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Jueves 10 de Septiembre
El ferry que me lleva hasta Santorini no sale hasta las 12:50 del mediodía, así que me levanto tarde, desayuno, me despido del hotel y doy una vuelta por el pueblo, para estar a las 12:00 esperando al ferry en el puerto. Esta vez apareció puntual y la cola fue ordenada y rápida. Mostrar el ticket con la mascarilla en su sitio y subir a las cubiertas asentarme. El viaje duró sobre las 2 horas y cuando la isla estaba a la vista toda la gente salió a las terrazas a sacar fotos de los pueblos en los acantilados.
Sobre las 15:00 el ferry nos deja en un puerto muy pequeño, el puerto de Thira, al ser tan pequeño está muy concurrido con los autobuses que traen gente, los que llevan gente, y los que nos están esperando. Mi alojamiento está en Fira que es el pueblo principal de la isla, y aunque bonito no tanto como Oya. Pregunto a ver qué autobús es y pago 2 euros por el viaje. La subida está llena de curvas, no podía ser de otro modo para subir un precipicio, y hay atascos cuando se juntan 2 autobuses en una misma curva en direcciones opuestas ya que pasan bastante justos. A pesar de estar a menos de 10 kilómetros tardamos 30 minutos en llegar a la terminal de autobuses del pueblo, que está muy bien ubicada justo a la entrada de la zona de restaurantes y tiendas. Saqué el googlemaps en el móvil y me puse a buscar mi alojamiento, el Kykladonisia traditional settlement a unos 500 metros de esta. Hacer el check in me enseñaron la habitación, me dijeron donde estaba la piscina y como ya se estaba haciendo tarde (eran más de las 16:00) le pregunté a ver donde podría ir a comer, me propuso la taberna Simos. Pongo de nuevo el GPS y siguiendo la carretera hacia el norte lo encuentro. De primero pedí pimientos rellenos de queso (para no perder la costumbre) y de segundo pechuga de pollo con alguna salsa especial con patatas fritas y arroz, para beber agua. El montante ascendió a 19,30 euros (0,9 pan, 2,2 agua litro, 3,70 pimientos, 12,5 pechuga) me pareció un poco caro ya que en google solo tiene un símbolo de dólar, no quiero saber como de caros deben ser los que tienen más. Después di una vuelta por las calles del pueblo viendo tiendas de souvenirs y carteles de tours hasta las 18:30 momento en que volví al hotel a ducharme, cambiarme y me dirigí a la estación de autobuses para ir hasta Oya. Mi autobús sale a las 19:30, aunque están constantemente yendo y viniendo, y el ticket vale 1,6 euros que se pagan a un chaval a la entrada del autobús (si hay mucha gente a esperar el próximo pero dadas las circunstancias de este año, aunque hay bastante gente todos cabemos en el bus que va lleno).
Llegamos justo anocheciendo pero todavía se puede ver el color rojizo del atardecer en el horizonte. El pequeño pueblo bulle de gente, mucha más que en Mykonos, aunque las diferencias para mí estaban claras Mikonos es más fiesta y Oya es más chill out, pero las calles siguen siendo igual de estrechas. Dar una vuelta por el pueblo que es muy bonito (sobre todo al anochecer), sacar fotos, perderme por sus laberinticas calles y entrar a unas cuantas tiendas pero sin comprar nada. Como no iba a cenar allí para que no me dieran un palo, no tardé más de una hora en volver a la estación de autobuses a coger el próximo bus para Fira donde ya había bastante gente esperando. Para cuando vino el bus la gente había aumentado y hubo personas que tuvieron que esperar al próximo, yo por suerte pague 1,6 euros y monté adentro rumbo a Fira. Al volver al hotel pasé por una pequeña tienda de comestibles a comprar un zumo y dos bollos (4,6 euros) para cenar y desayunar mañana. Día hecho.
Kykladonisia traditional settlement. Fira 73,1 euros 2 noches.
