Desayuno en hotel.
A las 8.54 horas cogemos el tren a Roskilde (hay muchos). Tarda 22 minutos en llegar.
Roskilde se originó como un sitio comercial en la parte más interior del fiordo homónimo, que entonces formaba parte del Isefjord, en un sitio donde convergían varios caminos de la isla de Selandia.
De acuerdo a una leyenda, la ciudad fue fundada por el rey Hroðgar o Roar. Como en la zona había algunos manantiales, se le puso el nombre de Roskilde, que provendría de Roar y kilde: "manantial, fuente". También se dice que el rey Harald Blåtand (Diente azul) ordenó la construcción de una iglesia de madera dedicada a la Trinidad hacia el año 980. Según Saxo Grammaticus en el año 1157 había un palacio real, pero no se han encontrado rastros de este ni de la iglesia de Harald. Hacia 1070 se la describe como "la más grande ciudad de Selandia y la sede del rey de los daneses". Además de servir de residencia del rey, Roskilde fue también sede de un obispo desde aproximadamente el 1020.
Durante el reinado de Canuto el Grande se intentó que Roskilde fuera también la sede del primer arzobispado nórdico, pero al final esa dignidad recayó en Lund —entonces parte de Dinamarca— en 1104. En 1070 el famoso obispo Absalón ordenó la construcción de la actual catedral de ladrillos, en el mismo lugar donde habían estado dos iglesias anteriores. La catedral de Roskilde fue construida durante el mandato de los siguientes cinco obispos, todos pertenecientes a la familia Hvide —a la que pertenecía el propio Absalón—, y concluida hacia 1275. También hubo un palacio episcopal y una escuela catedralicia.

Durante la guerra civil entre Canuto V, Valdemar I y Svend III, este último fortificó Roskilde. En aquella época había 12 iglesias parroquiales: Todos los Santos, San Botulfo, San Dionisio, San Juan, San Lorenzo, San Miguel, San Martín, San Nicolás, San Olaf, San Pablo, San Pedro, y Nuestra Señora. Había, además, además 5 monasterios: San Francisco, Santa Inés, Santa Clara, Santo Domingo y Nuestra Señora.
Roskilde se caracterizó durante la Edad Media por la gran riqueza del obispo y sus numerosos canónigos. En 1370 pertenecían al obispado 2600 granjas en toda Selandia, y en el momento de la reforma protestante, en 1536, una de cada cuatro granjas de la isla eran de su propiedad.
En el siglo XV comenzó un declive para Roskilde, cuando la capital de Dinamarca se estableció en Copenhague por iniciativa de Cristóbal III. La reforma fue un duro golpe para la ciudad, pues el luteranismo fue establecido como religión de Estado, la Iglesia católica fue proscrita y las ricas instituciones que mantenía en Roskilde desaparecieron.
Durante el siglo XVII Roskilde fue azotada por la peste, las guerras contra Suecia, y varios incendios. En el siglo XIX se abrieron varias industrias cerca del puerto (fábricas de tabaco, algunas fundidoras de hierro y talleres mecánicos, y una fábrica de automóviles).
La estación de tren de Roskilde fue construida como parte de la línea Copenhague-Roskilde, la primera línea ferroviaria de Dinamarca. Se cree que el diseño de la estación se inspiró en Villa Borghese en Roma. Se inauguró en 1847, lo que hace de ella la estación más antigua del país (el edificio actual de la estación de Copenhague es de 1911). El remate de las torres o la logia que tenía en origen han desaparecido.
En el interior hay un 7eleven y una panadería.
Enfrente, en una plaza, hay tres enormes vasijas. Se trata de una escultura llamada Roskildekrukkerne. No tienen mayor interés.

Al lado está el Gråbrødre Kirkegård, un pequeño cementerio ubicado en lo que desde el siglo XIII fue un monasterio franciscano. Abandonado tras la Reforma, se convirtió en lugar de enterramiento para los que no podían permitirse una sepultura junto a la catedral. A principios del siglo XIX, acabó siendo el único cementerio de la ciudad. La puerta actual fue construida en 1853 y la capilla, en 1857.

Seguimos camino señalado. Llegamos pronto a Stændertorvet, la plaza principal, presidida por el ayuntamiento. Pese a su aparente estilo gótico, el edificio, hecho de ladrillo visto, fue construido en 1884. Bueno, no todo. La torre anexa es mucho más antigua. Fue edificada a principios del siglo XVI y es lo único que queda de la iglesia de San Lorenzo.

