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Desayuno buffet.
Cogemos tren línea A (cada 10 minutos) en dirección Hillerod. Tarda 38 minutos en llegar.
Hillerod tiene sus orígenes en la Edad Media. Allá por el siglo XIII se cita el palacio de Hillerødsholm, una propiedad de la nobleza que se situaba sobre un islote en medio del lago del pueblo. En 1560, Hillerødsholm pasó a manos del rey Federico II de Dinamarca, quien inició, en el mismo sitio, la construcción del castillo de Frederiksborg. Federico II intentó la creación de una ciudad alrededor del castillo, trasladando habitantes de Slangerup. No lo consiguió.
Su hijo y sucesor, el famoso Cristián IV, continuó la construcción del castillo y le dio a Hillerød varios privilegios comerciales. Gracias a contar con el favor de la familia real danesa, que residió en el castillo, el comercio se desarrolló y la ciudad empezó a vivir del comercio.
Para llegar al centro de la población y al castillo solo tenemos que bajar una calle (está muy bien indicado). Tardas unos 18 minutos en llegar al castillo. Desde el centro hay una muy buena foto global.
El castillo abre a las 10. Es muy grande y tiene bastantes plantas.
Frederiksborg fue edificado por Hans van Steenwinckel el Viejo como residencia real del rey Cristian IV de Dinamarca entre 1560 y 1630, reemplazando a un castillo más antiguo adquirido por Federico II, en cuyo honor se nombró al edificio. Pronto se convirtió en el mayor palacio de estilo renacentista de Escandinavia.
Mientras se construía el castillo, Christian IV residía en un gran palacio de placer de estilo italiano con el nombre de Sparepenge, que había construido al otro lado del lago.
En 1720, el palacio de recreo de Christian IV fue demolido y luego reemplazado por un impresionante jardín barroco. El castillo real también fue renovado en la década de 1730, pero dejó de usarse como residencia real a fines del siglo XVIII.
A mediados del siglo XIX el rey Frederik VII se mudó allí. La pareja real renovó el castillo para hacer su hogar más contemporáneo. Esto incluyó la instalación de varias chimeneas y estufas para calentar las habitaciones grandes.
Después de los destrozos que provocó el gran incendio en 1859 (provocado por alguna de las estufas), el castillo fue reconstruido basándose en antiguos planos y pinturas. Gracias al apoyo social y al filántropo y cervecero J. C. Jacobsen, el de la Carlsberg, el edificio fue restaurado en 1882, cuando volvió a abrir al público como Museo Nacional de Historia.
Al poco en entrar, ya nos encontramos con una de las joyas del palacio, la sala de los caballeros. Esta elegante y enorme sala, también denominada “la rosa”, se utilizaba como sala de banquetes para recibir a los nobles de la corte. El techo de esta sala está reconstruido tal y como lucía en la época de Christian IV. Se ha recreado un comedor de la época.
Junto a esta sala está la pequeña sala de la torre, donde una exposición introductoria presenta la historia del Castillo y el Museo. Desde la sala de la torre se accede al pasadizo secreto inferior, donde hay una exposición de esculturas y relieves de la decoración original del Castillo así como algunos hallazgos arqueológicos.
La sala de audiencias es la sala donde el rey daba audiencia a nobles y dirigentes internacionales. En ocasiones, el monarca hacía esperar a sus invitados durante horas en una antesala sin sillas. Después, eran conducidos por un pasillo pomposamente decorado hasta la sala donde aguardaba el rey. La Sala de Audiencias y el Pasaje Privado fueron diseñados para Christian V en la década de 1680 según modelos franceses e italianos. Se consideran algunos de los mejores interiores barrocos originales de Europa. fue restaurada en 2016.
La sala de ceremonias refleja el estilo recargado del absolutismo danés: retratos históricos, mobiliario del siglo XVIII y lámparas de cristal.
A lo largo del recorrido por el castillo, nos vamos encontrando muchos retratos de los reyes que lo habitaron así como de otros personajes contemporáneos.
La capilla es la única zona del castillo que quedó intacta tras el incendio. Es una de las estancias más impresionante de Frederiksborg. El impresionante retablo de oro, plata y ébano fue realizado por el orfebre de Hamburgo, Jacob Mores, en 1606. La Galería alberga el histórico órgano Compenius, que fue construido en 1610 por Esajas Compenius.