Muy bien situado no está, pero tampoco está muy lejos de ninguna parte. La arquitectura es muy chula tal y como el nombre indica. Tiene varios pisos de alturas con distintas habitaciones, terrazas y piscinas (incluso privadas). Evidentemente yo cogí una de las habitaciones más baratas que se encontraba arriba del todo junto con otras dos (en una unas chicas estuvieron jijijaja hasta la 1 de la noche que les pedí a ver si podían parar..) de vez en cuando sonaba un zumbido (no sé si podía ser de el cartel que se encuentra en la azotea) pero a la noche no me pareció escucharlo. La habitación estaba bien ni muy grande ni muy pequeña aunque el baño un poco pequeño sí que era. En general correcto por ese precio y el lugar donde estaba.
Viernes 11 de Septiembre
Aunque ayer mirase alguna excursión que otra, no me convenció ninguna. Decidí que hoy alquilaría una moto después de desayunar, sin prisa, mientras miraba en google que podía visitar hoy. Evidentemente estoy interesado en ver los sitios arqueológicos (Akrotiri y la Antigua Thera) pero Akrotiri desgraciadamente está cerrado a las visitas. La carretera que va desde mi hotel hasta la plaza de Fira está abarrotada de sitios de alquiler de motos. Entré en moto center Loukas y por 20 euros me hice con una moto (a la que no le funcionaba la aguja de la velocidad). Normalmente llevo auriculares a mis vacaciones pero en esta ocasión pensé que me los darían en el avión como en otros viajes y no fue así, en ningún vuelo de los que hice me dieron. Todos los sitios que quería visitar quedaban en el sur de la isla así que hice un poco de memoria con el Gps, total mucho no me podía equivocar en mi primer destino. Las carreteras están muy bien y apenas hay vehículos aunque pega bien el sol.
Akrotiri lighthouse:
Se encuentra en la parte sur de la isla en la punta más al oeste que tiene. Es un faro corriente y moliente al que no podemos llegar debido a unas vallas que lo rodean. No vale la pena visitarlo per sé, pero antes de llegar a él tenemos paradas al lado de los acantilados con increíbles vistas sobre las islas de Nea Kameni y Palia Kameni. Eso y poder ver los pequeños campos de viñas no hay mucho más.
Lo de recordar el camino indicado por el GPS no iba a ser posible en mi proximo destino y no quería estar parando cada dos por tres a mirar el móvil, así que en cuanto vi una tienda que vendían un poco de todo paré a comprar unos auriculares por 7 euros (un robo para lo malos que eran pero en fin) y aproveché una gasolinera cercana para llenar el depósito por otros 7 euros. Ya por fin en camino hacia mi segunda parada.
Ancient Thera:
Antes de describir el lugar tengo que resaltar que hay dos formas de llegar. Si miráis bien googlemaps no hay duda sobre por dónde llegar, pero yo que me he limitado a poner Ancient Thera en el GPS acabo en el peor de los dos sin saber que hay otro mejor. Ancient Thera está en lo alto de un monte y yo fui a parar en la parte que da al pueblo de Perissa, aparqué la moto debajo de un techazo en un camino de tierra y al ver a más gente subir por aquel camino (aunque no demasiada 10 personas en 3 grupos más o menos) empecé a subirlo yo también. En los alrededores se pueden ver bastantes cuevas pero ninguna en el camino que lleva hasta la cima y con lo que pega el sol no me voy a apartar mucho de él. El camino no es muy largo pero sí que tardé casi una hora en llegar hasta la cima, donde me encontré que había una carretera que lleva hasta el parking de la cima si subimos por el lado que da al pueblo de Kamari. Al menos he hecho algo de deporte.
La entrada cuesta 6 euros y nos dan el típico mapa del lugar arqueológico. La cima está llena de piedras por todos lados, piedras que en su día fueron los muros de casas, edificios o templos. Pero impresiona porque estamos en la cima de una montaña y traer esa cantidad de piedras conlleva tiempo y esfuerzo. Aquí no encontraremos altas columnas, pequeñas muy pocas, pero sí que hay calles pavimentadas con piedras. La ciudad contenía varios santuarios dedicados tanto a los dioses griegos como a los dioses egipcios, el ágora, la stoa, un teatro, el gimnasio, la guarnición donde estaba el ejercito de la ciudad, baños romanos y una temprana pequeña básilica Cristiana que está bastante entera. Pero la parte más vistosa de toda la ciudad es el temenos de Artemidoiros. Temenos es un santuario al aire libre y Artemidoiros el monje que lo fundó. No es vistoso porque sea muy grande o por su arquitectura ya que es poco más que un largo muro, sino por los relieves que contiene: el águila de Zeus, el león de Apollo, el delfín de Poseidón y un retrato del mismo Artemidoiros. Hay tan poco que ver en la isla que es una parada recomendable.
