Ruta dos Sete Vales Suspensos, entre la playa de Carvoeiro y la de Marinha. Nos levantamos algo antes de las 8, desayuno tranquilo en el apartamento y salimos hacia el pueblo de Carvoeiro, aparcamos junto a la playa y allí comenzaremos una ruta...
Nos levantamos algo antes de las 8, desayuno tranquilo en el apartamento y salimos hacia el pueblo de Carvoeiro, aparcamos junto a la playa y allí comenzaremos una ruta que irá por la costa junto los acantilados, veremos en tierra lo que vimos el día anterior desde el agua, salvo las cuevas que sólo son accesibles por mar, se trata de la ruta "do sete vales suspensos" que haremos de ida y vuelta (en teoría unos 16 km. en total). El día está con alguna nube aunque se irá despejando, corre algo de brisa que hace que no pasemos calor. La ruta, de las más conocidas por la zona, la descubrí pocos días antes en este foro.
La primera parte, que es la zona del Algar Seco, discurre por pasarelas de madera, al modo de las del día anterior en Ponta da Piedade, se puede ir por un sendero paralelo exterior, pero al estar por el interior la propia pasarela le estorba las vistas. Esta parte de pasarelas por suerte dura poco más de km-km y medio, hasta la zona de la playa de Vale Covo, si bien por el camino hay un par de salidas que bajan a las rocas por caminos y peldaños tallados en roca, están muy bien.
A partir de ese punto ya todo el camino discurre por senderos y caminos junto a los acantilados, a veces se puede ir pegado a ellos o un poco más por el interior (para los que tienen vértigo), en cualquier caso es bastante seguro todo. En ocasiones seguimos como por plataformas por el borde que de repente se acaban, o sea, al mar, toca media vuelta, hablamos de trozos en los que retrocedes 100-200 m. a lo sumo.
Llegamos a la playa do Vale de Centeanes, y justo antes un mirador precioso donde hay una mesa y un par de sillas ancladas.
La llegada a las playas, al menos las que son accesibles por tierra, supone una bajada y posterior subida en la ruta, no son desniveles fuertes ni muy largos, pero hay 5 o 6 en la etapa.
Seguimos avanzando, pasado un rato divisamos el faro de la Alfanzina, ha de bordearse por el interior antes de llegar a la playa do Vale Espinhaco, de acceso por mar, y punto en el que la ruta tiene unos 4 kms, si bien entre desvíos y otras cosas llevamos ya unos 5k.
Llegamos a uno de los múltiples hoyos que hay por allí, están todos perfectamente rodeados de vallas para no caer por accidente, este es muy grande. Se puede oir el sonido del oleaje en su interior, y en algunos incluso desde algún lado ver el fondo y el agua.
Continuamos la ruta, de vez en cuando nos cruzamos con alguien, seguimos marcas rojiblancas que indican la ruta, así llegamos a la playa de Carvalho, pequeña y bordeada de paredes de piedra, bajamos hasta casi su nivel y nos cuesta acceder a ella, lo hacemos por una especie de agujero casi vertical donde al final hay que agacharse para entrar en la playa, después nos damos cuenta que hay otra entrada más fácil por un túnel tras una escalera.
Seguimos pateando y bajamos a la playa de Benagil, pequeña, junto al pueblo del mismo nombre. La famosa cueva, sólo accesible por mar, lo es en barca o nadando un poco desde la playa, no mucho tramo, obviamente por estas fechas el agua está helada y no hay quien se meta. El tramo tras la playa de Benagil tiene vallas en las cuales se prohíbe expresamente cruzar, con posibilidad de multa, también la que bordea la cueva de Benagil.
Seguimos, falta poco, pasamos junto a la playa da Corredoura, de acceso por mar, y poco más tarde llegamos a la más espectacular de las playas, la de Marinha, preciosa. Llevamos en ese punto unos 9 km. y estamos en el lado más occidental sobre la playa, a la cual se baja por el lado opuesto.