Durante el período de la monarquía absoluta (1660-1848) los reyes de Dinamarca fueron ungidos en la Capilla del Castillo. Desde 1693 ha sido la Capilla de los Caballeros de las Órdenes del Elefante y Dannebrog. Los escudos de armas que adornan las paredes incluyen varios que fueron otorgados a jefes de estado internacionales como Nelson Mandela y distinguidos daneses como Mærsk McKinney Møller y Niels Bohr.
El maravilloso Gran Salón está ubicado en el segundo piso sobre la Capilla del Castillo. El Gran Salón es una réplica del salón de la época del Rey Cristian IV. Se pueden ver hermosos tapices y retratos de los miembros de la Casa de Glücksburg.
En el museo hay varias exposiciones. Una de ellas es la de la Orden de Dannebrog, para conmemorar su 350 aniversario. Es una orden de caballería danesa creada por el rey Cristián V en 1671, para honrar y recompensar a los miembros de Dinamarca por su servicio meritorio, tanto civil como militar, por su contribución particular a las artes, las ciencias, los negocios, o por el trabajo en beneficio de los intereses daneses.
Vemos también una exposición temporal dedicada a la princesa Mary con motivo de su 50º cumpleaños. Además de un retrato reciente, podemos ver ropas y objetos de otras reinas y princesas, terminando con ropa y el vestido de novia de Mary, esposa del príncipe heredero.
La tercera de las exposiciones se dedica a la desafortunada Leonora Cristina.
Luego recorremos un poco jardín.
Christian IV tenía su propio jardín, pero en 1720 se encargó a J. Krieger que creara un nuevo jardín en el castillo. El palacio de recreo Sparepenge fue demolido para dar paso a un impresionante jardín barroco, que, como dictaba el estilo de la época, se construyó simétricamente con setos perfectamente rectos.
Desde finales del siglo XVIII el Jardín Barroco quedó deteriorado y no fue recreado hasta la década de 1990. En las partes más bajas del jardín se ven los monogramas reales de Frederik IV, Frederik V, Christian VI y Margarita II, diseñados en setos muy recortados rodeados de bojes en forma de cúpula.
A la izquierda del Jardín Barroco se encuentra el romántico jardín de estilo inglés, donde también se encuentra el pequeño Castillo de la Casa de Baños.
No es necesario pagar una entrada para acceder a los jardines. De hecho, los vecinos de la localidad van allí a pasear o a hacer deporte.
De regreso compramos un perrito (36 coronas) y un batido en 7 Eleven de la estación. Así ya no tenemos que pararnos para comer en otro sitio.
Una vez ya en Copenhague, cogemos el metro y nos vamos a Christiansborg. Intentamos entrar en establos pero los encontramos cerrados. Otra vez. Hay caballos fuera (todos blancos). Volveremos otro día.
Enfrente cogemos un barco que nos incluyen con la Copenhaguen card. Recorrido de 1 hora (dura algo más). Explicaciones en inglés. Es muy completo. Llega hasta Nyhavn, donde para un rato, y luego se acerca hasta la Sirenita. Se trata de una de las atracciones más populares de la ciudad. Nosotros nos sentamos fuera pero, como no hace mal día, no se va mal.
Para casos de necesidad hay Wc público frente a embarcadero (gratis).
Después del paseo en barco cogemos el metro y vamos a ver el interior de Iglesia de mármol. Ya lo habíamos intentado antes con poco éxito. La iglesia es muy grande.
Es un edificio de planta redonda, que se comenzó a construir en 1749 por deseo del rey Federico V de Dinamarca en conmemoración del tercer centenario del ascenso de los Oldemburgo al trono danés, según diseño original del arquitecto Nicolai Eigtved en estilo rococó.
Su construcción se interrumpió en 1770 debido a su excesivo costo. Vamos, que el mármol del nombre era tan caro que prácticamente ni se usó. El templo no se acabó hasta finales del siglo XIX. En 1865 el empresario Carl Frederik Tietgen compró al Estado danés el solar de la iglesia, cuyas obras se encontraban en ruinas. Una vez terminada, Tietgen la cedió al Estado.