Llama la atención el vivo tono amarillo de los edificios del antiguo Palacio de Roskilde, que actualmente aloja el museo de arte contemporáneo de la ciudad.
Entre el extremo oriental de la catedral y el Palacio de Roskilde vemos un arco que recibe el nombre de Arco de Absalon. Sin embargo no guarda ninguna relación con el célebre obispo. Fue construido alrededor del 1200, varios años después de que Absalon abandonara la diócesis de Roskilde para ser arzobispo de Lund, con el fin de facilitar la comunicación entre lo que en aquella época era la residencia del obispo y la catedral, sin necesidad de atravesar las obras de ampliación de ésta, que se prolongaron durante cerca de un siglo.
Entramos al patio del palacio. El edificio actual, construido entre 1733 y 1736 como residencia real, ocupa el mismo solar que el antiguo palacio del obispo. Su función original era alojar a los reyes durante los funerales de estado. En 1807 fue el cuartel general de Wellington durante el ataque británico a Copenhague. Entre 1835 y 1848, sus muros acogieron una de las cuatro Asambleas de los Estados del Reino, en concreto la de las islas, una especie de protoparlamento danés que fue abolido con la constitución de 1849. En 1991 se inauguró el museo de arte contemporáneo que actualmente ocupa su edificio principal. Por su llamativo color amarillo también es conocido en danés como Det Gule Palæ (algo así como La Mansión Amarilla).

Hacemos unas fotos y a las 10 h entramos a catedral. Nos dejan un librito en español. Verla nos lleva 2 horas.
Roskilde se convirtió en la cabeza del incipiente reino danés en una fecha indeterminada en el entorno del año 960, cuando Harald Blåtand trasladó la capital desde Jelling, en Jutlandia. Harald ordenó edificar una primera iglesia de madera, de la que apenas sabemos nada, más allá de que fue enterrado en su interior, tras morir luchando contra la rebelión encabezada por Svend «Tveskjaeg» Haraldsson, su propio hijo. Nunca se ha encontrado una evidencia de esa iglesia (aunque es lógico siendo de madera).
La iglesia fue sustituida, a principios del siglo XI, por un templo de piedra. La mandó hacer Estrid, la hermana del rey Canuto, por una penitencia impuesta por el rey después de haber ordenado la muerte de su marido, Ulf Jarl.
Cuando consiguió la categoría de catedral, el edificio fue sustituido por otro, construido en travertino. Existen dudas sobre si realmente se edificó una catedral nueva, sustituyendo la iglesia de piedra, o simplemente se amplió el templo ya existente. La iglesia la mandó construir el obispo Svend Normand. Era una basílica de tres naves, con torres al oeste y bastante decorada. Al norte había un edificio de tres alas donde vivían los sacerdotes. En el 1100 se construyó una muralla entorno al templo, la llamada Muralla de Arnold (por un obispo).
Sea como sea, en 1157 o 1170 comenzó la construcción de la actual catedral, ocupando el mismo emplazamiento. Se debe al obispo Absalon. Tres años después monjes italianos trajeron a Dinamarca un nuevo método de fabricación a base de ladrillos. Se decidió emplear dicha técnica para construir el templo. En 1225 se inauguró el coro del nuevo edificio. La catedral tardaría aún casi un par de siglos en ver finalizadas las obras, al completarse las torres en 1405. La catedral es uno dd los primeros ejemplos de arquitectura gótica de ladrillo de inspiración francesa.
El edificio es imponente, patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1995 y panteón de reyes. Merece una visita detallada.

Entramos en la amplia nave. Allí encontramos un bello pulpito de principios del Seiscientos, muy usado desde la Reforma luterana para dar el sermón. Es de ladrillo y arenisca con una puerta de madera. Está bellamente decorado.
La pila bautismal es de bronce y data de 1602.
Muy impresionante es la tribuna real de Cristian IV (1602). Está muy ornamentada con imágenes que representan las virtudes humanas (Fe, Esperanza, Caridad, Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza).

