Tras aparcar el coche en el parking de Aena, facturamos la maleta grande. En el mostrador de facturación nos pidieron los correspondientes certificados covid. Nuestro vuelo con Easyjet salía un martes 13 de julio (SI! martes y trece) del Aeropuerto de Valencia rumbo a Amsterdam.
En el vuelo, íbamos prácticamente solos.
Tras dos horas de vuelo llegamos a la capital holandesa, esperando un gran control sanitario por tema Covid. La sorpresa al llegar fue que no existía ningún tipo de control. Tras recoger las maletas, y salir a la parte exterior. Buscamos un lugar para comer.
Acabamos eligiendo la opción fácil Burger King y tras esperar un ratito recogimos el coche de alquiler contratado con la empresa Budget.
Tras recoger el coche pusimos rumbo a Rotterdam al sur de Holanda, más o menos a 1 hora de coche desde el aeropuerto de Schiphol.
El trayecto a Rotterdam fue bastante sencillo todo por autovía. Las autovías holandesas son un poco diferentes a las españolas, aparecen y desaparecen desvíos de repente y la velocidad máxima es de 90km/h (lo cumplen a rajatabla).
Tras entrar en Rotterdam, aparcamos en zona azul y buscamos un parquímetro.
Rotterdam es la segunda ciudad más grande de Holanda. Se trata de una ciudad portuaria e industrial, con espectaculares edificios de diseño arquitectónico.
Estábamos cansados del viaje y únicamente paseamos por el puerto ciudad.
Iniciamos el recorrido visitando las casas cubo, diseñadas en 1984 por Piet Blom y cuya intención era la de crear un pueblo dentro de la ciudad con viviendas que tuvieran forma de árbol. Desconocíamos que se podían visitar por dentro así tras hacernos varias fotos continuamos caminando.

Seguimos por el edificio del lápiz o Blaaktoren y también el Markthal, el mercado más grande de Holanda y el primero cubierto del país. Ambos edificios los visitamos por fuera.

A continuación, recorrimos el muelle Wijnhaven hasta llegar a Kids marina, donde también está situado el museo marítimo. Kids Marina es un complejo con pequeñas barquitas para que los niños conduzcan. Nuestra intención era que la niña pudiera subir en barquita pero estaba cerrado.


Tras la decepción, teníamos pensado llegar hasta el puente de Erasmo y visitar el Stadhuis, pero la niña no quiso continuar y volvimos por donde habíamos venido y pusimos rumbo al hotel.
Elegimos un hotel en las afueras de Rotterdam con aparcamiento gratuito, puesto que no teníamos más intención de visitar Rotterdam sino sus alrededores y era mucho más cómodo no tener que salir de la ciudad cada día.
Nos decantamos por el hotel NH Capelle Rotterdam hotel muy limpio y correcto por el precio.
La cena la compramos en un supermercado Spar de Rotterdam.