Sin duda lo más impresionante de la iglesia es su cúpula. Alcanza los 46 metros de altura y queda sostenida por doce columnas cuadradas. La cúpula está decorada con doce pinturas de apóstoles realizadas por C.N. Overgaard con base en esbozos de Henrik Olrik.
Debajo de la cúpula hay doce medallones simbólicos: el ave fénix (renacimiento), la cruz (fe), la lira (himno), la flor de lis (pureza), el gallo (vigilancia), el vino (eucaristía), la paloma (bautismo), los cuatro símbolos de los evangelistas y el cordero (Cristo).
La cúpula es la mayor de Escandinavia. Tanto la cúpula como la linterna están recubiertas de cobre con detalles dorados. En la linterna se encuentran las campanas de la iglesia. La linterna está rematada por una cruz con una aureola entre los brazos, que en la parte inferior tiene un ornamento de filigrana.
El retablo está elaborado en madera de pino y estuco, y está decorado con varios colores de manera que asemeja ser de mármol. En el altar hay una cruz de 3 metros.
En la parte superior de la iglesia hay 18 esculturas de zinc que representan a figuras importantes del cristianismo mundial. A la altura de la calle hay 14 esculturas de bronce que rodean la iglesia y representan a personajes destacados del cristianismo en Dinamarca.
Caminamos unos 850 metros hasta llegar a la zona del Parque Churchill. Encontramos la bonita Fuente de Gefión.
La fuente fue donada a la ciudad de Copenhague por la Fundación Carlsberg con ocasión del 50º aniversario de la cervecería. Originalmente se suponía que se ubicaría en la plaza principal fuera de Ayuntamiento, pero en su lugar, se decidió construir cerca de Øresund en su actual ubicación cerca de Kastellet ("La ciudadela").
Fue diseñada por el artista danés Anders Bundgaard, que esculpió las figuras naturalistas entre 1897 y 1899. Se completaron las pilas y decoraciones en 1908. Fue activada por primera vez el 14 de julio de 1908. Se renovó en 1999.
La fuente representa la historia mítica de la creación de la isla de Selandia, en la que se encuentra Copenhague. Cuenta que el rey sueco Gylfi prometió a la diosa Gefjun o Gefión el territorio que ella pudiese arar en una noche. Para poder conseguir el máximo de la tierra prometida, ésta convirtió a sus cuatro hijos en bueyes. El territorio arado fue arrojado al mar danés situado entre Escania y la isla de Fionia. El agujero originado se convirtió en un lago llamado Lögrinn.
Enfrente está el Museo de la Resistencia danesa, que nosotros no visitamos.
Muy cerca de la fuente encontramos la Iglesia de san Albano. Se construyó entre 1885 y 1887 en estilo neogótico y está dedicada a la creciente congregación inglesa de la ciudad. Así pues, es una iglesia anglicana. Está dedicada a San Albano, el primer mártir de Gran Bretaña. La primera comunidad británica de tamaño considerable en Dinamarca se estableció en Elsinore a principios del siglo XVI. Gran parte del tráfico del Øresund era británico. Hasta el siglo XIX, la comunidad inglesa de Copenhague creció a medida que aumentaba la importancia de la ciudad como centro comercial. Desde 1834, una congregación inglesa celebraba servicios religiosos en habitaciones alquiladas en Store Kongensgade, cerca de Kongens Nytorv. En 1864, se hizo un llamamiento al entonces Príncipe de Gales, y su consorte, la Princesa Alexandra, nacida en Dinamarca, se encargó de ayudar. Consiguió recaudar fondos y proporcionar un lugar decente para construir la nueva iglesia.
No podemos entrar; está cerrada.
A unos 400 metros encontramos a la célebre Sirenita. Ojo con las piedras que la rodean; resbalan.
La famosísima estatua fue encargada en 1909 por el empresario cervecero Carl Jacobsen, hijo del fundador de Carlsberg, y donada a la ciudad de Copenhague. Con ella, Jacobsen quería homenajear a la bailarina danesa Ellen Price, gran estrella del Ballet Real Danés, que había cosechado un gran éxito en el ballet basado en el cuento La sirenita, escrito por Hans Christian Andersen en 1837.
Pero resultó que la bailarina se negó a posar desnuda por lo que Eriksen tuvo que utilizar a su esposa como modelo, aunque la cabeza y rostro son de Ellen.