Es hora de comer, son en torno a las 14h. y allí sólo está la playa, nada más. Si queremos comer toca empezar ya la vuelta, un kilómetro y medio hasta volver a Benagil, y allí sólo un chiringuito donde pedir un sandwich y una cerveza.... o un restaurante con pinta de bueno y caro (hay otros pero están cerrados), decidimos que nos merecemos comer bien tras la caminata que nos hemos dado y que nos queda por terminar aún.
El restaurante en cuestión es "O Pescador". Nos tomamos un par de refrescantes cervezas, una botella de vino blanco, un entrante, una buena dorada al horno con patatas y un buen plato de fusili con champiñones, postres y café. Se nos ha ido un poco el tema de las manos, pero que nos quiten lo bailao, estaba buenísimo, nos ha costado 108€ (algo de remordimiento sí que me llevo).
Quedan unos 6 kms de vuelta, como es por el mismo camino y ya hemos visto todo lo hacemos a paso mens relajado, de manera que sobre las 6 de la tarde estamos en el punto de partida junto al coche, el sol se oculta esos días sobre las 17:45.
Con el cansancio del día nos vamos ya al apartamento a descansar y cenar más tarde. Hemos visto la parte costera más bonita del Algarve, al menos para mi gusto.
Portugal y sus pueblos-1996/2024Poco a poco iré desglosando todos los lugares que conozco de nuestro país vecino. Os mostrar...⭐ Puntos 5.00 (4 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 279
Carvoeiro es un pueblo que me gusta mucho, tiene playa totalmente accesible pero para mí, las mejores están en los alrededores, hay que coger el coche, son playas de Lagoa: Marinha, Abandeira, Carvlaho, Vale Centeanes, As Gaivotas, etc.
Hola, en septiembre nos vamos 8 días a Carvoeiro, al apartahotel Colina da Lapa. Nuestra intención es pasar esos días de relajación, sin "turismo de borrachera" Me gustaría saber nombres de restaurantes baratos, supermercados cercanos, lugares de interés como playas seguras, zonas con wifi gratis, etc.
Supermercados: en Carvoeiro tienes un Intermarché y un Pingo Doce junto a la carretera EN125. Otros supermercados que puedes encontrar por allí es Continente o Jumbo.
Ruta básica por el Algarve en ocho paradas mágicas
para recargarse y arrancar 2022 con buen pie
Pasear bajo los cielos siempre despejados del Algarve y disfrutar del aire libre y sus paisajes bañados por esa luz brillante y cálida propia del sur de Portugal es uno de los grandes placeres que ofrece esta tierra mágica y hospitalaria. Hoy os animamos a echar a andar y que vuestros pasos os lleven contemplar playas idílicas, acantilados moldeados por el Atlántico y miradores de postal fuera de las rutas habituales. El plan perfecto para airearse y empezar a caminar por el 2022 con buen pie.
¿Qué mejor plan para arrancar 2022 con buen pie que una escapada para energizarse a base de aire puro, cielos despejados, paisajes reconfortantes y miradores al paraíso? Disfrutar del Algarve a través de las múltiples rutas de senderismo que recorren todo el mapa sur de Portugal es un placer y algunas de ellas, como la Ruta Vicentina o la de los Siete Valles Suspendidos, colocan a la región entre los mejores destinos de senderismo del mundo.
Pero también hay rutas chiquititas, informales, ideales para disfrutar a pequeños bocados o para niveles no expertos, incluso para hacer en familia. Hoy os proponemos un bonito paseo circular de 16 kilómetros con salida y llegada a Carvoeiro, típica localidad algarvía asomada al océano con una encantadora estampa de postal de casitas blancas y barcas de colores.
Este recorrido pasa por ocho puntos que resumen toda la esencia del Algarve y conceptualizan su fama como “paraíso azul”, que enamora con sus idílicas playas, impresionantes acantilados y escenarios naturales que emanan tranquilidad y sosiego. ¿Arrancamos?