El órgano también es muy bonito, dicen que uno de los más bellos del país. La parte más antigua es de 1425 y tiene una fachada barroca de 1654.
Vemos también la Puerta del Rey, que se usa para la entrada de invitados reales y para la salida de bodas o funerales. Es de bronce pulido y data de 2010. Junto a la puerta hay una armadura que perteneció al montero mayor de Cristian V, un tal Joachim Vincents Hahn, que murió en 1680.
A las 11 vemos tocar el reloj, como nos insiste un voluntario que ronda por allí explicando cosas. Tenemos que alzar la cabeza; está en la parte de atrás, en la galería superior. Data del Cuatrocientos y es una pieza única. Cada hora, la figura de San Jorge mata al dragón y éste brama. La mujer, Kirsten Kimer, repica los cuartos con una campanita. El hombre, Peter Dover, repica las horas en una campana grande mientras ella niega con la cabeza. El mecanismo data de 1741. El bramido se consigue con un fuelle que insufla aire a tres tubos de órgano desafinados.
Es esencial que nos detengamos en el Coro bajo. Lo primero que vemos es el bonito retablo, elaborado en Amberes en 1560. En la parte central se representan acontecimientos típicos de la Semana santa. Debajo está la infancia de Jesús.
Sobre el altar hay unos candelabros de latón de finales del Seiscientos.
Pero sin duda lo más destacado del coro bajo es el bellísimo sepulcro de la reina Margarita I. Cuando la reina murió fue enterrada en Søro (en 1412). En 1413 sus restos fueron trasladados a Roskilde en una impresionante ceremonia que duró tres días. El sarcófago que vemos lo pagó Erik de Pomerania en 1423. Todavía hoy, dos veces al día, una campana de la catedral tañe en su honor.

Tan solo tres reyes acabaron enterrados fuera de Roskilde, en Odense o en Schleswig. Uno de ellos, Cristian II, porque murió en el exilio.
En el Coro Alto también hay tumbas, desde que Cristian V decidió convertirlo en sepulcro real. Aquí están enterrados Cristian V y Federico IV con sus esposas en unos magníficos sepulcros con sus efigies. A los lados de los sepulcros de los reyes hay relieves de hechos importantes de sus reinados; en los de las reinas, de sus vidas virtuosas.
En los cuatro pilares del coro alto hay frescos e inscripciones en latín. Están representados Harald Blatand; Estrid, la hermana del rey Canuto, y su hijo Svend Estridson y el obispo Vilhem. Se supone que están enterrados en la catedral aunque todos murieron antes de que se terminara. Sus restos serían trasladados con posterioridad. Las tumbas estarían bajo hornacinas labradas en el pilar, excepto la de Harald que quizás solo es conmemorativa. Los frescos son del siglo XVI.
Vemos también el sarcófago de un caballero, el duque Cristóbal, hermano de Margarita I, que murió en 1363. El caballero y los escudos de armas son de alabastro. Las piedras preciosas que hoy vemos son solo vidrios coloreados. La figura había sido despiezada y se volvió a unir en 1878.
Debajo del Coro Alto está la Cripta de los Infantes, de 1690.
La Capilla de los Reyes Magos es imponente. Fue edificada en 1459 para alojar las sepulturas de Cristián I y su esposa, Dorotea de Brandeburgo. Ambos reposan en su pavimento, bajo unas simples losas de piedra. Su hijo, el rey Juan, y su nieto, Cristian II, están enterrados en Odense.
Lo más relevante de la capilla son los frescos. En la pared sur están los Reyes magos ante la Virgen, que tiene al Niño sentado en su regazo. En la pared norte está la Sagrada familia y al este, la crucifixión y el Juicio final. Hay santos, estrellas, santos y ángeles músicos. Los frescos son del siglo XV. Pasaron siglos ocultos tras una capa de cal y fueron redescubiertos en 1826.
Los sepulcros de los reyes Cristian III (muerto en 1559) y Federico II (fallecido en 1588) son obras renacentistas de artistas holandeses en estilo clásico. Encima del sepulcro de Federico hay un elefante en referencia a la Orden del Elefante. Fue creado entre 1594 y 1598 por Gert van Egen, un discípulo de Cornelis. Fue esculpido en Dinamarca, pues Gert llevaba varios años trabajando en la reforma del castillo de Kronborg.
En cuanto a la tumba de Cristian III, Federico II encargó en 1574 su construcción al escultor flamenco Cornelis Floris de Vriendt. El monumento estaba casi finalizado cuando, al año siguiente, murió Cornelis y sin haber cobrado, pues un intermediario se había quedado con el dinero entregado a cuenta por Federico. La obra inconclusa seguía en Amberes cuando, en noviembre de 1576, tuvo lugar el terrible saqueo de la ciudad. Los tercios amotinados se apropiaron de la escultura, negándose a devolverla si no recibían un rescate. La corona danesa se vio obligada a abonar el importe requerido. Finalmente, en 1580, el monumento fue terminado e instalado en Roskilde.
Ambas tumbas comparten estilo y están construidas con materiales similares: roca caliza de Valonia, en sus variedades roja y negra, y alabastro.
En la columna central hay unas marcas rojas que indican la altura de los visitantes ilustres (algunos de más de 2 metros, como Cristian I-219,5 cm- o Pedro el Grande -208,4 cm).
La capilla de Federico V (1774-1825) es un bello ejemplo del neoclasicismo en Dinamarca. Destaca el sepulcro del rey, con una columna romana con un medallón con su retrato. Al pie del monumento hay dos figuras de dos plañideras que simbolizan Dinamarca y Noruega.