Muchas veces se ha dicho que es muy pequeña. Juzgadlo vosotros mismos. Mide 1,25 metros y pesa 175 kilos (no en vano está hecha de bronce).
La Sirenita es admirada y fotografiada. Pero eso no quita que haya sido objeto a lo largo de su historia de muchos actos vandálicos que le han llevado, incluso, hasta a perder la cabeza varias veces.
También se han criticado las vistas que se obtienen desde allí (lo que queda a su espalda). Es lo que hay...
Más allá, al otro lado, en canal, se ha instalado una sirenita deforme (la vemos desde arriba). Es una escultura de bronce, de Bjorn Noergaard, instalada en el año 2000. Su nombre es Sirenita genéticamente modificada. No me atrevo ni a describirla. En realidad no solo está la sirenita. Según parece, en esta plaza, entre edificios modernos, el artista quiso dar una visión provocativa y humorística de la sociedad posmoderna.
En el centro hay un arco triunfal de 40 toneladas con una figura de nueve metros de altura de una Madonna modificada genéticamente. Alrededor de ella hay otras seis figuras: Adán, Cristo, María Magdalena, Eva, la capital tripartita y el hombre embarazado.
La última escultura, la Sirenita, está algo apartada en su pequeña isla.
Visitamos ahora el parque de Kastellet (edificios por fuera, cañones y molino). Kastellet fue una continuación del anillo de bastiones amurallados que rodeaban a Copenhague. Está construido en forma de estrella con bastiones en sus esquinas. Se trata de una de las fortalezas mejor conservadas de Europa (entrada gratis como el parque público que es).
La construcción de Kastellet fue iniciada por el rey Cristián IV de Dinamarca en 1626. El rey originalmente tenía planes de construcción de un gran castillo, que habría sido situado en el mismo sitio pero el plan fue abandonado debido a limitaciones económicas. La construcción continuó con su sucesor, el rey Federico III de Dinamarca. Tras el asedio sueco a Copenhague durante la Guerra sueco-danesa (1658-1660), el ingeniero holandés Henrik Rüse fue llamado para ayudar a reconstruir y ampliar la construcción. La fortificación fue nombrada Citadellet Frederikshavn, pero es más conocido como Kastellet.
Kastellet formó parte de la defensa de Copenhague contra Inglaterra en la batalla de Copenhague de 1807. Fue tomada por los nazis en 1940.
La entrada principal del Kastellet es Kongeporten (Puerta del Rey). Construida en un estilo barroco holandés, fue terminada en 1634. La puerta está decorada con un busto de Federico III de Dinamarca. Delante de los puerta existen dos edificios, llamados caponeras, desde donde era posible mantener las tropas bajo fuego. Justo en la puerta se encuentra un guardia del edificio.
La puerta Norgesporten (Puerta de Noruega), utilizada para salir al campo, se construyó con un diseño más simple. La caponera de esta puerta fue demolida a finales del siglo XIX, mientras que el edificio de la guardia se ha conservado.
Los cinco bastiones son nombrados como sigue: Bastión del Rey (Kongens Bastion), Bastión de la Reina (Dronningens Bastion), Bastión del Conde (Grevens Bastion), Bastión de la Princesa (Prinsessens Bastion) y Bastión del Príncipe (Prinsens Bastion).
La iglesia en la ciudadela fue construida en 1704 en estilo barroco pesado durante el reinado del rey Federico IV de Dinamarca. Se amplió con una prisión compleja en la parte trasera de la construcción en 1725. Entre los muros de la prisión y la Iglesia había agujeros a las celdas del preso para que los reclusos pudiesen seguir los servicios religiosos.
Puede parecer raro que haya un molino en el recinto. Fue construido en 1847 y reemplazó a otro molino de 1718, que fue destruido por una tormenta el año anterior. El molino original fue un molino europeo mientras el molino actual es del tipo holandés.
Una ciudad fortificada necesitaba asegurar suministros, incluidos los suministros de harina y copos de avena, en caso de asedio. Por ese motivo se construyeron numerosos molinos de viento en los bastiones.
El metro está al otro lado del puente y de vías del tren.
Cena en Dalle Valle (25%descuento con cupón que nos dan en el barco).
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