Praia do Vale Espinhaço
Carvoeiro es el punto de partida de este particular recorrido y, desde allí, tras cuatro kilómetros de ruta con el Atlántico como único horizonte, llegaremos a una pequeña playa de arena ubicada en entre los huecos del acantilado costero, llamada Praia do Vale Espinhaço. Su acceso es exclusivamente marítimo, pero las vistas desde arriba bien merecen la pena.
Durante el paseo, también se puede observar el Faro de Alfanzina, uno de los seis faros que tiene Algarve, pintado de rojo y blanco en lo alto de una cueva natural. Ofrece visitas guiadas durante todo el año, muy recomendables.
El Gran Hoyo y la Praia do Carvalho
Continuando la senda y dejando a la izquierda el Parque do Merendas, llegaremos a un lugar muy especial en el que se puede observar un gigantesco hoyo en la tierra. Al asomarte en ese punto, el rugido del océano chocando con la península inunda los sentidos.
Un poco más adelante, llegamos a otro de los enclaves más espectaculares de Portugal y más icónicos del Algarve: la Praia do Carvalho. Rodeada de impresionantes acantilados, se accede por unas escaleras talladas en la roca y, una vez abajo, atravesando un pequeño túnel, uno se adentra en un sueño paradisíaco del que no querrá salir.
Praia de Benagil y su famosa gruta
Hay que andar casi un kilómetro y medio para llegar a nuestra cuarta parada, la Praia de Benagil, una de las más famosas de la región y con un encanto especial. Desde allí podemos dirigirnos a uno de los puntos más fotografiados de todo el mundo: la gruta de Benagil. Una maravilla natural esculpida por el viento y el mar, con una cúpula de roca en la que se abre un enorme agujero que descubre el cielo abierto, inundando de cueva de luz y una magia sobrenatural difícil de traducir a palabras.
Praia da Corredoura y Praia da Marinha
Volviendo a la ruta a pie, y tras pasar junto al particular techo de la gruta para contemplarla desde otra perspectiva, alcanzaremos la Praia da Corredoura: una playa poco conocida con enormes cuevas a las que no hay otra forma de llegar que a través del mar.
El camino nos va regalando enclaves asombrosos, rodeados del verde del parque natural a nuestra izquierda y el inmenso azul del Atlántico a la derecha. Y con estas vistas llegamos al ecuador de nuestro recorrido, la Praia da Marinha, considerada como una de las 10 más bonitas de Europa y entre las 100 mejores del mundo. Sus impresionantes arcadas y acantilados han sido moldeados durante siglos por el agua, conformando decenas de cuevas que parecen dar acceso a otro mundo.
Para llegar a la playa necesitaremos bajar unos 100 escalones, una vez allí es aconsejable visitar todas las cuevas, para lo que necesitaremos unas buenas zapatillas antideslizantes y que nos protejan de los erizos que puedes encontrar en el recorrido si la marea está alta.
Miradores de Benagil y de Vale Suspenso
Aquí es donde damos la vuelta nuevamente hacia Carvoeiro, por el mismo sendero trazado donde podremos ahondar en lo ya visto y descubrir otras joyas como el mirador de Benagil, ubicado entre las cuevas de Benagil, donde contemplarás una de las vistas más sorprendentes de acantilados de toda la zona.
Pero aún nos queda un lugar idílico antes de regresar al punto de partida: los acantilados de Roca Brava, para darse un homenaje a buenas vistas en el Miradouro do Vale Suspenso.
Desde allí, si tienes la suerte de regresar a la hora del atardecer, podrás tener una de las visiones más increíbles de la ruta: la puesta de sol en un mágico fundido de rojos y naranjas en el azul del océano frente a los escarpados calizos de la costa del Algarve. Una estampa única que te hará querer volver a andar el camino.