En la capilla hay doce sepulcros, desde Cristian VI (muerto en 1746) a Federico VII (fallecido en 1863). Son más tumbas de las que estaban previstas inicialmente. Algunos son sepulcros sencillos, como el de Sofía Magdalena; otros, como los de Cristian VII o Juliana María, son de estilo Imperio. Algunos están forrados en terciopelo negro, típicos de la época.
El féretro de Federico VII es de roble, decorado con adornos de bronce fundido. La corona dorada que tiene encima la aportaron las organizaciones en favor de los derechos de la mujer en agradecimiento por la inclusión de las mujeres en la Constitución de 1849.
Una de las partes más antiguas de la catedral es la Sala Capitular (siglo XIII). La Escalera de la Reina es de 1904 y lleva al pequeño museo de la catedral. Allí vemos un modelo de la catedral tal y como era en 1730, copias de los cráneos de Svend Estridsen y su madre o una copia del vestido dorado de Margarita I. Destaca una edición de 1514 del Danorum Regum heroumque Historiae. El libro recoge los orígenes del reino de Dinamarca y se supone que está basado, al menos parcialmente, en los escritos de Saxo Grammaticus.
En la girola vemos retratos de los obispos de la diócesis. Allí también hay varias tumbas. Destaca una de ellas, de piedra negra. Dice la leyenda que allí está enterrado el Caballo fantasma, un caballo de tres patas con ojos rojos. El que lo encuentra, está condenado a morir.
Hay otra lápida con el retrato del muerto, Hans Henriksen, con la boca cerrada con un candado. Fue uno de los canónigos que se negaron a revelar el paradero del tesoro de la Iglesia cuando se le exigió su entrega después de la Reforma luterana.
En un panteón real no puede faltar la tumba de Cristian IV. La capilla, un tanto oscura y teatral, data de 1620. En su tiempo era más amplia de Dinamarca. En las rejas están los monogramas del rey y la reina y la firma del artista (Caspar Fincke es mi nombre, por esta obra soy famoso). Caspar era el maestro orfebre de Cristian IV.
Un año antes de la muerte del rey su monumento sepulcral se quemó. El rey no fue trasladado a la capilla hasta 1866 (hasta entonces estuvo en la cripta). En la capilla están enterrados Cristian IV, la reina Ana Catalina, el príncipe heredero Cristian (muerto un año antes del rey), Federico III y Sofía Amalia. La decoración la inició Cristian VIII, que encargó también una estatua en 1840. También hay dos pinturas de escenas de la vida del rey. Una de ellas es de un episodio muy famoso, cuando el rey fue herido a bordo del Trinidad en la batalla de Colberger Heide (aquella de la que vimos los trajes ensangrentados en Kronborg). Hay otra pintura que representa a Jesucristo.