Después de la visita que dio para más de 1 hora , pero antes de empezar la bajada, compré un refresco en el puesto que hay en la entrada 2 euros.Tomarlo sentada tranquilamente y comenzar la bajada. Como bajar es bastante más fácil que subir y no me iba a llevar mucho tiempo cogí un desvío que lleva a la iglesia de Panagia Katefiani, que está metida entre los precipicios del monte donde se encuentra la Antigua Thera. Al lado de la iglesia también hay una cueva enorme y como estaba de paso si que me metí en ella, aunque hay que tener bastante cuidado de no caer por el barranco para abajo que puede ser peligroso. Despues de la visita a la cueva entré en el recinto donde estaba la iglesia, como estaba cerrada a cal y canto le hice un par de fotos y a seguir con la bajada hasta la moto.
todavía quedaba algo de tiempo para la hora de comer así que busqué la que sería mi tercera parada.
Monasterio del profeta Ellias:
Gratuito. Está también en la cima de la misma pequeña cordillera a pocos cientos de metros de la antigua Thera, pero para llegar hay que rodear todas las montañas por abajo y son unos cuantos kilómetros. El monasterio estaba abierto al público y vendían cosas artesanales, como comida o jabones. Ni era muy interesante, ni las vistas eran buenas así que no recomendaría la visita.
Llegada la hora de comer bajé al pueblo de Kamari en busca de un sitio barato donde comer. El pueblo está muy bien, tiene playa, tiene hoteles y tiene restaurantes, eso sí, no se puede comparar con Fira ni con Oia en cuanto a arquitectura o belleza, pero es barato. Encontré gracias a google una hamburguesería que voy a recomendar, Juicy burguer (Εμπορικό Κεντρο Ατλαντίς, Παναγίας Μυρτιδιωτίσσης, Kamari 847 00, Grecia), donde una hamburguesa gigante (hay diferentes variedades) con patas fritas y salsas mas la bebida 1 litro de cerveza salieron por 16 euros, y no te quedas con hambre. Después fui a visitar la playa, llena de tumbonas en todas direcciones, que en este caso era negra por su procedencia volcánica. Santorini no es una isla a la que se reconozca por sus playas ya que son bastantes feas comparadas con otras islas de su alrededor. Cogí la moto y fui subiendo hacia el norte por la carretera de la playa, parando aquí y allá, pase por al lado del aeropuerto, visité la playa de Monolithos con su puerto y una vez que estuve a la altura de Fira giré al oeste para llegar a esta. Como a la mañana había llenado tanque entero de gasolina no tuve que volver a llenarlo más al devolverla, ya que tenía algo más de cómo me la dejaron.
Volví al hotel me duché y descansé un poco hasta el anochecer que salí a dar una vuelta y ver tiendas. Fira no será tan bonita como Oya pero también es impresionante de noche y algunas calles se llenan hasta los topes de gente. Al pasar por una agencia de viaje entré para comprar el billete de ferry para mañana a Creta. Ya había mirado el precio por internet y sabía lo que costaba, resulta que mañana era uno de los días más caros para coger el ticket de ferry. Pero no tenía ningún sentido alargar más la estancia en esta isla que ya había visto por ahorrarme unos euros que acabaría gastando en una estancia más cara que la de Creta. El ticket de ferry hasta Creta costó 68,8 euros lo mismo que si lo comprase en internet pero así lo tengo físico y me fío más. Antes de volver al hotel pasar por un supermercado a comprar bebidas y chocolates 7 euros. Fin del día.
Kykladonisia traditional settlement. Fira 73,1 euros 2 noches.
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