareja de novios heterosexuales paseando cogiditos de la mano , con un par de M-16 a la espalda y provistos por lo menos de doscientos disparos.
La vieja Jerusalén desde el cementerio judío
Más tarde, visitamos la iglesia del sepulcro , la iglesia rusa, la capilla del padre nuestro, la iglesia de la “dormición”(sic) de María y la perspectiva de Jerusalén desde el cementerio judío.