En la capilla de Santa Brígida, con frescos del siglo XVI, espera cubierto el sepulcro de vidrio para Margarita II.
En la Capilla de Glücksburg encontramos a los tres reyes de esa dinastía. La capilla se construyó en 1924 con inspiración románica y bizantina. Destaca el sepulcro de Cristian IX y la reina Luisa, con tres figuras femeninas que representan el Duelo, la Memoria y el Amor. Son obra de Edvard Eriksen, el autor de La Sirenita.
En la misma cripta yacen Federico VIII y Luisa, en sepulcros de mármol azul-negro, y Cristian X y Alejandrina, en dos sencillos féretros de piedra.
Hay otras dos capillas, la de Trolle (que destaca por el troll de la reja) y la de Krag. En la primera están los sarcófagos de la segunda esposa de Federico IV, la poco querida Ana Sofía Reventlow, y tres de sus hijos.
Tenemos que salir de la catedral para ver la tumba de Federico IX, padre de la actual reina. Cuando murió en 1972 fue enterrado en la cripta de Cristian IX pero por expreso deseo de la familia se construyó un mausoleo exterior. Cuando la reina Ingrid murió en el año 2000 también fue enterrada allí. El muro que rodea la curiosa tumba es de ladrillo, el adoquinado es de piedra de las Islas Feroe y la lapida es de granito de Groenlandia.

Seguimos camino de bajada cerca del enorme Byparken. Llegamos al puerto. 1km.
Entramos al Museo de barcos vikingos. Nos dan una pulsera (se puede entrar y salir).
Entre una fecha indeterminada, a mediados del siglo X y el año 1443, la capital del reino estaba en Roskilde, en el extremo meridional del fiordo homónimo. Para defender la ciudad, durante el reinado de Svend II se decidió bloquear uno de los dos canales navegables del fiordo, hundiendo cinco barcos en un lugar conocido como Skuldelev. Nueve siglos más tarde, los restos de los barcos fueron recuperados. En 1969 se inauguraba un museo, junto a la misma orilla del fiordo, construido expresamente para exhibirlos.
El hecho de que te permitan entrar y salir tiene un motivo. Dentro del edificio del museo están los barcos y una exposición sobre los vikingos. En el exterior, hay muelles y talleres donde se exponen las réplicas de los barcos (no vimos todas) y se construyen otras naves con técnicas tradicionales. Parece que a veces incluso se puede navegar en esas réplicas.
El museo, diseñado por Erik Christian Sørensen y construido entre 1963 y 1969, está considerado como un destacado ejemplo de la arquitectura brutalista. No es muy bonito que digamos. El problema es que está tan pegado al agua que se teme que un día se inunde, con funestas consecuencias.
Hace unos años visitamos el Museo de barcos vikingos de Oslo. No vamos a encontrar aquí algo como el barco Oseberg, con un excelente estado de conservación. Los barcos de Oslo formaban parte de ritos funerarios y se conservaron estupendamente. Los barcos de Skuldelev, por contra, fueron hundidos en medio del canal tras rellenarlos de piedras. Primero se creó una barrera con tan solo tres barcos. Años después, al deteriorarse estos, se reforzó la barrera con otras dos naves. Los barcos permanecieron durante siglos en el fondo del fiordo, a merced de los elementos, hasta su descubrimiento en 1957. Estaban en tan mal estado que en un principio se pensó que había seis. Tan solo al estudiar con detenimiento los restos, se hizo evidente que los etiquetados como 2 y 4 en realidad pertenecían al mismo barco. Es evidente que muy perfectos no pueden estar.

Los restos están dispuestos sobre armazones metálicos. Así se sujetan las maderas y nos podemos hacer una idea de su tamaño y forma reales.
Sus longitudes van desde los 11,2 metros de Skuldelev 6, quizá un barco de pesca, hasta los 30 de Skuldelev 2, un gran barco de guerra, del que se sabe que fue construido en Dublín en torno al año 1042. También es muy variado su estado de conservación, que oscila entre el 25% en el caso de Skuldelev 2 y el 75% de Skuldelev 3, un antiguo carguero.
Son barcos sencillos, sin mucha ornamentación. Gracias a un video podemos ver cómo se construían y fijarnos luego en los detalles concretos en los propios barcos.
Te puedes vestir de vikingo/a y fingir que viajas en un drakkar.

