En Capri el bus nos dejó a metros de la plaza del muelle, recuerdo que hacia abajo podías ir a tomar un barquito que te llevaba a la gruta azul, uno de los lugares más populares de la isla (que no hicimos), y para el lado contrario al mar una plaza muy concurrida

Subías a la ciudad por una calle de lo más cool con restaurantes y bares muy arreglados, tiendas de moda de grandes marcas y gente yendo y viniendo.

De ahí fuimos a los Jardines de Augusto, que es como una plaza muy arreglada con flores y bancos y unas vistas hermosas del mar, los farallones y la Via Krupp.

En uno de los farallones hay un arco natural que fuimos a conocer haciendo una larga caminata entre la vegetación, pero valió la pena porque es increíble ver tan de cerca lo que la naturaleza es capaz de regalarnos y sólo por la caminata entre la vegetación y las vistas desde esos lugares, vale la pena el esfuerzo.

La Via Krupp es un sendero asfaltado serpenteante que también vale la pena hacer aunque se ven las mismas bellezas pero desde otro ángulo.

Al final de la Via Krupp, a nivel del mar, nos encontramos con una pequeña playita muy tranquila y un bar donde tomar algo fresco, todo tan bonito que nos quedamos un buen rato ahí descansando.

Lo que hemos caminado en esta etapa para recrearnos la vista¡¡¡. Hermoso.