Margen derecho y vuelta ✏️ Diarios de Viajes de Francia

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Nada más llegar a Blaye nos fuimos directamente al área AC que teníamos localizada, al lado de la ciudadela. Es un área de pago que tiene muy buena pinta, peeero justo enfrente de la entrada había un cartel enorme que decía: Área AC gratuita! y dijimos, pues vamos a probar!. El área en sí era el jardín del Chateau Marquis de Vauban.


Solo había que pasar por recepción y registrarte. Allí además ofrecían actividades y comida a "domicilio" para las AC. Después de instalarnos decidimos salir a ver la ciudad, pero empezó a llover...y menudo chaparrón que cayó! Pero bueno, tampoco nos íbamos a quedar en la furgo, así que paraguas y palante!. La ciudadela nos encantó la tienen muy bien cuidada, y tiene unas vistas preciosas hacia el estuario.




Que pena que lloviese, pero en primavera-verano tiene que ser un gusto pasear por ahí. Dentro de la ciudadela podemos encontrar varias tiendas de artesanía y cafés. Nosotros aprovechando que llovía nos sentamos en una terraza a comer unos crepes para merendar que nos supieron a gloria. Después una vueltilla por la ciudad en si, que tampoco nos pareció que tuviese mucho mas para ver, y de vuelta a la furgo para cenar y dormir.

A la mañana siguiente otra vez se levantó lloviendo, pero en un esfuerzo sobrehumano de mi maridín, se levantó antes y se fue a comprar unos croissants en una panadería que habíamos fichado el día anterior. Así ya se puede desayunar! jeje. Mientras recogíamos levantó el día y partimos hacia nuestro siguiente destino. Ya nos tocaba ir volviendo hacia Burdeos porque el lunes a primera hora teníamos que entregar la furgo. La primera parada fue Plassac, un pueblito tranquilo con mucho encanto.


Dimos una vuelta por el pueblo, paseamos por la orilla, con los carrelets, y una cosa interesante que tiene el pueblo es una villa galorromana con unos mosaicos bastante bien conservados. No pudimos entrar porque el museo estaba cerrado, pero pudimos verlo desde la verja, y tenia buena pinta (y el jardín del museo tenia una fuente donde rellenamos nuestras botellas, jeje. En este viaje a la mínima oportunidad llenábamos las botellas por si acaso...

Para la tarde habíamos elegido una villa medieval un poco más al sur, Bourg. Aparcamos en el parking de autocaravanas, a la entrada del pueblo, y al lado de un parque con un lago y columpios para los críos (cosa que las niñas agradecieron mucho). Después de comer nos fuimos a dar un paseo por el pueblo, que la verdad es que tiene muchas cosas para ver! Un castillo en lo alto del pueblo, casas señoriales, lavadero, mercado, puerto. Nos pareció el pueblo más bonito de todos (sin desmerecer los otros).




Después del paseo (y de volver a pasar por los columpios) ya nos dirigimos hacia nuestro ultimo sitio de pernocta. La idea era dormir en los alrededores de Burdeos para, al día siguiente, dejar la furgo cuanto antes y poder volver a casa a la hora de comer, que alguno tenia que trabajar de tardes...Decidimos parar en un área en Saint Romain de Virvee que la verdad es que estaba genial, al lado de un parque con columpios y pista de futbol. El pueblo es pequeñito, pero agradable, merece la pena darse un paseo.


Dormimos muy a gusto, pero nos tuvimos que levantar prontito prontito para dejar la furgo OK. Ya de vuelta a Burdeos nos tocó super atasco en la ronda con obras, accidentes, los atascos propios de un lunes por la mañana, total que la media hora que dura el trayecto se transformó en casi 2 horas de retraso, a lo que había que sumar el cambio de bártulos de un coche a otro...Total que devolvimos el coche bastante mas tarde de lo que habíamos planeado. Afortunadamente a partir de ahí no tuvimos ningún problema y llegamos a casa justo a tiempo para trabajar.

Y hasta aquí nuestra prueba! La verdad es que la zona nos ha sorprendido porque tiene pueblos y paisajes muy bonitos, y es bastante autentica, sin mucho turismo (quizás por ser temporada baja??) y nos hemos quedado muy contentos con la experiencia de viajar/dormir en una furgo como esa. No sabíamos si seríamos capaces de apañarnos los 4 en tan poco espacio, y de hecho el primer día nos pareció un poco agobiante, pero una vez que te acostumbras a dónde tienes las cosas, y el orden en el que tienes que hacer las cosas hay sitio para todo!

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