A las 13.15 horas entramos a ver un vídeo de 14 minutos en español sobre los barcos de los vikingos y el hallazgo. Tardaron 25 años en montarlos.
Junto a los talleres está el Café Knarr. Pedimos una bandeja de comida típica vikinga modernizada (pan con mantequilla , mermelada, halibut ahumado, ensalada de col, albóndigas, quesos y salami)-a compartir-, bizcocho con nata agria- a compartir- y Javi come sopa. 291 coronas. También hay opciones de bocadillos, de albóndigas o pescado entre otras cosas.
Visitamos luego el Museo de Roskilde. Es pequeño pero está muy actualizado con pantallas táctiles con información. Hay salas de prehistoria, edad media, cuadros, juguetes y una réplica de una escuela. Incluso cuenta con una cafetería.
Una de las piezas destacadas es el Odín de Lejre, una escultura datada aproximadamente entre los años 750 d.C. y 1.050 d.C., perteneciente al arte medieval, en concreto al arte vikingo. Fue hallada el 13 de noviembre del año 2009 mientras un arqueólogo aficionado Tommy Olesen utilizaba un detector de metales en el interior de la villa "Grammel Lejre". Tiene una altura de 18 mm, una anchura de 20 mm, una profundidad de 13 mm y un peso de 9 g. Está fabricada en plata, dorado y niel, mediante las técnicas de fundición e incrustación. Representa a una persona sentada en un trono ornamentado con dos cabezas de animales talladas en la parte superior del respaldo y en cada reposabrazos hay dos pájaros con el pico puntiagudo. Dicen que se trata del dios Odín. Los dos pájaros apoyados en los brazos del trono son los cuervos Hugin y Munin, que volaban durante todo el día y de noche informaban al dios sobre lo que pasaba en el mundo.

También hay algunos antiguos enterramientos.
El priorato de Santa Catalina es de frailes dominicos, presentes en la ciudad desde el siglo XIII. Se disolvió en la Reforma protestante y el edificio se convirtió en residencia privada. En 1699 pasó a ser la Lutheran Roskilde Adelige Jomfrukloster (ahora conocida como Roskilde Kloster), una fundación Universitaria de la mujer. Es propiedad privada y no se puede entrar.
Tren a las 16:04. Llegamos a la estación central de Copenhague a las 16.28 horas.
Vamos a catedral (gratis). Cierra a las 5. El exterior es muy feo. La Catedral de Nuestra Señora es la sede de la diócesis luterana del mismo nombre desde que ésta fue creada en 1922. Está dedicada a la Virgen María.

En ese mismo lugar hubo una iglesia desde el siglo XII (bueno, cadi el XIII, ya que fue consagrada en el año 1200). Se trataba de una iglesia románica de piedra caliza, que se ubicó en el punto más alto de la ciudad.
La sucedieron nuevas construcciones, hasta tres, debido a los incendios. La actual es un edificio neoclásico diseñado por Christian Frederik Hansen en la primera mitad del siglo XIX. Debido a la falta de recursos, se incorporaron parte de los muros de la iglesia anterior. Sobre lo que era la vieja torre medieval se levantó una nueva, algo bastante polémico en su tiempo porque en el neoclásico no se construían torres.
En el interior destacan las bellas imágenes de Cristo y los apóstoles del escultor Bertel Thorvaldsen. Un escritor estadounidense de libros de texto escribió que la escultura fue "considerada la estatua más perfecta de Cristo en el mundo". Desde entonces fue un referente para los líderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o, lo que es lo mismo, los mormones. En la década de 1950, el líder en aquellos años de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Stephen L Richards compró una réplica del Cristo de 3,4 metros y lo presentó al Presidente de la Iglesia, David O. McKay. En 1966, la estatua fue colocada en la Manzana del Templo de Salt Lake City, en Utah.
El Cristo resucitado mide 3,2 metros de alto y es bellísimo. En el pedestal pone Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados.

Delante de la catedral está el edificio principal de la Universidad de Copenhague, fundada en 1479 por Cristisn I dr Oldenburgo.
Enfrente está la iglesia de san Pedro, construida en ladrillo. Estaba cerrada. La Iglesia de San Pedro pertenece a la congregación evangélica luterana de habla alemana de la ciudad. Es la iglesia sobreviviente más antigua del centro de Copenhague. La torre, la nave central y el coro datan de mediados del siglo XV. La iglesia fue ampliada varias veces. La historia de la comunidad germanoparlante de Copenhague, en cambio, se remonta al siglo XIV. La comunidad alemana de la ciudad cobró importancia en el siglo XVI con el rey Cristián II, ya que bajo su mandato llegó un gran número de inmigrantes al país. En aquella época, la iglesia de Sankt Petri era una de las cuatro iglesias católicas de la ciudad. Se puso al servicio de la comunidad germana bajo el mandato de Federico II.
Christian IV hizo construir los pasillos sur y norte en el siglo XVII, lo que le dio a la iglesia una forma cruciforme. El constructor Hans van Steenwinckel construyó una nueva capilla en 1681. A finales del siglo XVII, Christian V construyó otra parte.
La parroquia también mantenía la Escuela de Petri, que estaba repartida en varios lugares. En 1899 se consagró el actual edificio escolar y a partir de 1935 se fusionaron las escuelas de niños y niñas. La iglesia fue ampliamente restaurada tanto en la década de 1980 como entre 1994 y 1999.
Vamos a la calle Stroget. De hecho la recorremos varias veces en este viaje porque es la calle más importante de Copenhague. Es la calle peatonal más larga de Europa y está llena de tiendas. Strøget se creó en los años sesenta del siglo XX como vía de escape a la intensa circulación de vehículos del centro de Copenhague. En realidad, no es una calle sino varias: Frederiksberggade, Østergade, Nygade, Vimmelskaftet y Amagertorv.
La parte más moderna de Stroget es Frederiksberggade. Es muy recta y eso se debe al incendio de 1728, que destruyó muchas casas antiguas. Allí se situó el cine Metropol, de 1912. En esta zona están las tiendas de marcas que vemos por toda Europa; a medida que nos acercamos a Amegertorv vamos encontrando firmas más caras.
Encontramos también la Helligåndskirken o Iglesia del Espíritu santo, que en origen formaba parte de un monasterio con el mismo nombre. Ese monasterio se construyó en 1474 por orden de Cristian I. La iglesia se terminó en 1594 aunque de ese edificio original no queda gran cosa. Tiene un pórtico de 1620 y una alta aguja.
En Ostergade encontramos algunos edificios antiguos. Si nos desviamos un poco llegamos a Nikolaj Kuntshallen, antigua iglesia con orígenes en 1261 pero muy restaurada después. En 1818 se quemó en un incendio. Las ruinas se demolieron y se amplió la torre del siglo XVI. Hoy es sala de exposiciones y cafetería.
En el número 16 de Ostergade está el Museo de los Record Guinness.
Entramos en Lego y compramos un juguete. El nombre “LEGO” es una abreviatura de las dos palabras danesas “leg godt”, que significa “jugar bien".
El Grupo LEGO fue fundado en 1932 por Ole Kirk Kristiansen aunque en sus inicios solo era un taller de carpintería. Al principio se dedicó a fabricar artículos de madera; desde 1949 está especializada en los juguetes de construcción fabricados con plástico.

La compañía pasó de padres a hijos y ahora es propiedad de Kjeld Kirk Kristiansen, un nieto del fundador. Es una de las empresas jugueteras más potentes del mundo. Tiene incluso varios parques de atracciones, uno en Billund (Dinamarca), donde se fundó.
La tienda no es muy diferente de la que hay ahora en Barcelona pero algo había que llevarle al niño de regalo.
Vamos luego a Nihavn y nos compramos un helado de dos bolas en la tienda de Rajissimo (55 coronas; el mío de banana y chocolate y vainilla). Es enorme y está bueno. Ya hablaré de Nihavn en la última etapa.
Entramos después en Magasin du nord. Es como el Corte inglés. Compramos galletas danesas.
Los orígenes de estos grandes almacenes daneses se remontan a 1868, cuando Theodor Wessel y Emil Vett abrieron su primera tienda en Aarhus, al oeste de Dinamarca. Inmediatamente fue un éxito. Así, en 1870 decidieron abrir un segundo negocio en Copenhague, en un local alquilado en el antiguo Hôtel du Nord, un establecimiento muy chic de la época en el que residió, entre otros, Hans Christian Andersen entre 1838 y 1847.

En los años que siguieron la tienda de Wessel y Vett prosperó tanto que tuvieron que alquilar un espacio comercial cada vez más grande dentro del hotel. Poco a poco, acabaron ocupando tanto espacio que adquirieron todo el edificio en 1889. Este último pasó a llamarse Magasin du Nord en homenaje al antiguo hotel.
El edificio actual del Magasin du Nord data de 1893, después de haber sido reconstruido en un estilo francés del Nuevo Renacimiento.